Nueva etapa en el Constitucional
Renovado el tribunal, se hace m¨¢s insostenible la caducidad del CGPJ
El Tribunal Constitucional acab¨® este mi¨¦rcoles con la anomal¨ªa de provisionalidad en la que llevaba seis meses y que amenazaba con perpetuarse con las mismas maniobras torticeras que mantienen caducado desde hace ya m¨¢s de cuatro a?os al Consejo General del Poder Judicial. Tras un trimestre de elevad¨ªsima tensi¨®n institucional, el tribunal de garant¨ªas est¨¢ renovado y este mi¨¦rcoles eligi¨® nuevo presidente, ...
El Tribunal Constitucional acab¨® este mi¨¦rcoles con la anomal¨ªa de provisionalidad en la que llevaba seis meses y que amenazaba con perpetuarse con las mismas maniobras torticeras que mantienen caducado desde hace ya m¨¢s de cuatro a?os al Consejo General del Poder Judicial. Tras un trimestre de elevad¨ªsima tensi¨®n institucional, el tribunal de garant¨ªas est¨¢ renovado y este mi¨¦rcoles eligi¨® nuevo presidente, C¨¢ndido Conde-Pumpido, un magistrado de larga trayectoria y profundo conocimiento jur¨ªdico y del Estado, quien fue fiscal general en la etapa del presidente Rodr¨ªguez Zapatero. Pero las secuelas de la instrumentalizaci¨®n pol¨ªtica por parte de la derecha de la c¨²pula judicial y del propio tribunal est¨¢n ah¨ª. El nuevo presidente sale por seis votos a cinco.
La ausencia de unanimidad en esta ocasi¨®n comport¨® a su vez otra quiebra de la tradici¨®n en el tribunal: la vicepresidenta ser¨¢ otra magistrada progresista, Inmaculada Montalb¨¢n, en lugar del candidato de la actual minor¨ªa conservadora, como se hab¨ªa hecho hasta ahora para dotar de pluralidad a los cargos del tribunal. La maniobra de los conservadores de torpedear a cualquier precio la candidatura de Conde-Pumpido y evitar a toda costa una candidatura de consenso ha acabado con la presidencia y la vicepresidencia en manos progresistas. Todo revela las heridas no cerradas que han dejado algunas de las ¨²ltimas y m¨¢s ins¨®litas resoluciones del Constitucional, en particular la declaraci¨®n de inconstitucionalidad de los decretos de alarma que el Gobierno dict¨® para contener la pandemia y, mucho m¨¢s reciente, su intromisi¨®n en la actividad del poder legislativo al impedir la tramitaci¨®n en el Senado del sistema de elecci¨®n de los miembros del tribunal que acabara con el bloqueo. El final de este bucle irresponsable de juegos pol¨ªticos alumbra la paradoja de que Conde-Pumpido se convierte en presidente con el voto de la magistrada Mar¨ªa Luisa Segoviano, a quien precisamente los conservadores presentaron en una jugada m¨¢s para impedirlo. El da?o al prestigio del tribunal tardar¨¢ en curarse y ese es el reto m¨¢s importante que tiene por delante el nuevo presidente.
Renovado el Constitucional, recuperada la normalidad en el tribunal de garant¨ªas, lo grave en t¨¦rminos cualitativos sigue siendo la perpetuaci¨®n de un atrincheramiento inaceptable del PP en un CGPJ con el mandato caducado desde hace m¨¢s de cuatro a?os. Como Bruselas ha reclamado recurrentemente, urge acabar con esta situaci¨®n, es imprescindible renovarlo y a continuaci¨®n plantear una reforma de su sistema de elecci¨®n y funcionamiento para evitar bloqueos lesivos para la calidad de nuestra democracia como el que estamos padeciendo. La lista de excusas sucesivas que el Partido Popular ha ido formulando a lo largo de estos a?os est¨¢ en las hemerotecas y perseguir¨¢ a Alberto N¨²?ez Feij¨®o durante el largo ciclo electoral que inicia Espa?a en este a?o 2023. Esta misma semana, el l¨ªder popular ha vuelto a poner sus condiciones para cumplir con un deber constitucional que debe estar al margen de discrepancias partidistas. Feij¨®o vuelve a proponer primero cambiar el sistema de elecci¨®n y luego renovar. Justo lo contrario de lo que recomienda Bruselas y la prueba m¨¢s evidente de que est¨¢ dispuesto a mantener en el ¨®rgano de gobierno de los jueces una composici¨®n elegida por la mayor¨ªa absoluta de Rajoy de hace 10 a?os. La moderaci¨®n no es un tono de voz, la moderaci¨®n no consiste en el acierto de recuperar perfiles p¨²blicos como el de Borja S¨¦mper. La moderaci¨®n se sustancia en el respeto a una instituci¨®n del calibre del Consejo General del Poder Judicial. Hoy lleva cuatro a?os y 38 d¨ªas con su mandato caducado. Fuera del respeto a la institucionalidad solo queda la senda iliberal.