Llegar a fin de mes

Cuando una familia tiene que elegir entre calentarse o comer, entre pagar el recibo del agua o el alquiler, significa que ha bajado un pelda?o en la escalera de la exclusi¨®n social. En 15 a?os se han sucedido en Espa?a tres crisis y en cada una de ellas ha aumentado el n¨²mero de hogares en extrema vulnerabilidad social. En cada una de ellas, los pobres han salido de las crisis m¨¢s pobres de lo que entraron. Eso es lo que ahora constata tambi¨¦n el ¨²ltimo informe del Banco...

Cuando una familia tiene que elegir entre calentarse o comer, entre pagar el recibo del agua o el alquiler, significa que ha bajado un pelda?o en la escalera de la exclusi¨®n social. En 15 a?os se han sucedido en Espa?a tres crisis y en cada una de ellas ha aumentado el n¨²mero de hogares en extrema vulnerabilidad social. En cada una de ellas, los pobres han salido de las crisis m¨¢s pobres de lo que entraron. Eso es lo que ahora constata tambi¨¦n el ¨²ltimo informe del Banco de Espa?a sobre la situaci¨®n financiera de las familias y las empresas. Alrededor de 1,6 millones de familias espa?olas no puede pagar las facturas de los servicios b¨¢sicos con los ingresos de que disponen, unas 370.000 m¨¢s que antes de que la guerra en Ucrania provocara una escalada de la inflaci¨®n que ha disparado los precios de la alimentaci¨®n y los servicios esenciales del hogar como la luz, el agua o la calefacci¨®n.

Pese a la recuperaci¨®n del empleo y a que la renta media de los hogares est¨¢ volviendo a los niveles previos a la pandemia, la bolsa de pobreza ha seguido creciendo. Eso es as¨ª porque, aunque la inflaci¨®n afecta a todos, su impacto es proporcionalmente mucho mayor en las rentas bajas que en las altas. El supervisor estima que desde el inicio de la guerra en Ucrania, el porcentaje de hogares en los que los ingresos no son suficientes para pagar los servicios y necesidades b¨¢sicas ha pasado del 7% al 9%. Tras el alza de la inflaci¨®n y los tipos de inter¨¦s, en el 20% de los hogares con menores ingresos los gastos esenciales han pasado de representar el 79% de la renta bruta total al 87%, mientras que en las rentas medias ha pasado del 44% al 49%.

Eso significa que en aquellos hogares con bajos ingresos, un incremento como el que se ha producido en el alquiler o en los servicios esenciales obliga a las familias a privarse de otros bienes b¨¢sicos como la alimentaci¨®n y les deja sin margen de maniobra para poder afrontar cualquier situaci¨®n imprevista. Si adem¨¢s, como est¨¢ ocurriendo, la lucha contra la inflaci¨®n comporta una fuerte subida de los tipos de inter¨¦s, las familias endeudadas se enfrentan a un mayor coste por los pr¨¦stamos, especialmente en el caso del 29% de los hogares con hipotecas de tipo variable.

El aumento de precios est¨¢ teniendo ya marcado impacto en el consumo, pero lo m¨¢s grave es el efecto a largo plazo sobre la salud de las personas afectadas. Seg¨²n un informe de C¨¢ritas, el 80% de les familias atendidas en 2022 hab¨ªan dejado de comprar productos frescos y m¨¢s de la mitad soportaban carencias alimentarias. Una peor alimentaci¨®n implica mayor tasa de obesidad y mayor riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares, adem¨¢s del impacto que la precariedad cr¨®nica tiene sobre el estado emocional y la salud mental. El informe del Banco de Espa?a no eval¨²a el impacto positivo de las ayudas decretadas por el Gobierno para paliar los efectos de la inflaci¨®n, pero est¨¢ claro que la situaci¨®n exige persistir en pol¨ªticas sociales de ayuda a los grupos m¨¢s vulnerables para que puedan cubrir las necesidades b¨¢sicas y esto es especialmente urgente en el caso del 4,1% de los hogares que no tienen ni ingresos ni ahorros suficientes para poder pagar todas las facturas del mes.