El vigilante
En el mundo digital cualquier error que cometas, seguir¨¢ de forma perenne en la Red, como si lo estuvieras cometiendo siempre ahora mismo
¡°Piensa que cualquier cosa que firmes, un d¨ªa estar¨¢ en la mesa de tu peor enemigo en tu peor momento¡±. Esta fue la advertencia que le hizo el viejo director de una multinacional a un joven que acababa de acceder a un puesto ejecutivo en la empresa. Su aviso part¨ªa del conocimiento directo de lo m¨¢s ruin del alma humana, algo que en estos tiempos en que la violencia y la banalidad cabalgan juntas, le puede servir de lecci¨®n a quien aspire a sacar cabeza del anonimato. Lo primero que debe saber un pol¨ªtico, un l¨ªder de opini¨®n, un cient¨ªfico, un empresario, un artista famoso es que ...
¡°Piensa que cualquier cosa que firmes, un d¨ªa estar¨¢ en la mesa de tu peor enemigo en tu peor momento¡±. Esta fue la advertencia que le hizo el viejo director de una multinacional a un joven que acababa de acceder a un puesto ejecutivo en la empresa. Su aviso part¨ªa del conocimiento directo de lo m¨¢s ruin del alma humana, algo que en estos tiempos en que la violencia y la banalidad cabalgan juntas, le puede servir de lecci¨®n a quien aspire a sacar cabeza del anonimato. Lo primero que debe saber un pol¨ªtico, un l¨ªder de opini¨®n, un cient¨ªfico, un empresario, un artista famoso es que hay alguien que te vigila, que conoce tus puntos flacos, tus ca¨ªdas, los errores que has cometido, lo que has dicho o escrito, incluso aquello tan humillante, que siempre has tratado de ocultar. Ese vigilante lo sabe todo de ti y guarda tu secreto con una labor de insecto en un caj¨®n por si un d¨ªa le puede servir para anularte. Ser¨¢ en tu peor momento o cuando a ¨¦l le convenga. Hasta hace poco, durante los felices tiempos anal¨®gicos, este acecho desde la oscuridad no ten¨ªa tanto peligro, puesto que el papel o el micr¨®fono que serv¨ªan de soporte a cualquier grave desliz acababa por desaparecer podrido junto con los peri¨®dicos en el basurero y la voz de la radio al final se la llevaba el viento y ya no volv¨ªa. Pero en el mundo digital cualquier error que cometas, seguir¨¢ de forma perenne en la Red, como si lo estuvieras cometiendo siempre ahora mismo. De hecho, la Red te convierte en ese mosquito que fue atrapado por una gota de ¨¢mbar y permanece intacto desde hace un mill¨®n de a?os, solo que ahora cualquier pelanas puede devolverte a la actualidad, donde ya te espera un tribunal constituido por miles y miles de idiotas. Bastar¨¢ con que un enemigo an¨®nimo escriba tu nombre en el teclado y aparecer¨¢n en su pantalla todas tus ca¨ªdas por las que ser¨¢s una y otra vez sacrificado.