Todav¨ªa hay violadas de segunda
Protocolos como el de Barcelona facilitan que no se repitan casos de menosprecio y burla a mujeres que han sufrido abusos en discotecas
En 1990, Cristina C. acus¨® a dos hombres de haberla violado cinco veces seguidas, anal y vaginalmente, en el ba?o de un pub a la salida de la discoteca Lovely de Getafe. El caso tuvo m¨¢s trascendencia p¨²blica porque uno de ellos era primo del futbolista Emilio Butrague?o. Seg¨²n su relato, cuando acabaron, amenazaron con matarla y asesinar tambi¨¦n a su hija si se atrev¨ªa a denunciarles. Durante el juicio, el presidente de la Secci¨®n Primera de la Audiencia Provincial de Madrid pregunt¨® a la mujer, casada, si sol¨ªa p...
En 1990, Cristina C. acus¨® a dos hombres de haberla violado cinco veces seguidas, anal y vaginalmente, en el ba?o de un pub a la salida de la discoteca Lovely de Getafe. El caso tuvo m¨¢s trascendencia p¨²blica porque uno de ellos era primo del futbolista Emilio Butrague?o. Seg¨²n su relato, cuando acabaron, amenazaron con matarla y asesinar tambi¨¦n a su hija si se atrev¨ªa a denunciarles. Durante el juicio, el presidente de la Secci¨®n Primera de la Audiencia Provincial de Madrid pregunt¨® a la mujer, casada, si sol¨ªa practicar sexo anal con su marido. ¡°Si hubiese dicho que s¨ª, cosa que la mujer no quiso hacer, la sentencia contra los se?ores violadores hubiese bajado unos cuantos a?os de prisi¨®n¡±, denunci¨® Montserrat Roig en Violades de primera y violades de segona. En aquella columna que la escritora catalana public¨® en el diario Avui sobre el caso ¡ªrecopilada en Som una ganga. Textos feministes, la antolog¨ªa que edit¨® Comanegra en 2020¡ª, Roig carga contra un sistema en el que ¡°una mujer que hace lo que le da la gana con su marido es m¨¢s culpable que la que reza el rosario mientras el hombre hace lo que tiene que hacer¡±, que ¡°una prostituta violada no es lo mismo que la mujer violada de un inspector de Hacienda¡± y que ¡°ante una violaci¨®n, hay v¨ªctimas de primera y de segunda clase. Unas mujeres son menos violadas que otras¡±.
Es inevitable volver a esa columna, 30 a?os despu¨¦s, ahora que Dani Alves permanece en prisi¨®n preventiva acusado de violar a una joven en el ba?o del club Sutton de Barcelona. Qu¨¦ pertinente es leerla ahora para comprobar c¨®mo han evolucionado y mejorado los protocolos de actuaci¨®n frente a la cultura de la violaci¨®n. Y si ha pasado, ha sido gracias a la pedagog¨ªa y la presi¨®n del activismo feminista de la ¨²ltima d¨¦cada.
Un apunte a los que en Twitter han dado las gracias al ¡°crack¡± del portero del local y han elogiado al due?o de Sutton por haber animado a la joven a denunciar los hechos: nunca hubiese sido posible si la concejala barcelonesa de Derechos Sociales, Feminismos y LGTBI, Laura P¨¦rez, de Barcelona en Com¨², no hubiese lanzado en 2018 el protocolo No callem para que las discotecas y los grandes festivales musicales de la ciudad se comprometiesen a informar al Ayuntamiento de las agresiones sexuales en un m¨¢ximo de 36 horas. Un total de 1.576 trabajadores del ocio nocturno barcelon¨¦s recibieron formaci¨®n sobre la atenci¨®n adecuada a las v¨ªctimas. Porque Barcelona, en aquella ¨¦poca, era esa ciudad en la que si una se acercaba a un portero de una discoteca para decirle que un hombre te hab¨ªa agredido en la pista y hab¨ªa salido huyendo, te pod¨ªan ignorar por golfa. As¨ª le pas¨® a la joven que denunci¨® en 2016 a los responsables de seguridad de la sala Jamboree un caso de abusos y solo encontr¨® vac¨ªo y desprecio. En la denuncia que interpuso ante los Mossos, especific¨® que los dos porteros del local la menospreciaron: ¡°Si le estabas bailando, ?qu¨¦ te esperas?¡± y ¡°vete al psiquiatra, que es al ¨²nico sitio al que tienes que ir¡±, le espetaron. ¡°Me trataron de loca por denunciar una agresi¨®n sexual¡±, resumi¨® la mujer a eldiario.es.
Mientras la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, consolida un protocolo para garantizar la protecci¨®n de las agredidas, todav¨ªa quedan grietas afuera. Dani Alves ha fichado al abogado penalista Crist¨®bal Martell, el mismo que asegura que su trabajo no promueve ¡°una sociedad mejor¡± y que ¡°el feminismo est¨¢ adquiriendo en el sistema penal una voz m¨¢s all¨¢ de lo razonable¡±. Todav¨ªa hay violadas de segunda. No todos han aprendido a no tratarnos de locas.