Imposible
Esa monja que est¨¢ a punto de morirse no se muere. Me ocurre a m¨ª lo mismo, quiz¨¢ tambi¨¦n a usted. Todos estamos a punto de morirnos, pero continuamos misteriosamente en pie
Todo el mundo est¨¢ a punto de morirse. Eso es lo que se me ocurre ahora mismo, en el autob¨²s, ignoro por qu¨¦. Tengo poco control sobre lo que se me viene a la cabeza. Tambi¨¦n sobre lo que se me va. Hay un trasiego continuo de entradas y salidas y lo que acaba de entrar es la idea de que todo el mundo est¨¢ a punto de morirse. Esa se?ora, por ejemplo, que va sentada frente a m¨ª, en el autob¨²s, est¨¢ a punto de morirse. Lo m¨¢s probable, sin embargo, es que no se muera hoy. Llegar¨¢ a c...
Todo el mundo est¨¢ a punto de morirse. Eso es lo que se me ocurre ahora mismo, en el autob¨²s, ignoro por qu¨¦. Tengo poco control sobre lo que se me viene a la cabeza. Tambi¨¦n sobre lo que se me va. Hay un trasiego continuo de entradas y salidas y lo que acaba de entrar es la idea de que todo el mundo est¨¢ a punto de morirse. Esa se?ora, por ejemplo, que va sentada frente a m¨ª, en el autob¨²s, est¨¢ a punto de morirse. Lo m¨¢s probable, sin embargo, es que no se muera hoy. Llegar¨¢ a casa, encender¨¢ la tele, abrir¨¢ un bote de alcachofas y les dar¨¢ una vuelta en la sart¨¦n despu¨¦s de secarlas con papel de cocina. Es el problema de las alcachofas en conserva, que tienen mucha agua y conviene secarlas antes de fre¨ªrlas.
Ya me explicar¨¢ alguien por qu¨¦ se me ha ocurrido lo de las alcachofas, yo no tengo ni idea. Pero a lo mejor resulta que esta mujer es una monja que lleva un cilicio en el muslo y que vive en una peque?a comunidad de siete u ocho monjas seglares, una de las cuales se dedica a cocinar para el resto, de modo que no es preciso que recurra a las conservas. Suele cenar en compa?¨ªa de sus hermanas, sentadas todas a una mesa rectangular, de formica verde, mientras la m¨¢s joven de ellas lee en voz alta el Apocalipsis de san Juan. Todo esto, insisto, va apareciendo en mi cabeza, pero no s¨¦ qui¨¦n lo produce.
El caso que esa monja que est¨¢ a punto de morirse no se muere. Me ocurre a m¨ª lo mismo, quiz¨¢ tambi¨¦n a usted. Todos estamos a punto de morirnos, pero continuamos misteriosamente en pie. O no. Si usted se asoma a la lista de los fallecidos ayer en su ciudad, que sale en internet, ver¨¢ que muchas de las personas que est¨¢n a punto de morirse finalmente se mueren. No todas, pero bastantes. ?Que ad¨®nde quer¨ªa llegar con todo esto? A nada, no quer¨ªa llegar a nada porque llegar a algo se ha puesto imposible.