Oraci¨®n f¨²nebre por los aut¨®cratas
Sus reg¨ªmenes son m¨¢s fr¨¢giles que las democracias, como demuestra el ineficaz proceso de toma de decisiones de un dictador que puede llevar al r¨¦gimen al precipicio por la ausencia de contrapesos
Si cuidamos la libertad, la verdad se cuidar¨¢ de s¨ª misma. La m¨¢xima de Richard Rorty bien valdr¨ªa para se?alar la primac¨ªa de las democracias sobre las autocracias, aunque la fuerza bruta del Kremlin d¨¦ la falsa impresi¨®n de una superioridad que el despotismo s¨®lo simula. No se enga?en: el poder se arma porque es consciente de su debilidad. Piensen en las fracturas del r¨¦gimen: las disensiones en las c¨²pulas militar y pol¨ªtica; las mentiras ...
Si cuidamos la libertad, la verdad se cuidar¨¢ de s¨ª misma. La m¨¢xima de Richard Rorty bien valdr¨ªa para se?alar la primac¨ªa de las democracias sobre las autocracias, aunque la fuerza bruta del Kremlin d¨¦ la falsa impresi¨®n de una superioridad que el despotismo s¨®lo simula. No se enga?en: el poder se arma porque es consciente de su debilidad. Piensen en las fracturas del r¨¦gimen: las disensiones en las c¨²pulas militar y pol¨ªtica; las mentiras de una guerra que nadie cree ya una ¡°operaci¨®n especial¡±; la ciudadan¨ªa aparentemente petrificada por la propaganda que, con todo, tambi¨¦n se la juega en la calle; los comandantes abrumados por las muertes y deserciones en sus filas; los mercenarios que el r¨¦gimen se ve obligado a contratar.
El contraste con la unidad de las autoridades pol¨ªticas, el Ej¨¦rcito y la ciudadan¨ªa ucranias es elocuente. ¡°Me he quedado en Ucrania para hacer mi propia guerra¡±, dec¨ªa una profesora ucrania a una periodista. Esa participaci¨®n individual libremente elegida se contrapone a la ola de deserciones y protestas en Rusia ante el anuncio de la movilizaci¨®n parcial. Las autocracias son m¨¢s fr¨¢giles que las democracias, como demuestra el ineficaz proceso de toma de decisiones de un dictador que puede llevar al r¨¦gimen al precipicio por la ausencia de contrapesos.
Su fragilidad la vemos tambi¨¦n en el plano militar, aunque parezca contraintuitivo, y no solo porque su poder¨ªo parece congelarse ante una cultura autocr¨¢tica que es incapaz de desnudar al emperador. Jacques Follorou habla de la utilizaci¨®n de drones baratos como parte del pragmatismo propio de las sociedades abiertas, y del valor que conferimos a la vida individual frente al desprecio autocr¨¢tico como activos que juegan a favor de Ucrania. Como sabemos desde la Oraci¨®n F¨²nebre de Pericles, el discurso democr¨¢tico es otro elemento de la fuerza del combate: democracia y fuerza se retroalimentan porque ¡°la palabra lleva audacia y reflexi¨®n a la acci¨®n¡± mientras ¡°a los otros, la ignorancia los hace atrevidos¡±. Por eso es extra?o que Josep Borrell diga que Europa ¡°no puede ser herb¨ªvora en un mundo de carn¨ªvoros¡±. Ni las democracias han sido herb¨ªvoras antes ni ahora son mosquitas muertas sobreviviendo como pueden entre autocracias invencibles. Ucrania muestra eso que Susan Sontang podr¨ªa decir hoy a Putin: ¡°Menospreciar la realidad es un lujo que no nos podemos permitir¡±. Por eso 143 pa¨ªses de los 193 de la ONU condenan las anexiones ilegales de Rusia. El rechazo a los vaivenes putinistas trasciende ya la ¨®rbita de influencia occidental mientras el eje ¡°revisionista¡± de Rusia se debilita: China e India no la apoyaron, aunque su neutralidad es t¨®xica. El recurso a la destrucci¨®n radical solo es la constataci¨®n de que las mentes de los hombres no son totalmente manipulables; de lo contrario, no tendr¨ªa sentido hablar de libertad. Por eso Rorty tiene raz¨®n: m¨¢s que actuar como carn¨ªvoros, empleemos nuestras energ¨ªas en seguir siendo lo que somos.