Incertidumbre en Venezuela
Las protestas en la calle tienen motivaci¨®n econ¨®mica mientras se mantiene el bloqueo a la mesa negociadora con la oposici¨®n
La econom¨ªa no da tregua a Venezuela. A pesar de una mejora palpable con respecto a los peores a?os de la crisis y la reactivaci¨®n paulatina del sector petrolero, las previsiones optimistas con las que se cerr¨® 2022 no se corresponden, al menos por el momento, con la realidad. El fantasma de la hiperinflaci¨®n ha vuelto a llenar el horizonte de nubarrones y la producci¨®n de crudo no acaba de despegar. En este caldo de cultivo, se han reanudado ...
La econom¨ªa no da tregua a Venezuela. A pesar de una mejora palpable con respecto a los peores a?os de la crisis y la reactivaci¨®n paulatina del sector petrolero, las previsiones optimistas con las que se cerr¨® 2022 no se corresponden, al menos por el momento, con la realidad. El fantasma de la hiperinflaci¨®n ha vuelto a llenar el horizonte de nubarrones y la producci¨®n de crudo no acaba de despegar. En este caldo de cultivo, se han reanudado las protestas de trabajadores que demandan un aumento de salario y, una vez m¨¢s, han elevado la presi¨®n social contra el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro, a quien se espera este martes en la cumbre de la Celac (la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribe?os) en Buenos Aires.
Esta nueva oleada de movilizaciones se da en pleno proceso de negociaci¨®n entre el chavismo y la oposici¨®n, en un intento de di¨¢logo hoy estancado por la reticencia de Estados Unidos a desbloquear los activos del Estado congelados en el extranjero y las tensiones con el r¨¦gimen. Sin embargo, las marchas no tienen en esta ocasi¨®n un car¨¢cter estrictamente pol¨ªtico. En Venezuela priman las condiciones materiales, sobre todo despu¨¦s de a?os de gesti¨®n catastr¨®fica, desfalco de la petrolera estatal, PDVSA, y de sanciones internacionales. La prioridad de la sociedad es evitar la asfixia y conjurar un regreso al pasado reciente.
A las protestas se han sumado profesionales, t¨¦cnicos y obreros del sector educativo, sanitario, sider¨²rgico y metalmec¨¢nico, trabajadores de la Administraci¨®n p¨²blica y tambi¨¦n los jubilados. No les faltan motivos para salir a la calle. El salario m¨ªnimo que percibe gran parte de los empleados p¨²blicos est¨¢ fijado en 130 bol¨ªvares mensuales, que hoy equivalen a unos 6,5 euros. Aunque ese monto se multiplic¨® con respecto a los anteriores ejercicios, resulta m¨¢s que irrisorio frente a la escalada de precios: la cesta de la compra mensual roza, por ejemplo, los 370 euros. Estas circunstancias obligan a millones de personas a depender de las ayudas estatales, sobre todo de los programas alimentarios conocidos como CLAP, creando un mecanismo de compensaci¨®n que en la pr¨¢ctica favorece a los militantes y simpatizantes chavistas.
M¨¢s all¨¢ de las complicaciones que puede suponer para Maduro un nuevo frente de protestas, lo verdaderamente urgente es que el Gobierno afronte una situaci¨®n inviable. La mesa de di¨¢logo instalada en M¨¦xico logr¨® a finales de noviembre un acuerdo para aliviar la crisis humana. Esa fue una buena se?al, pero ahora la negativa del chavismo a seguir negociando si Washington no acelera el desbloqueo de los fondos, junto a la situaci¨®n ca¨®tica del bloque opositor, han vuelto a dejar en agua de borrajas el di¨¢logo. Por eso tambi¨¦n, adem¨¢s del horizonte electoral, es imperativo que hagan los esfuerzos posibles para volverse a sentar y llegar a acuerdos capaces de paliar las angustias de una gran parte de la poblaci¨®n.