La libertad en el Madrid de D¨ªaz Ayuso
A mayor acumulaci¨®n de riqueza en la regi¨®n, peor calidad de sus servicios p¨²blicos. Es la paradoja madrile?a
La Comunidad de Madrid es la que menos invierte en pol¨ªticas sociales por habitante de toda Espa?a. Desde hace una d¨¦cada, Madrid va consolid¨¢ndose como el principal motor econ¨®mico del pa¨ªs. Esta tensi¨®n ya estructural, m¨¢s que una contradicci¨®n, es una paradoja que se resuelve sin contradicciones en el discurso aguirrista de Isabel D¨ªaz Ayuso: la idea de libertad que abandera con enorme apoyo popular es revolucionaria y la ha configurado el neoliberalismo. Se evidenci¨® el domingo pasado. ...
La Comunidad de Madrid es la que menos invierte en pol¨ªticas sociales por habitante de toda Espa?a. Desde hace una d¨¦cada, Madrid va consolid¨¢ndose como el principal motor econ¨®mico del pa¨ªs. Esta tensi¨®n ya estructural, m¨¢s que una contradicci¨®n, es una paradoja que se resuelve sin contradicciones en el discurso aguirrista de Isabel D¨ªaz Ayuso: la idea de libertad que abandera con enorme apoyo popular es revolucionaria y la ha configurado el neoliberalismo. Se evidenci¨® el domingo pasado. En El Confidencial los acad¨¦micos Santos y Fern¨¢ndez-Villaverde propon¨ªan una explicaci¨®n interesant¨ªsima sobre los factores que han motivado la sustituci¨®n de Madrid por Catalu?a en el liderazgo econ¨®mico estatal y, simult¨¢neamente, las calles del centro de la capital se llenaban de manifestantes en defensa de una atenci¨®n primaria menos precarizada. Aunque la l¨®gica del Estado del bienestar nos lleva a imaginar que deber¨ªa ocurrir lo contrario, en este caso la din¨¢mica consolidada es absolutamente la opuesta: a mayor acumulaci¨®n de riqueza en la regi¨®n, peor calidad de sus servicios p¨²blicos. Es la paradoja madrile?a.
Hace pocas semanas se public¨® la edici¨®n espa?ola de La paradoja del beneficio. El ensayo parte de una tesis contrastada e inquietante, simplifico el argumento del profesor Jan Eeckhout ¡ªinvestigador ICREA de la Universitat Pompeu Fabra¡ª. En la econom¨ªa globalizada las empresas actualmente dominantes son pocas y han consolidado esa posici¨®n gracias a su ventaja tecnol¨®gica. El poder de mercado que van acumulando les permite ir anulando la competencia en sus respectivos sectores. La falta de competencia est¨¢ directamente relacionada con el aumento de su cuota de beneficio, un aumento que a partir de la d¨¦cada de los ochenta ha sido descomunal. Y aqu¨ª la paradoja, lo sucedido en el interior de las empresas: ¡°Un desplazamiento del dinero que pasa de retribuir al trabajo a retribuir los beneficios y, por tanto, a los propietarios¡±. Lo que ha ocurrido es que, en la medida que aumentaban los beneficios, disminu¨ªa la parte del pastel que las empresas dedicaban a los salarios. Dicho con otras palabras: a mayores beneficios, hoy, mayor desigualdad.
Esa din¨¢mica econ¨®mica tiene unas consecuencias pol¨ªticas y sociales devastadoras y parece haberse naturalizado en la Comunidad de Madrid m¨¢s que en cualquier otro lugar de Espa?a. ¡°Se distingue por sus niveles de desigualdad salarial¡±, pod¨ªa leerse en las conclusiones de un informe del mes de julio de Comisiones Obreras, ¡°el crecimiento econ¨®mico no se traslada a los salarios de la mayor¨ªa trabajadora, que ve como sus ingresos siguen estancados a niveles de hace una d¨¦cada¡±. Es el precio del beneficio. Para controlar dicha din¨¢mica, Eeckhout apuesta por herramientas de pol¨ªtica econ¨®mica que regulen la competencia y eviten esa acumulaci¨®n de poder de mercado entre pocas empresas. Para evitar las consecuencias sociales de la paradoja del beneficio ¡ªla desigualdad¡ª lo necesario es la inversi¨®n en el Estado del bienestar.
Pero esas inversiones sociales, en la ideolog¨ªa neoliberal de D¨ªaz Ayuso, atentan contra su idea de la libertad porque pueden ser un freno para la acumulaci¨®n de poder de mercado en la Comunidad. Y lo ser¨ªan. Implicar¨ªan implementar una serie de pol¨ªticas contradictorias con aquellas que han priorizado un determinado modelo de crecimiento econ¨®mico y que, en este sentido, como evidencian los datos, como reiteraban Santos y Fern¨¢ndez-Villaverde, han sido exitosas. Implicar¨ªa, fundamentalmente, impugnar el principal mantra de los conservadores en la capital: la asociaci¨®n sin pecado concebida entre progreso y constante bajada de impuestos. Una asociaci¨®n que ha implicado durante los ¨²ltimos lustros agujerear la sanidad y la educaci¨®n p¨²blica para que la funci¨®n del Estado social se quede en los huesos y, como argumenta Marco d¡¯Eramo en Dominio, act¨²e como la principal herramienta de una revoluci¨®n de las clases altas contra las bajas. En Madrid ha triunfado. No me refiero a que se pretenda duplicar el gasto en Asuntos Taurinos en los Presupuestos de la Comunidad para 2023. Me refiero al gasto social. En 2021 gast¨® en pol¨ªticas sociales 2.202 euros por habitante, seg¨²n la Asociaci¨®n Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales. La que menos. La m¨¢s rica. La m¨¢s libre.