Es tiempo de democratizar Cuba

Las consecuencias de la invasi¨®n de Ucrania son, con raz¨®n, la prioridad en temas internacionales. Mientras tanto, gobiernos y ciudadanos deber¨ªamos seguir atentos a lo que sucede en otras regiones. Cuba est¨¢ en un momento de tensiones que el Gobierno espa?ol y los gobiernos democr¨¢ticos de Am¨¦rica Latina no deber¨ªan ignorar.

El 11 de julio de 2021, los cubanos salieron a la calle a protestar contra el Gobierno. ...

Las consecuencias de la invasi¨®n de Ucrania son, con raz¨®n, la prioridad en temas internacionales. Mientras tanto, gobiernos y ciudadanos deber¨ªamos seguir atentos a lo que sucede en otras regiones. Cuba est¨¢ en un momento de tensiones que el Gobierno espa?ol y los gobiernos democr¨¢ticos de Am¨¦rica Latina no deber¨ªan ignorar.

El 11 de julio de 2021, los cubanos salieron a la calle a protestar contra el Gobierno. La reacci¨®n del r¨¦gimen fue represi¨®n, arrestos domiciliarios ilegales, encarcelamiento y exilios forzados. Desde 2018, un importante grupo de j¨®venes artistas representan la oposici¨®n m¨¢s articulada que ha enfrentado el Gobierno. Estos j¨®venes han sido los primeros en confrontar al r¨¦gimen por la falta de libertad de expresi¨®n. A diferencia de grupos opositores anteriores, el discurso de los artistas ha movilizado a la sociedad cubana. Hoy, el nombre del artista Luis Manuel Otero Alc¨¢ntara, encarcelado con una sentencia injustificable, es reconocido por una gran mayor¨ªa de cubanos.

Luis Manuel se ha convertido en un s¨ªmbolo del fracaso de la Revoluci¨®n: un joven afrocubano que, desde uno de los barrios m¨¢s empobrecidos de La Habana, pide libertad de expresi¨®n. Tratar de especificar los d¨ªas que Luis Manuel ha estado encarcelado desde 2017 es muy complicado, porque sus detenciones fueron constantes. Recientemente, ha sido condenado a cinco a?os de prisi¨®n por intentar participar en las manifestaciones del 11 de julio. Otros j¨®venes artistas han sido apresados o forzados al exilio. Muchos de ellos han elegido Madrid como refugio, mientras otros permanecen en la isla perseguidos, con arrestos domiciliarios o en prisi¨®n.

Con el fin de darle un marco legal a la represi¨®n, el Gobierno ha modificado el C¨®digo Penal y ha prohibido que los cubanos reciban fondos de instituciones extranjeras. El art¨ªculo 143 determina que la condena por recibir fondos para llevar a cabo actividades contra el Estado puede ser condenada con 10 a?os de prisi¨®n. El ep¨ªgrafe de ¡°actividades contra el Estado¡± est¨¢ dirigido a organizaciones de la sociedad civil o medios de prensa que reciben ayuda financiera de fundaciones europeas o americanas. Recibir este tipo de ayudas de fundaciones u organizaciones no gubernamentales de Estados Unidos siempre ha sido una excusa para condenar socialmente a los receptores como agentes del Gobierno americano. Este nuevo C¨®digo agrava la circunstancia para el pueblo cubano, ya que faculta al Gobierno a interpretar todo hecho como provocativo o destituyente.

Adem¨¢s de la represi¨®n interna, uno de los problemas que encuentran los j¨®venes cubanos es demoler el mito de la Revoluci¨®n que, en esa isla peque?a, de la mano de Fidel y el Che, enfrent¨® al imperio americano para construir el socialismo real y el hombre nuevo. Ese mito no solo est¨¢ vivo en la Venezuela de Nicol¨¢s Maduro; tambi¨¦n se encuentra muy arraigado en la socialdemocracia europea. Por ejemplo, el presidente del Gobierno espa?ol, Pedro S¨¢nchez, luego de las protestas y la represi¨®n del 11 de julio s¨®lo se atrevi¨® a decir ¡°es evidente que Cuba no es una democracia¡±.

Incompresiblemente, la izquierda democr¨¢tica se resiste a aceptar el anacronismo que representa hoy la dictadura cubana, 33 a?os despu¨¦s de la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn y 42 a?os despu¨¦s de las transiciones democr¨¢ticas en Am¨¦rica Latina. La realidad es que intelectuales, periodistas y pol¨ªticos democr¨¢ticos cuando evitan nombrar y condenar al Gobierno de Cuba como una dictadura s¨®lo condenan al pueblo cubano a ¡°seguir construyendo un socialismo¡± con escasez de alimentos, infraestructura urbana en derrumbe y violaciones de los derechos humanos. Seguir insistiendo en que la culpa del fracaso de la Revoluci¨®n es el embargo de Estados Unidos es desconocer la estructura econ¨®mica que impusieron los hermanos Castro.

Desde la ca¨ªda de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) controlan la econom¨ªa a trav¨¦s del conglomerado GAESA. Los militares-empresarios fiscalizan todos los sectores desde donde ingresan divisas en la econom¨ªa. Uno de los sectores claves es el turismo. Las cadenas hoteleras que invierten en Cuba negocian con los militares.

Antes de las im¨¢genes del 11 de julio del a?o pasado, muchos cubanos cre¨ªan que las FAR eran parte del pueblo y ¡ªa diferencia de las experiencias latinoamericanas¡ª no lo reprimir¨ªan. Las im¨¢genes de aquel d¨ªa y los d¨ªas que siguieron, desmontaron ese mito.

Ra¨²l Castro fue el ministro de las FAR desde 1959 a 2008. Se retir¨® de la vida p¨²blica en 2021, cuando Miguel D¨ªaz Canel, presidente desde 2018, fue nombrado secretario del Partido Comunista. D¨ªaz-Canel no ha demostrado tener la capacidad para enfrentar los problemas econ¨®micos de Cuba. En realidad, el hombre fuerte del r¨¦gimen pos-Castro era el general Luis Alberto Rodr¨ªguez L¨®pez-Calleja, exyerno de Ra¨²l Castro y director del conglomerado GAESA. L¨®pez-Calleja falleci¨® el 1 de julio, dejando un vac¨ªo de poder inesperado. L¨®pez-Calleja era parte de la familia Castro y conoc¨ªa a la perfecci¨®n los manejos econ¨®micos del r¨¦gimen.

Es imposible no suponer que actualmente hay una lucha por el poder en Cuba. L¨®pez-Calleja se perfilaba como el hombre que seguir¨ªa manejando la econom¨ªa, y la pol¨ªtica, en las sombras. Su muerte dej¨® un vac¨ªo de poder y quebr¨® la dinast¨ªa castrista. La ¨²nica soluci¨®n ser¨ªa que el general de brigada Alejandro Castro Esp¨ªn, hijo de Ra¨²l Castro, pase del Ministerio de Interior a manejar la econom¨ªa cubana. Ra¨²l Guillermo Rodr¨ªguez Castro, escolta y nieto de Ra¨²l Castro y jefe del Departamento de Seguridad Personal del Ministerio del Interior, figura entre los posibles sucesores. Todos estos candidatos demuestran el poder de las FAR en cada resquicio del Gobierno cubano. La capacidad de movilizaci¨®n de j¨®venes activistas, el agotamiento de la poblaci¨®n cubana frente a los cortes de electricidad y la escasez de alimentos y medicinas, m¨¢s la muerte de L¨®pez-Calleja pueden abrir puertas al cambio ante el hast¨ªo y descontento de la poblaci¨®n. El impacto de la ca¨ªda de la dictadura cubana gracias a un grupo de j¨®venes artistas no deber¨ªa ser subestimado. Los j¨®venes cubanos que desde dentro o fuera de Cuba est¨¢n arriesgando su libertad y su futuro por establecer la democracia no deben ser ignorados. Los movilizados no expresan necesariamente una opci¨®n pol¨ªtica. Sin embargo, la demanda por libertad y democracia se va extendiendo por toda la isla.

Actualmente hay tres dictaduras en la regi¨®n: Cuba, Venezuela y Nicaragua. La democracia esta en un per¨ªodo de debilitamiento en Brasil, El Salvador y Per¨². Hait¨ª es un Estado fallido. En Colombia, con un cambio pol¨ªtico en puerta y despu¨¦s de nueve a?os de la firma de Acuerdo de Paz, siguen los asesinatos de l¨ªderes sociales. M¨¦xico es el pa¨ªs en el cual m¨¢s periodistas han sido asesinados en 2021.

La ca¨ªda de la dictadura m¨¢s larga de la regi¨®n podr¨ªa provocar el debilitamiento de otras autocracias o el fortalecimiento de la democracia. Cuba no es una amenaza militar en la regi¨®n. Sin embargo, la invasi¨®n de Ucrania por Rusia muestra una vez m¨¢s que la promoci¨®n de la democracia en todos los rincones del planeta es crucial para la paz y la cooperaci¨®n entre pa¨ªses.

El Gobierno del PSOE, el Gobierno del Partido Dem¨®crata de EE UU y los gobiernos democr¨¢ticos latinoamericanos no pueden ignorar a esta joven generaci¨®n de cubanos que luchan por la democracia y la libertad. La invasi¨®n de Vladimir Putin a Ucrania nos trae, d¨ªa tras d¨ªa, terribles recuerdos de la d¨¦cada de 1940. Llevemos a Cuba a la mesa democr¨¢tica. Cuanto antes, mejor. M¨¢s democracias en el mundo garantizan la paz que Putin destroz¨®.