La disyuntiva de Europa sobre China
La diferencia entre el enfoque de Von der Leyen y el de Macron sobre la relaci¨®n de la UE con Pek¨ªn es que el del presidente franc¨¦s conduce a una posici¨®n de debilidad de la Uni¨®n
En las ¨²ltimas semanas, dos de las figuras pol¨ªticas m¨¢s destacadas de la Uni¨®n Europea han expuesto visiones divergentes sobre c¨®mo debe enfocar el continente su relaci¨®n con China. Esto no es necesariamente malo. Con demasiada frecuencia, en los ¨²ltimos a?os, el debate europeo sobre la pol¨ªtica hacia China se ha visto coartado por pol¨ªticos reacios a decir en p¨²blico lo que realmente pensaban.
Pero de las visiones articuladas por el ...
En las ¨²ltimas semanas, dos de las figuras pol¨ªticas m¨¢s destacadas de la Uni¨®n Europea han expuesto visiones divergentes sobre c¨®mo debe enfocar el continente su relaci¨®n con China. Esto no es necesariamente malo. Con demasiada frecuencia, en los ¨²ltimos a?os, el debate europeo sobre la pol¨ªtica hacia China se ha visto coartado por pol¨ªticos reacios a decir en p¨²blico lo que realmente pensaban.
Pero de las visiones articuladas por el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, y la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, s¨®lo una ofrece un camino viable para Europa.
La agenda de ¡°des-riesgo¡± de Von der Leyen, expuesta en un discurso pronunciado en Bruselas a finales de marzo, establece un claro equilibrio entre los riesgos y las oportunidades de la relaci¨®n con un pa¨ªs que la Uni¨®n Europea ha descrito como un ¡°rival sist¨¦mico¡± durante los ¨²ltimos cuatro a?os. Se trata de una agenda que, si se aplica bien, podr¨ªa ayudar a Europa a trazar un camino distinto del que se est¨¢ desarrollando en Washington, garantizando al mismo tiempo que la alianza transatl¨¢ntica no se desgarre.
El discurso, pronunciado d¨ªas antes de que Von der Leyen se uniera a Macron en Pek¨ªn para reunirse con el presidente chino, Xi Jinping, fue de l¨ªnea dura para los est¨¢ndares europeos. Se?al¨® la creciente asociaci¨®n de China con Rusia, su uso de la coerci¨®n econ¨®mica para obligar a pa¨ªses como Lituania a alinearse con sus prioridades pol¨ªticas y las violaciones de los derechos humanos en la regi¨®n de Xinjiang que, seg¨²n las Naciones Unidas, pueden constituir cr¨ªmenes contra la humanidad.
Pero tambi¨¦n se preocup¨® de elogiar los logros econ¨®micos y la rica historia del pa¨ªs. Y dej¨® claro que Europa estaba dispuesta a cooperar con los dirigentes chinos en asuntos de inter¨¦s mutuo, como el cambio clim¨¢tico.
En el centro de la agenda de Von der Leyen estaba el mensaje de que Europa debe desarrollar su propia estrategia en lo que respecta al compromiso econ¨®mico con China. Subray¨® que la mayor parte del comercio con China no es problem¨¢tico. Pero tambi¨¦n dej¨® claro que la UE debe reducir su dependencia de China, que ha hecho a Europa m¨¢s vulnerable al chantaje que nunca de Rusia, y adoptar un enfoque m¨¢s restrictivo respecto a las transferencias de tecnolog¨ªas sensibles que Pek¨ªn podr¨ªa utilizar para modernizar su ej¨¦rcito.
Esto afectar¨ªa probablemente s¨®lo a un grupo de pa¨ªses de la UE que albergan empresas tecnol¨®gicas punteras. Pero es un paso vital para tender un puente entre la UE y EE UU en la pol¨ªtica hacia China. Tras los controles a la exportaci¨®n de equipos semiconductores avanzados que la Administraci¨®n Biden dio a conocer el 7 de octubre del a?o pasado, Washington se dispone a desplegar una serie de nuevas restricciones comerciales y de inversi¨®n dirigidas a China a lo largo de 2023. Estas medidas plantear¨¢n a los europeos una disyuntiva.
Se pueden rechazar las preocupaciones de Estados Unidos sobre las transferencias de tecnolog¨ªa, seguir como hasta ahora y correr el riesgo de que Washington presione. O se pueden desarrollar sus propias l¨ªneas rojas para el compromiso econ¨®mico con China, como defiende Von der Leyen, e intentar convencer a Washington, junto con Tokio y otros socios, de que adopte restricciones limitadas y espec¨ªficas basadas en preocupaciones leg¨ªtimas sobre la seguridad nacional.
Von der Leyen y la Comisi¨®n Europea han comprendido que aqu¨ª s¨®lo hay una opci¨®n real. Se espera que la Comisi¨®n presente los primeros elementos de una estrategia de seguridad econ¨®mica a los l¨ªderes de los Veintisiete en el pr¨®ximo Consejo Europeo de junio. Ser¨¢ importante que grandes pa¨ªses europeos como Espa?a, cuyo presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, viaj¨® a China el mes pasado, participen plenamente en este proceso. Espa?a, al igual que otros Estados de la UE, ha visto c¨®mo su d¨¦ficit comercial con China aumentaba en los ¨²ltimos a?os. En 2022 import¨® m¨¢s productos de China que de cualquier otro pa¨ªs, incluidos socios de la UE como Alemania y Francia.
La alternativa a la visi¨®n de Von der Leyen fue articulada por Macron durante su visita de tres d¨ªas a China, y en entrevistas que concedi¨® a periodistas durante el viaje. Prev¨¦ que Europa trace un camino intermedio entre Pek¨ªn y Washington.
En el mundo perfecto de Macron, Europa se opondr¨ªa a los intentos de EE UU por restringir el comercio y la inversi¨®n con China por motivos de seguridad nacional, volviendo a arriesgar en lugar de des-arriesgar. Seguir¨ªa confiando en las garant¨ªas militares estadounidenses hasta que Europa hubiera alcanzado la plena ¡°autonom¨ªa estrat¨¦gica¡± y fuera capaz de defenderse por s¨ª misma. Y se lavar¨ªa las manos en complicados enredos geopol¨ªticos lejos de sus fronteras, como Taiw¨¢n. Si esto suena a ¡°tener tu g?teau y com¨¦rtelo tambi¨¦n¡±, es porque lo es.
Europa, en palabras del presidente franc¨¦s, ser¨ªa una fuerza de paz y estabilidad frente a las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China. Y lo lograr¨ªa manteni¨¦ndose plenamente comprometida, incluso cercana, a Pek¨ªn. ¡°Creo que hay una atracci¨®n mutua entre Francia y China, una fascinaci¨®n, una amistad, un camino que quiz¨¢ sea todo nuestro¡±, afirma Macron en un v¨ªdeo de su viaje en el que parece presentar a China como un estrecho aliado de Francia y no como un rival geopol¨ªtico que se al¨ªa con la Rusia de Vlad¨ªmir Putin.
Fue Macron quien declar¨® en 2019 que la era de la ingenuidad de Europa con China hab¨ªa llegado oficialmente a su fin. No hubo se?ales de ello durante su viaje. Macron no recibi¨® ni una sola concesi¨®n de Xi sobre Ucrania, el asunto que m¨¢s le preocupaba. A pesar de ello, ofreci¨® al l¨ªder chino un regalo ret¨®rico tras otro, socavando un fr¨¢gil consenso europeo y transatl¨¢ntico sobre China. En los d¨ªas posteriores a la visita de Macron, Pek¨ªn lanz¨® extensas maniobras militares en torno a Taiw¨¢n y ha condenado a dos abogados de derechos humanos a largas penas de prisi¨®n.
Tanto Von der Leyen como Macron rechazan la idea de una desconexi¨®n econ¨®mica de gran alcance con China. Ninguno de los dos apoya la contenci¨®n o el aislamiento de la segunda econom¨ªa mundial. Ambos miran al otro lado del Atl¨¢ntico y se preocupan por el tono cada vez m¨¢s ¨¢spero del debate en Washington sobre China, especialmente en la cuesti¨®n de Taiw¨¢n.
Pero un enfoque podr¨ªa evitar una peligrosa ruptura en torno a China, tanto dentro de la Uni¨®n Europea como entre Europa y Estados Unidos. El otro corre el riesgo de conducir a una Europa debilitada, dividida y a merced de las grandes superpotencias del Este y del Oeste. Esto es lo contrario de lo que el propio Macron dice querer.