Los jueces pueden salvar el mundo
Un grupo de chavales de Montana demanda a su Estado por apoyar los combustibles f¨®siles
Siempre nos quejamos, yo el primero, de la judicializaci¨®n de la pol¨ªtica, pero hay ocasiones en que esta maniobra puede tener un potencial transformador. El cambio clim¨¢tico es una cuesti¨®n pol¨ªtica de primera magnitud, y las generaciones j¨®venes no est¨¢n muy felices con la gesti¨®n de los gobiernos actuales. Les hemos visto protestar, desesperarse y repartir k¨¦tchup por las pinacotecas, hemos escuchado o fingido escuchar sus argumentos en las aulas y las cenas de navidad, sabemos que pasan mucho de sacarse el carn¨¦ de conducir o de comer fresas de un regad¨ªo ilegal, s¨ª, hemos comprobado todo eso, pero nuestra gobernanza no est¨¢ ni de lejos a la altura de sus ambiciones. Estamos da?ando de manera irreversible el mundo en el que van a vivir ellos, no nosotros. Es la definici¨®n de manual de un conflicto generacional. Y han empezado a llevar a los pol¨ªticos ante los tribunales. ?Judicializaci¨®n de la pol¨ªtica? Oh s¨ª, y ojal¨¢ dure.
De momento son solo 16 chavales de Montana, el Estado de las grandes llanuras donde se ven m¨¢s ovejas que personas, sede de la batalla de Little Big Horn y hogar del oso Yogui. Arguyen que el Gobierno estatal promueve los combustibles f¨®siles en flagrante violaci¨®n de su derecho a un ambiente limpio y saludable. La cabeza visible de esta chavaler¨ªa se llama Rikki Held, as¨ª que el caso se ha inscrito como Held versus Montana y as¨ª ha llegado esta semana a los tribunales. Montana es sobre todo una econom¨ªa agropecuaria, pero tambi¨¦n depende de la miner¨ªa del cobre y de la extracci¨®n de petr¨®leo, gas y carb¨®n, las tres grandes causas evitables del cambio clim¨¢tico. Como el derecho a un ambiente limpio est¨¢ reconocido expl¨ªcitamente en la constituci¨®n estatal, Held vs. Montana marca un hito jur¨ªdico en Estados Unidos, y seguramente ser¨¢ una inspiraci¨®n para el resto del mundo, donde tambi¨¦n hay j¨®venes muy cabreados.
De hecho, el precedente m¨¢s notable de judicializaci¨®n de la pol¨ªtica clim¨¢tica no ocurri¨® en Estados Unidos, sino en Pa¨ªses Bajos en 2013, cuando un grupo civil demand¨® al Gobierno por su pasividad frente al calentamiento. Aquello sali¨® bien, el tribunal les dio la raz¨®n y oblig¨® al Ejecutivo a recortar sus emisiones. Pero los intentos similares en Estados Unidos se han topado hasta ahora con la ¨¦lite judicial de Washington. Una acci¨®n legal de 21 j¨®venes de Oreg¨®n en 2015 (Juliana vs. Estados Unidos) se estrell¨® cinco a?os despu¨¦s contra el Tribunal Supremo. Los mentideros cient¨ªficos norteamericanos andan excitados estos d¨ªas por el nuevo caso de Montana. Esta vez los chavales no van contra el pa¨ªs entero, sino solo contra su estado. El Supremo va a tener m¨¢s dif¨ªcil bloquear eso. A veces los objetivos modestos son m¨¢s eficaces que los sue?os ambiciosos.
La moraleja es bien curiosa. Los jueces tienen en su mano salvar el mundo, porque pueden puentear la torpeza, la inacci¨®n o la perversidad de los pol¨ªticos. ?Lo har¨¢n? Ser¨¢ interesante comprobarlo. Los jueces reciben tantas presiones como los gobernantes, pero tal vez tengan m¨¢s capacidad para resistirlas y menos inter¨¦s en avenirse a ellas. A diferencia de los pol¨ªticos, pueden mirar m¨¢s all¨¢ de la miop¨ªa de una legislatura. Y tambi¨¦n tienen hijos cabreados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.