Se busca una nueva especie de piedra Rosetta
Quien sepa deshacer el nudo que ata a generaciones de j¨®venes habr¨¢ transformado Espa?a. Para mejor
Ya todos conoc¨¦is la m¨ªtica vi?eta de Quino en la que Susanita, la amiga de Mafalda, le propone organizar banquetes de ¡°pollo y pavo y lech¨®n y todo eso¡¡± para recaudar fondos para comprar a los pobres ¡°harina, s¨¦mola, fideos y esas porquer¨ªas que comen ellos¡±. Mafalda entonces abr¨ªa esos ojos como platos que abr¨ªa ella, tan grandes que hoy ya no cabr¨ªan en la vi?eta ante lo que est¨¢ ocurriendo.
Cual Susanita moderna, la ministra brit¨¢nica de Educaci¨®n reparti¨® entrevistas esta semana luciendo su R¨®lex de 12.000 euros mientras ped¨ªa contenci¨®n salarial a los maestros; los bancos exhiben sus beneficios conseguidos gracias a la guerra como unos Mr. Scrooge del presente; energ¨¦ticas como Shell consiguen aumentar sus ganancias ?un 110% en un a?o! mientras sus clientes, sean enfermeros, profesores, ferroviarios, funcionarios o parados no alcanzan a fin de mes. Y en Espa?a, el propio presidente S¨¢nchez clama en el Senado contra la p¨¦rdida de poder adquisitivo al contarnos, como si no lo supi¨¦ramos, que una vivienda ha pasado de costar cuatro salarios anuales en 1999 a ocho en 2023. ?Pero ¨¦l no lleva cuatro a?os al mando?
La desigualdad de nuestro tiempo es obscena. La brecha entre las ¨¦lites y los ciudadanos comunes se agranda. La sanidad, herramienta clave de igualdad en nuestro Estado de bienestar, se deteriora mientras quien puede paga p¨®lizas privadas. Y los impuestos a los beneficios extraordinarios que ha aprobado el Gobierno son contestados por las ¨¦lites con total indiferencia ante la realidad com¨²n.
En el coraz¨®n de esa realidad habita un problema may¨²sculo, tal vez el mayor signo de separaci¨®n entre la gente pudiente ya establecida y los j¨®venes que empiezan. Y es la vivienda. La imposibilidad de acceder a comprar o alquilar un piso est¨¢ marcando a unas generaciones enteras destinadas a compartir, a seguir en casa de sus padres y a postergar cualquier emancipaci¨®n plena. Y luego queremos que sean adultos.
Resolver el drama de la vivienda, deshacer el nudo que ha atado y que encierra a esas generaciones en un limbo incapacitante deber¨ªa ser la prioridad de cualquier Gobierno en todos los niveles de la Administraci¨®n. La soluci¨®n al problema, sea por la v¨ªa de la vivienda p¨²blica, de los topes al alquiler, los l¨ªmites a la acaparaci¨®n de pisos o cualquier modelo que nos acerque a otros pa¨ªses europeos donde la situaci¨®n no es tan dram¨¢tica, ser¨¢ la piedra Rosetta del lenguaje de esta era. Quien la consiga, habr¨¢ transformado Espa?a. Para mejor.
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