Debate a siete: gana el parlamentarismo

Esta noche vimos un debate plural celebrado en Televisi¨®n Espa?ola. Estos siete candidatos representan el parlamentarismo recogido en nuestra Constituci¨®n frente al falso presidencialismo de sistema mayoritario nost¨¢lgico de la lista m¨¢s votada, algo que deber¨ªan aprender quienes se dicen defensores de la Constituci¨®n. El debate no solo era representativo de Espa?a, sino de una democracia europea donde es habitual ver gobernar a primeros ministros de partidos que no ganaron las elecciones, por ejemplo, B¨¦lgica o Irlanda. Se entendieron perfectamente las propuestas porque no asistimos a un espect¨¢culo perturbador para distraer al espectador. A estas alturas sabemos que posverdad no es lo mismo que mentir; se trata m¨¢s bien de la creaci¨®n de un espect¨¢culo pol¨ªtico donde no hay hechos, solo interpretaci¨®n de los mismos. El hambre de confrontaci¨®n, natural en tiempo de campa?a, no cre¨® la ilusi¨®n de un careo en el que se apretujaban datos con la intenci¨®n de construir una percepci¨®n antes que de recrear la realidad.

El socialista Patxi L¨®pez iba vacunado contra esta estrategia y empez¨® fuerte. El candidato socialista iba aleccionado para representar una segunda vuelta y plantear ideas parecidas al careo Sanchez-Feij¨®o que se entendieran mejor, especialmente las contradicciones del PP con la pol¨ªtica de pactos. Se defendi¨® bien. La portavoz del PP, Cuca Gamarra, ahond¨® en la visceralidad del mantra del sanchismo, la categor¨ªa emocional que ha sustituido a la de Partido Socialista. Ya saben: ac¨²stica emocional. En general no hubo sorpresas: a pesar de la pluralidad de candidatos, se adivinaba la complicidad entre bloques. Aitor Esteban, del PNV, fue cristalino: con Vox, no. Y advirti¨®: no es una elecci¨®n presidencial, no dar¨¢n un cheque en blanco. El dirigente del PNV sabe perfectamente el papel que jugar¨¢n. Se llama parlamentarismo. Cuando Gabriel Rufi¨¢n, de ERC, o Patxi L¨®pez rebat¨ªan a Cuca Gamarra, Iv¨¢n Espinosa de los Monteros (Vox) sal¨ªa en su defensa con su punitivismo y su soberanismo clim¨¢tico. Fue especialmente pat¨¦tico el momento ¡°papiro¡± en el que sac¨® la lista enrollada con los nombres de los violadores (vinculados con la inmigraci¨®n) que la ley del solo s¨ª es s¨ª ¡°ha puesto en la calle¡±, como si a un negacionista de la violencia de g¨¦nero le interesara algo esta cuesti¨®n.

El bloque territorial tampoco dio lugar a sorpresas. Cuca Gamarra volvi¨® a vincular las estrategias pol¨ªticas del Gobierno socialista con Catalu?a con el juego de las mayor¨ªas parlamentarias, anteponiendo la identidad de los bloques a lo que deber¨ªan ser las pol¨ªticas de Estado territoriales. ?Qui¨¦n ha ganado? El parlamentarismo. Y tambi¨¦n la idea de lo que debe ser un debate. El formato, la moderaci¨®n y el moderador; la cuesti¨®n del comportamiento y ordenaci¨®n de la conversaci¨®n son esenciales. Esto prefigura que puede haber una tercera vuelta. ?Est¨¢ seguro el se?or Feij¨®o de no querer participar?