La autoridad del Govern
La destituci¨®n del vicepresidente, de Junts, refuerza a Aragon¨¨s y aboca al ¡®president¡¯ a acuerdos con fuerzas a su izquierda
Los m¨²ltiples desencuentros p¨²blicos entre los dos socios de gobierno en Catalu?a, ERC y Junts, han desembocado este mi¨¦rcoles pasado en una decisi¨®n pol¨ªtica del presidente Pere Aragon¨¨s valiente y a la vez arriesgada. Aragon¨¨s ha castigado con ...
Los m¨²ltiples desencuentros p¨²blicos entre los dos socios de gobierno en Catalu?a, ERC y Junts, han desembocado este mi¨¦rcoles pasado en una decisi¨®n pol¨ªtica del presidente Pere Aragon¨¨s valiente y a la vez arriesgada. Aragon¨¨s ha castigado con la destituci¨®n la deslealtad de su vicepresidente Jordi Puigner¨®, de Junts, por no haberle informado previamente de la petici¨®n de plantear una cuesti¨®n de confianza que iba a realizar, en pleno debate de pol¨ªtica general, el portavoz del partido que es socio de gobierno, Albert Batet (y que no conoc¨ªan ni siquiera otros consejeros de Junts). El objetivo era un cuestionamiento directo de la autoridad del propio presidente. A Aragon¨¨s le sent¨® muy mal enterarse en directo y lo entendi¨® como un desaf¨ªo abierto a su poder por parte de un socio desleal de gobierno que parece no haber asimilado ni la derrota de sus planes antidemocr¨¢ticos en 2017 ni los cambios que ha vivido la sociedad catalana tras dos crisis graves encadenadas: la de la pandemia y la derivada de la guerra en Ucrania. Junts sigue exigiendo que la agenda pol¨ªtica del pa¨ªs entero est¨¦ sometida a las ambiciones de un sector minoritario con prisas por alcanzar por cualquier v¨ªa y bajo cualquier condici¨®n la secesi¨®n de Espa?a, incluida la v¨ªa unilateral ampliamente fracasada hace cinco a?os.
El movimiento de Aragon¨¨s es arriesgado porque sin Junts en el Govern, en caso de que acabe renunciando a seguir tras la consulta a su militancia anunciada este jueves, ERC necesitar¨¢ los votos de otras formaciones pol¨ªticas ajenas al eje independentista. Pero es un movimiento tambi¨¦n valiente que refuerza la estrategia negociadora con el Gobierno de Pedro S¨¢nchez para lograr avances efectivos en las m¨²ltiples cuestiones pendientes entre ambos Ejecutivos. Sabotear cada una de las iniciativas de Aragon¨¨s, como ha ido haciendo Junts y algunos de sus m¨¢s rutilantes l¨ªderes, desacredita a un partido como instrumento para regular el bien com¨²n. Las prioridades sociales de Catalu?a hoy est¨¢n muy lejos de donde estuvieron: la secesi¨®n no es el motor que mueve hoy a una poblaci¨®n azotada por la crisis.
Parad¨®jicamente, la destituci¨®n del vicepresidente Puigner¨® por parte de Aragon¨¨s puede clarificar el panorama de futuro de un Ejecutivo que tendr¨¢ que jugar las cartas de que dispone con la expectativa permanente de un abandono s¨²bito del Gobierno por parte de Junts, sea hoy mismo o sea dentro de unas semanas. Sus 33 diputados dejan en una flagrante debilidad al Govern, pero a la vez abren por fin las v¨ªas de una negociaci¨®n pol¨ªtica con otras fuerzas que ha estado demasiado tiempo ausente del Parlamento catal¨¢n. Una democracia no funciona con sectarismos intransigentes ni con vetos a perpetuidad. Tanto socialistas como comunes han reiterado en numerosas ocasiones su disponibilidad a pactar leyes que necesita la sociedad catalana ante una emergencia social como la que vivimos, con la inflaci¨®n disparada y angustias reales en las familias. Los datos de riesgo de pobreza y la depauperaci¨®n de las clases medias deber¨ªan figurar en el centro de la acci¨®n pol¨ªtica de un partido de izquierdas que puede disponer de un buen pu?ado de diputados tambi¨¦n de izquierdas en el Parlamento.