Progresos
No s¨¦ si tiene mucho sentido salir de Buenos Aires con dos ensaimadas mallorquinas, pero si de ese modo se aten¨²an las asperezas provocadas por la globalizaci¨®n, g¨¢nese esa batalla
Vol¨¦ hace poco con dos ensaimadas desde Palma de Mallorca en la compa?¨ªa Ryanair sin que me cobraran suplemento alguno. He aqu¨ª una conquista social insuficientemente valorada. Olvid¨¦monos del salario digno, de la conciliaci¨®n, de la igualdad, retrocedamos incluso en el terreno de la sanidad p¨²blica y de la educaci¨®n y de la justicia a cambio de las dos ensaimadas. A los muy extremistas les sabr¨¢ a poco. Quiz¨¢ pretendan q...
Vol¨¦ hace poco con dos ensaimadas desde Palma de Mallorca en la compa?¨ªa Ryanair sin que me cobraran suplemento alguno. He aqu¨ª una conquista social insuficientemente valorada. Olvid¨¦monos del salario digno, de la conciliaci¨®n, de la igualdad, retrocedamos incluso en el terreno de la sanidad p¨²blica y de la educaci¨®n y de la justicia a cambio de las dos ensaimadas. A los muy extremistas les sabr¨¢ a poco. Quiz¨¢ pretendan que ese derecho, circunscrito de momento al aeropuerto balear, se extienda al resto del mundo. No s¨¦ si tiene mucho sentido salir de Buenos Aires con dos ensaimadas mallorquinas, pero si de ese modo se aten¨²an las asperezas provocadas por la globalizaci¨®n, g¨¢nese esa batalla.
En el futuro, tendremos que conformarnos con satisfacciones de este tama?o para las que el capitalismo exagerado muestra a¨²n cierta sensibilidad. Imag¨ªnense la sensaci¨®n de triunfo que experimentaremos al presentarnos en el mostrador de facturaci¨®n de Ryanair en el aeropuerto de Pek¨ªn con dos ensaimadas mallorquinas por cuyo transporte no podr¨¢n cobrarnos ni un c¨¦ntimo. Es cierto que nos habr¨¢ salido por un pico que nos las env¨ªen previamente desde Mallorca. Pero aqu¨ª hablamos de satisfacciones de orden moral y del placer de poder decir a nuestros hijos que se goza de los mismos privilegios viajando desde la capital de China que desde Palma de Mallorca. ?Qui¨¦n dice que la humanidad no progresa?
S¨ª se puede.
Bastar¨ªa con introducir el asunto en la agenda pol¨ªtica internacional de los pr¨®ximos meses. Los partidos de izquierda deber¨ªan incluirlo ya mismo en sus programas. Y los de derechas tambi¨¦n. Hay objetivos en los que nos podemos encontrar progresistas y conservadores. Ello contribuir¨ªa, adem¨¢s, a la creaci¨®n de un clima de concordia mundial semejante al que alcanzamos en Espa?a con la Constituci¨®n del 78.