¡°Se ha subestimado durante mucho tiempo el aspecto ¡®positivo¡¯ del populismo¡±
Pierre Rosanvallon, referencia intelectual de la Francia contempor¨¢nea y profesor del Coll¨¨ge de France, teoriza en su ambicioso libro sobre ¡°la ideolog¨ªa ascendente¡± de este siglo

Si hay un fantasma que recorre Europa y el mundo hoy, es el del populismo. Reacci¨®n de ira, estrategia pol¨ªtica, vocablo para deslegitimar o estigmatizar al adversario pol¨ªtico, el uso del concepto es tan diverso como las realidades a las que remite. Sin embargo, renunciar a ¨¦l y volver a categor¨ªas de an¨¢lisis m¨¢s antiguas ser¨ªa perder la ocasi¨®n de entender el car¨¢cter in¨¦dito ¡°del ciclo pol¨ªtico que se abri¨® a principios del siglo XXI¡±. As¨ª lo cree Pierre Rosanvallon (Blois, Francia, 1948), cuyo ¨²ltimo libro, El siglo del populismo. Historia, teor¨ªa, cr¨ªtica (Galaxia Gutenberg), es un ambicioso intento por teorizar y definir la esencia de lo que considera ¡°la ideolog¨ªa ascendente¡± de este siglo. Una teor¨ªa del fen¨®meno, entendido como una propuesta pol¨ªtica coherente, asegura el historiador, profesor del Coll¨¨ge de France, que se niega a ver en la derrota de Donald Trump, el ¡°gran actor del iliberalismo¡±, un signo de debilitamiento de esa corriente. No se est¨¢ pasando p¨¢gina en Estados Unidos, ni el populismo va a retroceder en el mundo, cree Rosanvallon, que ha dedicado los ¨²ltimos 20 a?os al estudio de las mutaciones de la democracia contempor¨¢nea.
PREGUNTA.??Por qu¨¦ cree que el populismo es una doctrina y merece una teor¨ªa pol¨ªtica?
RESPUESTA.?Considerar el populismo simplemente como una reacci¨®n de ira o una expresi¨®n de ¡°que se vayan todos¡± no es suficiente para explicar el fen¨®meno. Existe una fatiga democr¨¢tica subyacente en la vida pol¨ªtica de muchos Estados que se expresa de manera muy amplia. Y tambi¨¦n una especie de agotamiento de la pol¨ªtica, de su capacidad de acci¨®n. Si el populismo tiene una fuerza de atracci¨®n es porque aparece como soluci¨®n a problemas contempor¨¢neos, como la crisis de representaci¨®n o las injusticias sociales. Quer¨ªa mostrar este aspecto positivo del populismo porque creo que ha sido subes?timado durante mucho tiempo. Me pareci¨® importante pasar de una visi¨®n del populismo como reacci¨®n a una visi¨®n del populismo como una propuesta pol¨ªtica positiva y propia.
P.?Llama la atenci¨®n la diversidad de los populismos, ya sea entre el de derechas y el de izquierdas o en la extrema derecha¡
R. Si se mira a las personalidades populistas de hoy, uno puede tener la sensaci¨®n de que hay una gran diversidad. Porque ?qu¨¦ puede haber en com¨²n entre Trump y Salvini, o entre M¨¦lenchon y Duterte? Pero si observamos el populismo desde las amplias categor¨ªas que lo caracterizan, podemos encontrar temas comunes que se articulan siempre de forma espec¨ªfica.
P. Pese a esas similitudes, ?no cree que hay un abuso del calificativo en el debate actual o en la caracterizaci¨®n de algunas personalidades pol¨ªticas o reg¨ªmenes?
R. Hemos visto emerger movimientos y reg¨ªmenes que no pueden ser simplemente categorizados como autoritarios, o como fascistas o dictatoriales. Existen reg¨ªmenes, como en Rusia, que se inclinan podr¨ªamos decir legalmente hacia el autoritarismo mediante la aprobaci¨®n de reformas constitucionales que permiten la elecci¨®n casi indefinida de sus l¨ªderes. La tentaci¨®n de esos reg¨ªmenes de convertirse en democraturas es un rasgo absolutamente com¨²n de los populistas, es decir, reg¨ªmenes autoritarios validados por el sufragio universal.
P.??Sirve el calificativo para estrategias adoptadas por l¨ªderes como Emmanuel Macron, que gan¨® las elecciones en 2012 oponi¨¦ndose a lo que llamaba el ¡°viejo mundo¡± de partidos tradicionales?
R.?Es dif¨ªcil comparar a Macron con Viktor Orb¨¢n, Boris Johnson o Evo Morales, pero lo que muestra la estrategia que adopt¨® en 2012 es que el populismo est¨¢ presente en la atm¨®sfera misma de las sociedades democr¨¢ticas y puede entenderse como una difusi¨®n de todo un conjunto de temas m¨¢s all¨¢ de los partidos o reg¨ªmenes de esencia estrictamente populista.
P. Dentro de las cinco caracter¨ªsticas que conforman el tipo ideal del populismo, insiste en la instrumentalizaci¨®n de las emociones.
R.?Si tuviera que destacar una aportaci¨®n importante del populismo ¡ªaunque sea muy ambigua¡ª a la democracia contempor¨¢nea, ser¨ªa el haber entendido que se gobierna tambi¨¦n de acuerdo con las emociones. Los sentimientos de pertenencia, de identidad, de rechazo determinan la visi¨®n que tienen los individuos de su papel en la sociedad. A menudo los que critican esta ideolog¨ªa no lo entienden. No se puede criticar el populismo superficialmente o limitarse a decir que promueve una democracia antiliberal. Cuando ocurre es porque la democracia liberal no est¨¢ cumpliendo su agenda. Est¨¢ en crisis.
P. Una f¨®rmula con la que Trump ha estado a punto de volver a ganar la presidencia de Estados Unidos¡ ?C¨®mo interpreta el momento pol¨ªtico?
R. Hay dos puntos esenciales. El primero: Trump ha conseguido 10 millones de votos adicionales lo que significa que el voto populista est¨¢ s¨®lidamente instalado en la sociedad y representa hoy casi la mitad de la poblaci¨®n. El segundo: el Partido Republicano ha entendido que si quiere mantener gran parte de sus representantes en el Senado tendr¨¢ que abrazar y aceptar la f¨®rmula populista. Ha pasado de ser un partido reaganista a un partido trumpiano.
P. Incluso conquist¨® el voto latino en ciertos Estados y en alg¨²n caso afroamericano¡
R. El voto latino es comprensible desde un punto de vista sociol¨®gico y psicol¨®gico. Una vez un inmigrante obtiene sus papeles y se convierte en ciudadano estadounidense es frecuente que cambie de actitud frente a la inmigraci¨®n. Es bastante m¨¢s dif¨ªcil de entender en el caso del voto afroamericano. El populismo ha hecho que la sociedad estadounidense, que sol¨ªa definirse por sus clases sociales, se defina hoy por sus identidades, en el sentido m¨¢s reaccionario del t¨¦rmino.
P. Explica en su libro que el populismo nace de las fallas intr¨ªnsecas de la democracia e insiste mucho en su fragilidad. ?Es realista pensar que la democracia occidental puede desaparecer?
R. La democracia no solo funciona con reglas de derecho, sino tambi¨¦n con una moral democr¨¢tica. Volviendo a Trump, nadie antes que ¨¦l hab¨ªa cesado a un director del FBI por no serle fiel, y no cabe duda de que con un segundo mandato hubiera seguido socavando las instituciones democr¨¢ticas. La historia est¨¢ llena de ejemplos de democracias que desaparecen. La Grecia Antigua y el Siglo de Pericles son un buen ejemplo. La democracia no es una conquista. Es un frente de batalla. Es fr¨¢gil y muere si no se renueva. Sin instituciones democr¨¢ticas vivas existe el riesgo de que los ciudadanos se cansen de ese modelo y consientan su desaparici¨®n.
P. Llama mucho la atenci¨®n la posici¨®n central que ocupan las redes sociales en la estrategia pol¨ªtica de los l¨ªderes y movimientos populistas y la escasa regulaci¨®n vigente...
R. Sin duda, la regulaci¨®n de Internet y en particular de las redes sociales es un punto central para que siga adelante la democracia. Es vital legislar porque si no, sobre muchos temas, se seguir¨¢ alegando que existe una verdad alternativa. El mejor ejemplo de esto nos lo est¨¢ ofreciendo Trump al negarse a reconocer la victoria de Biden. Una posici¨®n a la que se adhiere, sin lugar a dudas, gran parte de su electorado, que cree que hubo fraude y que la victoria dem¨®crata fue un robo. Esa franja del electorado de Trump ya no hace sociedad com¨²n con los dem¨¢s. Y esa ha sido la gran novedad, por decirlo as¨ª, de los ¨²ltimos a?os: descubrir un pa¨ªs dividido en dos bandos irreconciliables mientras que la esencia misma de la democracia consiste en pensar que existe una base com¨²n que permite hablar de esas diferencias, negociar, acordar. La regulaci¨®n de las redes tendr¨¢ que ir acompa?ada de una pol¨ªtica de educaci¨®n que inculque al ciudadano la importancia que tienen los argumentos, y que no solo existe su verdad.
P. Presenta el populismo como la ideolog¨ªa ascendente del siglo XXI, sin embargo la crisis de la covid-19 ha supuesto un golpe para la imagen de esos l¨ªderes.
R. Podemos preguntarnos si estamos presenciando una especie de punto de inflexi¨®n en el discurso populista, ya que ese discurso suele presentarse como el detentor de la verdad absoluta sobre la realidad. La dimensi¨®n objetiva de esta crisis ha arrinconado en cierta manera a los l¨ªderes populistas. Nadie puede negar esta pandemia. Por otra parte, el populismo en Europa tambi¨¦n se ha enfrentado al papel de la Uni¨®n Europea. Italia y Espa?a se encuentran entre los principales beneficiarios de lo que por primera vez calificar¨ªa de una especie de presupuestaci¨®n y oficializaci¨®n de la solidaridad entre pa¨ªses europeos. Existe una doble realidad que nadie puede ignorar: la realidad del virus y la realidad de la crisis econ¨®mica. Dicho esto, el populismo mantiene una visi¨®n de la democracia, del liderazgo y de la voluntad pol¨ªtica que conserva su poder.
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