Balance de una pandemia
La respuesta a la covid en Espa?a ha exhibido un alto nivel de compromiso pol¨ªtico y social contra sus peores efectos
El 8 de febrero marc¨® un antes y un despu¨¦s en la historia reciente de Espa?a. Ese d¨ªa, las mascarillas dejaron de ser obligatorias en el transporte p¨²blico y solo lo seguir¨¢n siendo en centros sanitarios, farmacias y residencias geri¨¢tricas. La decisi¨®n se justifica en la ca¨ªda de la incidencia y de las hospitalizaciones por la covid-19, que este febrero se ha situado en la cota m¨¢s baja desde que estall¨® la pandemia: ...
El 8 de febrero marc¨® un antes y un despu¨¦s en la historia reciente de Espa?a. Ese d¨ªa, las mascarillas dejaron de ser obligatorias en el transporte p¨²blico y solo lo seguir¨¢n siendo en centros sanitarios, farmacias y residencias geri¨¢tricas. La decisi¨®n se justifica en la ca¨ªda de la incidencia y de las hospitalizaciones por la covid-19, que este febrero se ha situado en la cota m¨¢s baja desde que estall¨® la pandemia: unos 2.000 pacientes ingresados, 150 de ellos en una UCI. Dejar atr¨¢s las mascarillas significa pasar p¨¢gina al episodio m¨¢s tr¨¢gico y perturbador que hemos sufrido desde la Guerra Civil.
El alivio de dejar atr¨¢s la amenaza que motiv¨® confinamientos masivos y paraliz¨® la econom¨ªa no debe hacer olvidar el balance de muerte y sufrimiento. Hasta el pasado viernes se hab¨ªan notificado 13.748.918 casos diagnosticados y 118.976 fallecidos, aunque esta cifra no refleja todas las muertes causadas por la covid. Entre el 10 de marzo de 2020 y febrero de 2023, el exceso de mortalidad se sit¨²a en 135.850 fallecidos por todas las causas, y no cabe duda de que la principal ha sido la pandemia. La covid persistente, que afecta a cerca del 13% de los infectados, es la insidiosa secuela que ha dejado el virus. Pero el recuerdo m¨¢s amargo tiene como centro a las residencias de ancianos, en las que se han registrado m¨¢s de 35.000 muertes durante la pandemia. De las 517 investigaciones penales abiertas por diversas negligencias, se han archivado 411, ocho de cada diez.
Pero la pandemia tambi¨¦n ofrece el balance menos visible de las numerosas muertes que se han evitado gracias a las medidas adoptadas y a una respuesta pol¨ªtica, m¨¦dica y civil basada en la solidaridad y la movilizaci¨®n de recursos p¨²blicos. Contra lo sucedido en la crisis financiera de 2008, la reacci¨®n esta vez ha sido muy distinta y ha permitido minimizar los efectos sociales de la crisis y proteger a los m¨¢s vulnerables, lo que sienta un importante precedente para el futuro. Con grandes dificultades y enorme sacrificio del personal sanitario, el servicio p¨²blico de salud ha resistido, ha logrado afrontar la avalancha de hospitalizaciones y supo aplicar con gran celeridad una log¨ªstica eficaz para las vacunas. En total se han administrado 105 millones de dosis, y 40.728.617 espa?oles han recibido la pauta completa: es un ¨¦xito rotundo.
Espa?a fue el segundo pa¨ªs de la OCDE que m¨¢s aument¨® su gasto social para afrontar la pandemia, y un total de 517.000 empresas se beneficiaron en 2020, el a?o m¨¢s duro, de alguna ayuda p¨²blica. Las ayudas directas tuvieron ese a?o un coste de 21.000 millones para el erario p¨²blico, y el Gobierno habilit¨® 140.000 millones para cr¨¦ditos a trav¨¦s del ICO, lo que permiti¨® salvar a muchas empresas con cifras de morosidad que apenas llegan al 5%. La percepci¨®n de amenaza se aleja r¨¢pidamente, y a ello se debe que solo el 59% de los mayores de 60 a?os en los que est¨¢ indicada la segunda dosis de recuerdo hayan ido a vacunarse. Sin variantes peligrosas por las que preocuparse hasta el momento, la ca¨ªda de las mascarillas simboliza un cambio de ciclo que ojal¨¢ permita extraer las muchas ense?anzas que la pandemia nos ha dejado, y entre ellas, la exigencia de fortalecer el sistema p¨²blico de salud empezando por el principio: la atenci¨®n primaria.