Qu¨¦ hace Reynders en Espa?a
El comisario de Justicia elude se?alar las responsabilidades del PP en el bloqueo a la renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial
La visita a Espa?a del comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, para acabar con los cuatro a?os de bloqueo del PP en la renovaci¨®n del Poder Judicial ha resultado inoperante, porque no ha logrado ni un solo avance, e inquietante, porque ha contado a los periodistas una versi¨®n de sus entrevistas totalmente contraria a la que ha ofrecido el Gobierno. El PP ha aprovechado la visita de Reynders para insistir ...
La visita a Espa?a del comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, para acabar con los cuatro a?os de bloqueo del PP en la renovaci¨®n del Poder Judicial ha resultado inoperante, porque no ha logrado ni un solo avance, e inquietante, porque ha contado a los periodistas una versi¨®n de sus entrevistas totalmente contraria a la que ha ofrecido el Gobierno. El PP ha aprovechado la visita de Reynders para insistir en que sin el cambio de modelo de elecci¨®n, algo que este partido prometi¨® hacer y pudo llevar a cabo durante sus ¨²ltimos cuatro a?os de Gobierno con mayor¨ªa absoluta y nunca hizo, no habr¨¢ negociaci¨®n para renovar el Consejo. Ese cambio del modelo de elecci¨®n para que los jueces elijan directamente a los vocales judiciales del Poder Judicial sin pasar por las c¨¢maras es, seg¨²n Reynders, una norma basada en una recomendaci¨®n del Consejo de Europa aprobada hace 12 a?os y que nadie reivindic¨® en Espa?a hasta que el PP decidi¨® incumplir el mandato constitucional sobre la renovaci¨®n del ¨®rgano de gobierno de los jueces.
Una y otra vez, el PP encaden¨® una panoplia de coartadas y argucias de muy poco peso para eludir su obligaci¨®n de renovar sin condiciones a los vocales del Poder Judicial que llevan casi cuatro a?os con el mandato caducado, incluido el presidente del Supremo y del CGPJ, Carlos Lesmes. Fue Lesmes quien inici¨® hace apenas unos d¨ªas el camino para presentar su dimisi¨®n ante la pertinaz resistencia del PP a cumplir con el mandato constitucional. Lesmes pretende dejar resuelto, antes de su renuncia, el nombramiento de los dos magistrados del Constitucional que corresponden al Consejo. Pero una minor¨ªa conservadora de ocho vocales elegidos en su d¨ªa a propuesta del PP siguen la pauta del partido que los nombr¨® y bloquean tambi¨¦n el nombramiento de los dos magistrados del Tribunal Constitucional.
La intervenci¨®n de Reynders destila una presunta equidistancia, pero en su visita a Espa?a ha omitido denunciar al partido culpable de que una instituci¨®n central como es el gobierno de los jueces est¨¦ viviendo una situaci¨®n injustificable e in¨¦dita en la historia democr¨¢tica del pa¨ªs. De paso, Reynders ha deslizado un ultim¨¢tum para que el Gobierno tr¨¢mite una reforma legal para cambiar el modelo de elecci¨®n del Poder Judicial antes de que Espa?a asuma la presidencia de la UE en el segundo semestre de 2023. La visita de Reynders ha permitido al PP presentarse ante la opini¨®n p¨²blica como un partido dispuesto a la renovaci¨®n del Poder Judicial a cambio de que se cambie la ley y olvidando sus cuatro a?os de incumplimiento de un mandato constitucional. La primera obligaci¨®n de un partido que ha gobernado y volver¨¢ a hacerlo alg¨²n d¨ªa consiste en asumir las reglas, cumplirlas e intentar cambiarlas despu¨¦s, pero no al rev¨¦s.
El precedente que sienta la visita de Reynders y la presumible pretensi¨®n de mediar en el desbloqueo, o incluso tutelarlo, degrada a la democracia espa?ola y desv¨ªa la atenci¨®n sobre las responsabilidades pol¨ªticas de la actual situaci¨®n. La instrumentalizaci¨®n que el PP ha hecho durante a?os del Poder Judicial ha alcanzado tambi¨¦n a la Comisi¨®n Europea. Lo que necesita la justicia espa?ola es que el PP deje de jugar a la vista de todos con una de las instituciones del Estado como si el sabotaje interior formase parte de la moderaci¨®n y la responsabilidad que dice encarnar el l¨ªder de ese partido. Reynders no es necesario para desbloquear la situaci¨®n, tampoco Alberto N¨²?ez Feij¨®o lo necesita para cumplir con sus obligaciones constitucionales.