Espa?a, el segundo pa¨ªs de la OCDE que m¨¢s elev¨® el gasto social por la covid
Los desembolsos p¨²blicos se han desinflado r¨¢pidamente tras la fuerte subida que experimentaron en 2020 en todos los pa¨ªses del club, una tendencia muy distinta a la experimentada a ra¨ªz del crac financiero
Espa?a es el segundo pa¨ªs miembro de la Organizaci¨®n para la Organizaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE) que m¨¢s elev¨® su gasto social para hacer frente al vendaval causado por la covid. En 2020, cuando un virus desconocido puso patas arriba el mundo entero, aument¨® los desembolsos p¨²blicos hasta el 31,2% del PIB, un salto de 6,5 puntos con respecto al ejercicio previo. Este incremento, que duplica el promedio del conjunto del bloque, permiti¨® insuflar financiaci¨®n adicional a la sanidad, ampliar las prestaciones por desempleo o las bajas por enfermedad en un momento en el que todas las costuras amenazaban con reventar. Solo Canad¨¢ experiment¨® un crecimiento porcentual superior (+6,9 puntos), seg¨²n datos difundidos este jueves por el organismo con sede en Par¨ªs.
La llegada de la pandemia supuso un rev¨¦s generalizado, que convulsion¨® de la noche a la ma?ana tanto las rutinas diarias como los cimientos de la econom¨ªa mundial. Todo fue distinto en esta crisis en comparaci¨®n con las anteriores. Lo fue la virulencia, con un hundimiento profundo y repentino del PIB; el origen, una emergencia sanitaria, y tambi¨¦n la respuesta que se le dio, con una expansi¨®n in¨¦dita del gasto p¨²blico. Aunque con distintas intensidades, los gobiernos abrieron el grifo para mantener la actividad y las rentas a flote durante los cerrojos forzosos que ordenaron para frenar los contagios. En los pa¨ªses de la OCDE, los desembolsos sobre el PIB crecieron unos tres puntos entre 2019 y 2020, desde el 20% hasta el 23% del PIB.
Como era previsible ante un shock causado por un virus y no por un desequilibrio econ¨®mico, el gasto cay¨® en tiempo r¨¦cord tras el bache. La OCDE estima que en 2022 la ratio se redujo en dos puntos, hasta el 21% del PIB, mientras que despu¨¦s de la Gran Recesi¨®n de 2008 la reducci¨®n fue mucho m¨¢s lenta y nunca se volvi¨® al porcentaje anterior a la debacle. Una diferencia que, seg¨²n la instituci¨®n, se justifica por el fuerte rebote de la actividad tras el periodo de los confinamientos estrictos: el PIB cay¨® un 4% en 2020, pero avanz¨® un 6% en 2021 y otro 3% en 2022 en el promedio del bloque.
En Espa?a, la ca¨ªda del PIB fue del 11%, y del 5,5% el avance en 2021. Es decir, a¨²n no se ha recuperado el terreno pedido, y quedan por pagar las facturas dejadas debido al aumento del d¨¦ficit y la deuda. En cambio, la OCDE estima que el gasto baj¨® hasta el 29,5% del PIB en 2021 y el 28,1% el a?o pasado, porcentajes m¨¢s alineados con la UE que con el club de las econom¨ªas avanzadas, de la que forman parte pa¨ªses con un escudo social muy exiguo, como M¨¦xico, o donde tienen m¨¢s peso los sistemas privados.
Efecto denominador
La subida de la ratio de gasto sobre el PIB no se debe solo a los mayores desembolsos. Parte del incremento se explica por la ca¨ªda de la actividad, que en Espa?a ha sido particularmente intensa. Es el llamado efecto denominador: si el importe del PIB ¡ªel denominador¡ª se reduce, mientras que el numerador ¡ªlos gastos¡ª crece o se mantiene estable, el porcentaje aumenta. La OCDE, sin embargo, considera que casi toda la subida del gasto p¨²blico registrado entre 2019 y 2020 se debe al crecimiento de los desembolsos: de un aumento total de 3 puntos, 2,5 se explicar¨ªan por los mayores gastos y solo 0,5 por el retroceso del PIB.
En dinero contante y sonante, esos 6,5 puntos adicionales de gasto p¨²blico que Espa?a contabiliz¨® en 2020 se corresponden a unos 70.000 millones de euros, m¨¢s o menos lo que la Agencia Tributaria recauda por IVA en un a?o. La flexibilizaci¨®n de los expedientes de regulaci¨®n temporal de empleo (ERTE) fue quiz¨¢s la medida m¨¢s notable en materia laboral aprobada por el Ejecutivo espa?ol al principio de la crisis, una herramienta de la que se llegaron a beneficiar m¨¢s de tres millones de trabajadores y que evit¨® una destrucci¨®n masiva de empleo. A ello se suman los recursos inyectados para apuntalar los servicios b¨¢sicos, con la sanidad a la cabeza.
De hecho, el incremento del gasto experimentado en 2020 en los pa¨ªses de la OCDE se debe a la mayor inversi¨®n en sanidad, que en el caso de Espa?a se ha concretado en ingentes transferencias a las administraciones regionales, encargadas de prestar los servicios b¨¢sicos. Tambi¨¦n destaca la subida de los desembolsos en prestaciones por desempleo, en las que se incluyen los ERTE en Espa?a, los programas de empleo activo o las ayudas a las rentas m¨¢s bajas, como el ingreso m¨ªnimo vital.
Independientemente de la pandemia, los cap¨ªtulos con m¨¢s peso sobre el gasto entre los pa¨ªses del club son la sanidad y las pensiones, que acaparaban el 5,8% y el 7,7% del PIB en promedio con datos de 2019. Las prestaciones por jubilaci¨®n son la partida m¨¢s ingente en muchos pa¨ªses europeos, con Grecia (15,7% del PIB) e Italia (15,9%) a la cabeza. Espa?a tambi¨¦n se sit¨²a en la franja superior (11,3%), si bien la factura estimada para este 2023 ser¨¢ muy superior, alcanzando los 190.000 millones (m¨¢s del 13% del PIB). En el otro extremo est¨¢n pa¨ªses como Chile, Islandia, Corea del Sur y M¨¦xico. En cuanto a la sanidad, en Francia, Alemania, Jap¨®n y EE UU, el gasto sobre el PIB supera el 8%, frente a porcentajes inferiores al 3% en M¨¦xico, Pa¨ªses Bajos o Suiza. Estas diferencias se deben tanto a la estructura de la poblaci¨®n ¡ªm¨¢s envejecida, m¨¢s gasto en sanidad y pensiones¡ª, como a la orientaci¨®n de los sistemas hacia una estructura m¨¢s basada en lo p¨²blico o en lo privado.
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