?Y despu¨¦s de Putin, qu¨¦?
La asonada de las milicias wagnerianas ha rasgado el velo y quebrado la vertical del poder. El presidente aparece ahora como d¨¦bil y fr¨¢gil, un perdedor desprestigiado, carne de golpe de Estado e incluso de magnicidio
El grupo Wagner ha sido disuelto y su jefe exilado, pero la primera medida tras el mot¨ªn fue dotar de tanques y artiller¨ªa pesada a la Guardia Nacional rusa, la temible Rosgvardia, que depende exclusivamente de Putin y protege las fronteras, las instituciones y las instalaciones estrat¨¦gicas. A nadie se le oculta el destino que le espera a Yevgueni Prigozhin, que todo se lo jug¨® y ...
El grupo Wagner ha sido disuelto y su jefe exilado, pero la primera medida tras el mot¨ªn fue dotar de tanques y artiller¨ªa pesada a la Guardia Nacional rusa, la temible Rosgvardia, que depende exclusivamente de Putin y protege las fronteras, las instituciones y las instalaciones estrat¨¦gicas. A nadie se le oculta el destino que le espera a Yevgueni Prigozhin, que todo se lo jug¨® y todo lo perdi¨® a una sola carta. Si tuvo el poder verdaderamente a su alcance, cosa que muchos dudan, ahora es ¨¦l quien est¨¢ al alcance del poder.
?Y a Putin, qu¨¦ destino le espera? Que el peligro no ha pasado para ¨¦l lo demuestra el s¨²bito reforzamiento del ej¨¦rcito presidencial, un contingente de casi 400.000 hombres sin dependencia del ministerio del Interior ni de Defensa. La asonada de las milicias wagnerianas ha rasgado el velo y quebrado la vertical del poder. El presidente aparece ahora como d¨¦bil y fr¨¢gil, un perdedor desprestigiado y pasto de las ambiciones sucesorias, carne de golpe de Estado e incluso de magnicidio. En su r¨¦gimen decadente, al contrario de lo que aconsejan los fil¨®sofos de la guerra desde Maquiavelo, proliferan las milicias privadas de las empresas mafiosas y los solapamientos entre cuerpos armados.
Si lanz¨® la agresi¨®n contra Ucrania desde la fuerza de su poder omn¨ªmodo, el fracaso de la invasi¨®n le ha desnudado. El precio de su cabeza es objeto de especulaci¨®n. Por parte de quienes piensan en su sustituci¨®n, alguno de los siloviki, los exagentes del KGB que conforman la elite del poder; pero tambi¨¦n de la diplomacia internacional de uno y otro lado, incluida la equidistante, que eval¨²a las contrapartidas necesarias para una negociaci¨®n de paz.
Marcan la agenda dos elecciones presidenciales de 2024, la de la Federaci¨®n Rusa en marzo y la de Estados Unidos en noviembre. La primera es una oportunidad para utilizarle como baza en una mesa de negociaci¨®n. Podr¨ªa renunciar a presentarse de nuevo, sea voluntariamente o a la fuerza. Podr¨ªa sufrir un percance. O un golpe como el que le quiso asestar Prigozhin hace 15 d¨ªas aunque no le se?alara a ¨¦l directamente. La segunda marca el l¨ªmite para que la OTAN aguante: mejor que la guerra haya terminado en aquella fecha por si acaso llega Trump o alguien como ¨¦l a la Casa Blanca.
Respondiendo a este calendario, Zelenski cuenta con una estrategia para un alto el fuego a conseguir antes de final de a?o, aunque solo la podr¨¢ desplegar si antes ha recuperado al menos una parte significativa del territorio en manos de Rusia, seg¨²n ha revelado el diario The Washington Post y nadie ha desmentido desde el Gobierno ucranio. Su discusi¨®n ha sido, al parecer, el objetivo de un reciente viaje a Kiev del jefe de la CIA, William Burns, el mejor especialista en canales secretos de la diplomacia estadounidense, exembajador en Mosc¨² y alguien que ya ha dirigido anteriormente negociaciones notables con los talibanes y los iran¨ªes.