El feminismo de Yolanda D¨ªaz frente al revisionismo nost¨¢lgico de Tamames

Salvo cambio de guion, y como era previsible, salvo errores propios, el Gobierno de coalici¨®n saldr¨¢ reforzado de esta moci¨®n de censura que nunca debi¨® ser, como evidenci¨® el propio candidato, renunciando en m¨¢s de una ocasi¨®n a dar la r¨¦plica procedente.

La primera sesi¨®n del debate dej¨® claras varias cosas: que la moci¨®n de censura era una huida desesperada de Vox ante las malas perspectivas que lleva acumulando desde meses atr¨¢s, que Tamames se ha hecho una autoenmienda a la totalidad de su trayectoria ¡ªya de por s¨ª peculiar¡ª, que el Gobierno de coalici¨®n va a exhibir durante la campa?a hoja de servicios presumiendo de los logros obtenidos en cuatro a?os convulsos, y que Yolanda D¨ªaz va a ser candidata a la presidencia del Gobierno en las pr¨®ximas elecciones generales reivindicado el legado de este Ejecutivo y haciendo del feminismo uno de sus pilares.

En su intervenci¨®n contestando al candidato Tamames y mediante un cuidado reparto de papeles aparentemente acordado con el presidente S¨¢nchez, Yolanda D¨ªaz ha empezado a mostrar los pilares de su proyecto sin descuidar un detalle.

La vicepresidenta ha comenzado con una reivindicaci¨®n sin dudas ni titubeos del Gobierno de coalici¨®n, poniendo el ¨¦nfasis en los logros y consider¨¢ndolos compartidos, a diferencia de lo que ¨²ltimamente acostumbran hacer otros dirigentes de Podemos. Con el agradecimiento personalizado a todos y cada uno de los ministros y ministras, se ha alzado sobre todos ellos.

Ha reivindicado D¨ªaz la memoria hist¨®rica del movimiento estudiantil, del que el propio Tamames fue dirigente, del vecinal, del movimiento de los trabajadores y trabajadoras y de esas mujeres silenciadas. Su apelaci¨®n a estas fuerzas transformadoras ¡°que trajeron la democracia¡±, de las que se declara heredera, junto al papel del Partido Comunista, ha sido un potente mensaje a esas generaciones que recuerdan con orgullo su juventud y la forma en que contribuyeron a la democracia. Nada m¨¢s opuesto a lo que en ese momento en el hemiciclo simbolizaba Tamames.

D¨ªaz no ha renunciado a un repaso minucioso de las medidas tomadas para paliar la crisis econ¨®mica derivada de la pandemia, las pol¨ªticas de lucha contra la desigualdad, el escudo social, o los avances que ha hecho Espa?a en transici¨®n ecol¨®gica, entre otros. Ha pretendido as¨ª elevar una imagen de presidenciable.

Pero donde Yolanda D¨ªaz ha querido poner, sin duda, el ¨¦nfasis de su discurso ha sido en la defensa del feminismo. ¡°Una Espa?a sin mujeres es una Espa?a inviable, sin propuestas. Y usted de manera muy sorprendente solo se ha dirigido a las mujeres para reprocharnos la baja fecundidad. Parecemos no existir y nos ha puesto deberes: 2,1 hijos por mujer. Las que no cumplimos con esa ratio, ?estamos fuera de su realidad, somos inservibles?¡±. Las mujeres somos algo m¨¢s que seres reproductivos, quer¨ªa decir la vicepresidenta. Para continuar: ¡°El suyo es un discurso construido en torno a un enorme vac¨ªo, las mujeres, las que est¨¢n cambiando nuestro pa¨ªs. Pienso tambi¨¦n en las que nunca est¨¢n y nunca estar¨¢n. Las que son v¨ªctimas mortales de la violencia de g¨¦nero. No dom¨¦stica ni intrafamiliar. Violencia de g¨¦nero. Mujeres que ya no toleran la subordinaci¨®n at¨¢vica del machismo que nos recluye en un rol de gestaci¨®n, crianza y cuidados, apart¨¢ndonos de los lugares de decisi¨®n y arrebat¨¢ndonos la palabra¡±. Recalcaba as¨ª D¨ªaz que el candidato independiente Tamames estaba blanqueando a quienes niegan la violencia machista. Como colof¨®n, ha sentenciado, recogi¨¦ndolo despu¨¦s en un tuit: ¡°Bienvenido al a?o 2023, bienvenido a la Espa?a de las mujeres¡±. Esa Espa?a de la que usted me habla ya no existe, ven¨ªa a insinuar D¨ªaz.

Una mujer protagonista de la Espa?a de hoy, que exhibe gesti¨®n, feminista y progresista, frente a un var¨®n casi nonagenario que enmienda su pasado comunista.

?Qu¨¦ mejor imagen de presentaci¨®n para un nuevo proyecto pol¨ªtico? Falta saber c¨®mo lo han sentido, vivido y valorado sus compa?eras de filas.