A la carta
Se trata de organizar tu vida a medida, no seg¨²n el men¨² que te imponga quien pretenda sacar ventaja de tu miedo
Dice el profeta Jerem¨ªas: en este nuevo curso que empieza a la sequ¨ªa le seguir¨¢ una inundaci¨®n, al incendio un terremoto, al naufragio un bombardeo, a la crisis energ¨¦tica el rebote de la pandemia. Despu¨¦s de este augurio, mientras t¨² te quedas con el coraz¨®n en un pu?o, puede que el profeta le pida alegremente al camarero una de gambas. Esta serie de hecatombes ser¨¢ servida como un men¨² co...
Dice el profeta Jerem¨ªas: en este nuevo curso que empieza a la sequ¨ªa le seguir¨¢ una inundaci¨®n, al incendio un terremoto, al naufragio un bombardeo, a la crisis energ¨¦tica el rebote de la pandemia. Despu¨¦s de este augurio, mientras t¨² te quedas con el coraz¨®n en un pu?o, puede que el profeta le pida alegremente al camarero una de gambas. Esta serie de hecatombes ser¨¢ servida como un men¨² confeccionado por los jefes de informativos y emitida en los noticieros de radio y televisi¨®n con un desenfado competitivo, como si se tratara de un suceso deportivo. Un fantasma recorre Europa, no es el fantasma del comunismo, como anunci¨® el Manifiesto Comunista en 1848, sino el fantasma del miedo, que te despertar¨¢ de madrugada para advertirte de que el abismo empieza al pie de tu cama, pero si esto fuera cierto tu perra lo sabr¨ªa y, no obstante, sigue durmiendo tan tranquila. Se trata de tenerte siempre en vilo. El miedo ante un futuro siniestro es un veneno inoculado desde algunas regiones del poder pol¨ªtico y econ¨®mico para que aceptes tu destino que no es otro que humillar la cerviz y cumplir las leyes del reba?o. Antes nos amenazaban con el infierno, ahora el infierno se imparte desde los telediarios, pero entre un cataclismo y una hecatombe en este curso que empieza los artistas seguir¨¢n creando arte, los cient¨ªficos haciendo ciencia, los so?adores so?ando y los p¨¢jaros cantando entre triunfos y fracasos que el sol iluminar¨¢ cada ma?ana. Se trata de organizar tu vida a la carta, no seg¨²n el men¨² que te imponga quien pretenda sacar ventaja de tu miedo. Vivir a la carta supone seleccionar lo que oyes como lo que comes, lo que crees como lo que bebes y recrear la actualidad a tu conveniencia como un plato que te siente bien al est¨®mago. Solo as¨ª podr¨¢s compartir con el profeta Jerem¨ªas no solo una cat¨¢strofe, sino tambi¨¦n su raci¨®n de gambas.