El ¡®proc¨¦s¡¯ est¨¢ muerto y enterrado
Romper la coalici¨®n gubernamental es el indicativo de que no habr¨¢ ning¨²n otro Gobierno secesionista. Porque esa era la ¨²nica combinaci¨®n posible
El proc¨¦s est¨¢ muerto y enterrado. Sin paliativos. Precisemos. Ha muerto el plan ilegal de secesi¨®n unilateral, anticonstitucional y antiestatutario. Y en condiciones normales, como las de hoy, es irrecuperable.
La deserci¨®n de Junts del Govern de la Generalitat es el certificado de una defunci¨®n largamente oteada. Romper la coalici¨®n gubernamental es el indicativo de que no habr¨¢ ning¨²n otro Gobierno secesionista/unilateralista. Porque esa era la ¨²nic...
El proc¨¦s est¨¢ muerto y enterrado. Sin paliativos. Precisemos. Ha muerto el plan ilegal de secesi¨®n unilateral, anticonstitucional y antiestatutario. Y en condiciones normales, como las de hoy, es irrecuperable.
La deserci¨®n de Junts del Govern de la Generalitat es el certificado de una defunci¨®n largamente oteada. Romper la coalici¨®n gubernamental es el indicativo de que no habr¨¢ ning¨²n otro Gobierno secesionista/unilateralista. Porque esa era la ¨²nica combinaci¨®n posible (y, se ha visto, inviable) con la que fraguar otro intento de secesi¨®n similar al de 2017.
As¨ª que por una vez le asiste la raz¨®n al exsecretario izquierdista de ese partido ultraderechista, Jordi S¨¢nchez: ¡°El proc¨¦s, definitivamente, se ha cerrado¡±. Es a¨²n peor. Cae para sus gentes el estigma de haberlo asfixiado. Son ellas quienes han roto el juguete, la ideaci¨®n ret¨®rica y m¨ªtica, la ¨²nica gran palanca. Han rubricado su auto-de-terminaci¨®n. El partido que rompe una coalici¨®n de gobierno siempre es el m¨¢s castigado en las urnas.
Esta deserci¨®n es la mayor traici¨®n de una larga secuencia. La coron¨® el humillante pliego de condiciones para seguir en el Govern: 1) unificar las estrategias indepes (en la pr¨¢ctica, someterlo al control del Consell de la Rep¨²blica de Waterloo); 2) coordinar la actuaci¨®n en el Congreso (de hecho, imponer el sometimiento de los republicanos); 3) excluir de la mesa de di¨¢logo todo lo que no sea amnist¨ªa y autodeterminaci¨®n (dos imposibles), y 4) reponer al destituido (por Pere Aragon¨¨s) vicepresidente Jordi Puigner¨®, blanqueando su felon¨ªa de urdir en silencio una moci¨®n de confianza/censura al president.
Hozan en el fango. Y con la defunci¨®n del proc¨¦s se desploman, como Sans¨®n. Se derrumba el ¨²nico pilar del templo que dec¨ªa creer en ¨¦l. La dirigencia implosiona. El secretario, Jordi Turull, que quer¨ªa quedarse, se desacredit¨® al perder la votaci¨®n para quebrar el Govern. Los vencedores, esterilizados: Carles Puigdemont, en su eterna fuga a ning¨²n lugar; la corrupta (presunta) Laura Borr¨¤s, a punto de ser inhabilitada. El partido regala 250 poltronas p¨²blicas al gran rival. El proc¨¦s es un cad¨¢ver ya enterrado: solo lo apoya el 11% de la poblaci¨®n, seg¨²n la encuesta oficial del CEO. Su asesino y sepulturero, Junts, est¨¢ tocado de muerte. Solo podr¨ªa resucitar si un PP tambi¨¦n radical volviese al Gobierno. O sea, un PP anticatalanista y anticatal¨¢n. Como es costumbre. El ¨²nico conocido.