De caballos y de democracia
En una Francia convulsionada por la reforma de las pensiones, Brigitte Bardot public¨® esta semana una carta abierta en Twitter en la que insulta al hombre m¨¢s odiado del pa¨ªs, el presidente Emmanuel Macron, que tilda de ¡°ser mal¨¦fico¡±
El otro d¨ªa en Twitter, una vieja gloria del cine, icono de la nouvelle vague y una de las mujeres m¨¢s bellas de su generaci¨®n, decidi¨® sacar la artiller¨ªa pesada para atacar al hombre m¨¢s odiado de Francia en estos momentos, el presidente Emmanuel Macron. En una carta abierta, vista por 200.000 usuarios, Brigitte Bardot tildaba a Jupiter de ¡°ser mal¨¦fico¡±, ¡°pedante¡± ¡°carente de empat¨ªa y de autoridad¡±. As¨ª empezaba la dulce misiva: ¡°Se?or Macron, creo que esta carta, que le dirijo con todo mi desprecio, t...
El otro d¨ªa en Twitter, una vieja gloria del cine, icono de la nouvelle vague y una de las mujeres m¨¢s bellas de su generaci¨®n, decidi¨® sacar la artiller¨ªa pesada para atacar al hombre m¨¢s odiado de Francia en estos momentos, el presidente Emmanuel Macron. En una carta abierta, vista por 200.000 usuarios, Brigitte Bardot tildaba a Jupiter de ¡°ser mal¨¦fico¡±, ¡°pedante¡± ¡°carente de empat¨ªa y de autoridad¡±. As¨ª empezaba la dulce misiva: ¡°Se?or Macron, creo que esta carta, que le dirijo con todo mi desprecio, tal vez le haga reaccionar y tomar conciencia de su inutilidad y su cobard¨ªa. Usted est¨¢ convirtiendo a Francia en un ¡°basurero¡± que le sirve de trono, y siente un placer s¨¢dico haciendo sufrir a su pueblo, pero tambi¨¦n a los m¨¢s humildes, a los m¨¢s vulnerables [...]¡±. En el contexto de las protestas contra la reforma de las pensiones, lo m¨¢s l¨®gico ser¨ªa que Bardot se est¨¦ refiriendo a esas categor¨ªas de trabajadores que m¨¢s se ver¨¢n afectadas por el nuevo sistema. Pues nada m¨¢s lejos de la realidad. Si a¨²n no lo tienen claro, puede que el t¨ªtulo les ponga sobre la pista¡
La violencia in¨¦dita con la que Bardot se dirigi¨® al presidente de la naci¨®n se debe en verdad a un negocio poco conocido que mantiene Francia con Jap¨®n donde, por lo visto, el caballo franc¨¦s cocinado a modo de sushi es el nec plus ultra de la gastronom¨ªa ¨Dun kilo de esa carne puede valer hasta 200 euros¨D. Un comercio cuando menos sorprendente que ha desvelado recientemente un equipo de periodistas y que consiste en enviar cada a?o por avi¨®n a Jap¨®n 1.000 caballos de tiro vivos provenientes del departamento de los Pirineos Atl¨¢nticos. ¡°Un vuelo de 16 horas, sin escalas, que genera mucho estr¨¦s a los caballos seg¨²n las asociaciones de defensa de los animales, ya que tienen los o¨ªdos especialmente sensibles¡±, como cuenta el periodista Hugo Cl¨¦ment, el autor de la exclusiva. Una vez que llegan a su destino, los caballos son engordados antes de ser sacrificados.
Es comprensible que este comercio pueda despertar cierto horror, ya sea por el maltrato animal que supone o por la contaminaci¨®n ambiental que genera. Pero que un personaje p¨²blico, incluso trat¨¢ndose de una militante animalista que, por otro lado, jam¨¢s escondi¨® su afiliaci¨®n ideol¨®gica a la extrema derecha, recurra al insulto para interpelar al jefe del Estado llama la atenci¨®n. Algo que est¨¢ prohibido por la Constituci¨®n, sancionado con 15.000 euros de multa, y por lo que actualmente se est¨¢ juzgando en los tribunales a tres manifestantes. En realidad lo que demuestra el mensaje de la actriz de 88 a?os, a trav¨¦s del l¨¦xico empleado ¨D¡°marioneta despreciable¡±, ¡°triste fregona buena para limpiar la sangre y la muerte que trae a una Francia cuyas luces se han apagado¡±¨D, es el clima profundamente delet¨¦reo que se ha instalado en Francia desde que el Consejo Constitucional valid¨® la reforma de las pensiones impuesta por decreto semanas antes. En ese contexto, el ¨²ltimo discurso de Macron, destinado a apaciguar la naci¨®n pero que result¨® ser de una arrogancia y vacuidad intergal¨¢ctica, ha sido la gota que ha colmado el vaso. En Twitter los hashtags #Quemarlotodo, #Revoluci¨®n, #LouisXVI, #Varennes han reemplazado al m¨¢s convencional #Macrondemisi¨®n.
Otro hashtag, compartido 22.000 veces en Twitter, tambi¨¦n irrumpi¨® en esos d¨ªas, convirtiendo en trending topic a un personaje m¨¢s acostumbrado al silencio de su despacho en el Coll¨¨ge de France que al ruido ensordecedor de las redes: el historiador Pierre Rosanvallon. Invitado por el talk show pol¨ªtico Quotidien para analizar el discurso de Macron, la intervenci¨®n del intelectual en la que habl¨® de ¡°la crisis democr¨¢tica m¨¢s grave que ha vivido Francia desde la Guerra de Argelia¡± ha generado m¨¢s de seis millones de vistas en la red y ha sido sumamente comentada por la clase pol¨ªtica y los medios de comunicaci¨®n.
Pocas veces las palabras de un historiador han tenido tanto impacto en el debate p¨²blico. Quiz¨¢s porque su lectura de la crisis que vive el pa¨ªs galo se ajusta, como pocas, a un sentimiento, cada vez m¨¢s extendido entre la gente, de desposesi¨®n democr¨¢tica. El profesor describi¨® a un pa¨ªs fracturado, unos ciudadanos que ya no se ven representados por sus gobernantes, cansados por el desprecio manifiesto de un presidente ¡°altivo¡±, ¡°desconectado de la realidad¡± y que no conf¨ªa en los cuerpos intermedios que considera como los depositarios del viejo mundo. Un dirigente que si bien se mantuvo en la legalidad, respetando las reglas dictadas por la Constituci¨®n, carece de legitimidad en el sentido m¨¢s puro de la palabra, la legitimidad pol¨ªtica entendida como ¡°eso que se hace en conformidad con el inter¨¦s general¡±, ¡°con el sentido de la justicia¡±.
?Qu¨¦ democracia puede salir indemne sin ese di¨¢logo entre el presidente y los ciudadanos sin el cual resolver pac¨ªficamente los conflictos sociales es imposible?, se pregunt¨® en esencia Rosanvallon. Como bien recalc¨®, la democracia no es una abstracci¨®n: es ese espacio ¡°en el que todo el mundo puede sentir que su vida cuenta¡±. Algo que, evidentemente, est¨¢ fallando en la concepci¨®n que tiene del poder el exbanquero. El nuevo mundo que tanto prometi¨® hacer emerger se parece cada d¨ªa m¨¢s a una bomba de relojer¨ªa.