La impotencia de Putin y los l¨ªmites de Occidente
A un a?o de la emblem¨¢tica liberaci¨®n de Bucha, Rusia se muestra incapaz de ganar militarmente, Occidente no acaba de convencer al resto del mundo y vencer econ¨®micamente
Se cumpli¨® este viernes un a?o de la liberaci¨®n de Bucha, uno de los momentos m¨¢s emblem¨¢ticos de la guerra a escala total lanzada por Vlad¨ªmir Putin con la invasi¨®n de Ucrania. Se trataba del inicio de una tarea de liberaci¨®n de territorio ocupado que cosechar¨ªa despu¨¦s considerables ¨¦xitos y de la tarea de acumulaci¨®n de pruebas de atrocidades cometidas por los invasores. El a?o transcurrido desde ese momento arroja dos grandes conclusiones: por un lado, la evidente impotenci...
Se cumpli¨® este viernes un a?o de la liberaci¨®n de Bucha, uno de los momentos m¨¢s emblem¨¢ticos de la guerra a escala total lanzada por Vlad¨ªmir Putin con la invasi¨®n de Ucrania. Se trataba del inicio de una tarea de liberaci¨®n de territorio ocupado que cosechar¨ªa despu¨¦s considerables ¨¦xitos y de la tarea de acumulaci¨®n de pruebas de atrocidades cometidas por los invasores. El a?o transcurrido desde ese momento arroja dos grandes conclusiones: por un lado, la evidente impotencia de Putin para conseguir sus objetivos pese a un esfuerzo tit¨¢nico y su consiguiente debilitamiento en la escena global; por el otro, los l¨ªmites de Occidente, que pudo frenar la agresi¨®n, pero no logr¨® arrodillar la econom¨ªa rusa ni concitar en el mundo un amplio apoyo militante a la causa contra la invasi¨®n.
No es posible saber cu¨¢l ser¨¢ la evoluci¨®n del conflicto, pero lo que observamos es que meses de enormes sacrificios, incluida una impopular conscripci¨®n obligatoria, no le han servido a Kremlin para mucho m¨¢s que avanzar metros en Bajmut. Incluso si la localidad cayera, es dudoso que se pudiera considerar una victoria con ese coste. De momento, para Rusia, el cuadro militar es un retrato de impotencia.
Pero las fuerzas del Kremlin siguen ah¨ª y la econom¨ªa rusa, pese a que las sanciones occidentales le han infligido graves da?os, no se ha derrumbado. Hay datos que indican que el sufrimiento econ¨®mico es creciente, a medida en que se van reduciendo los ingresos por venta de hidrocarburos. Pero Occidente constata que su capacidad de reacci¨®n en el plano econ¨®mico no ha sido letal. No lo es porque una gran parte del mundo sigue perfectamente dispuesta a hacer negocios con Rusia.
Hay un amplio grupo de pa¨ªses para el que la preocupaci¨®n principal es reducir las consecuencias nefastas de la tensi¨®n entre potencias y que, con toda la raz¨®n, reprocha a EE UU y varios de sus aliados el lamentable doble rasero que se ve yuxtaponiendo la ilegal y nefasta invasi¨®n de Irak y la actual posici¨®n acerca de Ucrania.
Estas justificadas argumentaciones, sin embargo, no avalan ni la posici¨®n de Lula da Silva cuando dice que Volod¨ªmir Zelenski es igual de responsable que Putin, ni la credibilidad de China como mediador. Basta escuchar las palabras de despedida de Xi Jinping al l¨ªder agresor ruso tras su reciente encuentro en Mosc¨² para saber lo que quiere China: ¡°Se est¨¢n produciendo cambios que no han ocurrido en 100 a?os. Cuando estamos juntos, pilotamos esos cambios¡±. ¡°Estoy de acuerdo¡±, respondi¨® Putin. Ello, por supuesto, no excluye que sea preciso hablar con Pek¨ªn y escuchar sus planteamientos, a la vista del enorme poder que atesora.
Pero conviene no olvidar lo que hay, e hizo bien el presidente Pedro S¨¢nchez en su comparecencia en Pek¨ªn en expresar su inter¨¦s por el ¡°documento de posicionamiento¡± de China sobre Ucrania, evitando el concepto de plan de paz ya que, de momento, no hay tal cosa; y en manifestar su apoyo al plan de Zelenski. Y bien hizo la presidenta Ursula von der Leyen en pronunciar el jueves un discurso sin pa?os calientes, que observa sin ingenuidades lo que es China: una potencia ¡°cada vez m¨¢s represora¡±, que busca un ¡°cambio sist¨¦mico del orden mundial¡± que la coloque en el centro del mismo. Claro est¨¢ que EEUU no quiere otra cosa que permanecer en el centro del orden mundial. Pero, con todos sus defectos, abundantemente comprobados a lo largo de la historia reciente, es una democracia, lo que constituye una perspectiva algo m¨¢s tranquilizadora que la de un r¨¦gimen autoritario al mando.
En este marco, en este a?o desde la liberaci¨®n de Bucha, la UE ha dado pasos de gigante. Su desvinculaci¨®n de la energ¨ªa rusa es, por s¨ª sola, una gesta realmente notable. El Alto Representante de la UE, Josep Borrell, acaba de publicar una recopilaci¨®n ordenada de notas de su blog, de discursos y otros textos ¡ªEl a?o que la guerra regres¨® a Europa¡ª que constituye un interesante, ¨²til an¨¢lisis para interpretar estos tiempos turbulentos. Tiempos que evidencian la impotencia de Putin, los l¨ªmites y las hipocres¨ªas de Occidente y la inquietante, cada vez m¨¢s expl¨ªcita, ambici¨®n de China.