El grano ucranio
La ruptura por parte de Rusia del acuerdo para la exportaci¨®n de cereal anuncia una crisis alimentaria gigantesca en pa¨ªses que dependen vitalmente de ¨¦l
En un movimiento de graves consecuencias humanitarias, Rusia ha decidido poner fin al pacto alcanzado con Ucrania en febrero de 2022 para que, a pesar de la invasi¨®n militar ordenada por Putin, el grano del pa¨ªs pudiera seguir export¨¢ndose. La no renovaci¨®n del acuerdo vigente ha sido remachado con...
En un movimiento de graves consecuencias humanitarias, Rusia ha decidido poner fin al pacto alcanzado con Ucrania en febrero de 2022 para que, a pesar de la invasi¨®n militar ordenada por Putin, el grano del pa¨ªs pudiera seguir export¨¢ndose. La no renovaci¨®n del acuerdo vigente ha sido remachado con el bombardeo brutal de silos ucranios y pone gravemente en riesgo la subsistencia diaria de millones de personas en el planeta.
No es la primera vez que Mosc¨² amenaza con utilizar el sufrimiento de poblaciones muy vulnerables en pa¨ªses subdesarrollados como medida de presi¨®n contra la comunidad internacional que apoya a Kiev. Ya lo ha hecho en las tres ocasiones anteriores en que se ha renovado el acuerdo auspiciado por la ONU y Turqu¨ªa, pero esta cancelaci¨®n de facto del tratado llega en un momento de importante carest¨ªa alimenticia en el que cualquier retraso se traduce autom¨¢ticamente en vidas humanas perdidas. Antes de comenzar la guerra, Ucrania era el primer productor mundial de aceite de girasol con m¨¢s del 50% y estaba presente en el mercado internacional con un 10% del total del trigo, el 15% del ma¨ªz y el 13% de la cebada comercializados. El acuerdo expir¨® el pasado lunes. Rusia anunci¨® su rechazo a renovarlo ampar¨¢ndose en un presunto agravio derivado del hecho de que mientras Ucrania pod¨ªa exportar su producci¨®n no solo a los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo sino tambi¨¦n a econom¨ªas desarrolladas, Mosc¨² no podr¨ªa colocar en el mercado sus fertilizantes. Se trata de una queja que ya se ha producido en ocasiones anteriores sin que haya supuesto el fin del vital acuerdo.
El anuncio ruso del fin del acuerdo se produjo apenas horas despu¨¦s del ataque ucranio contra el estrat¨¦gico puente de Kerch, que une la ocupada pen¨ªnsula de Crimea con el territorio ruso. La infraestructura ya fue objeto de otra acci¨®n militar ucrania el pasado 8 de octubre, que logr¨® interrumpir el tr¨¢fico entre ambas orillas. En un alarde de cinismo por parte de quien est¨¢ agrediendo a poblaci¨®n civil sin tregua, Mosc¨² tild¨® la agresi¨®n de ¡°ataque terrorista¡± alegando que el puente es una infraestructura de uso no militar. Putin ha optado por aplicar las represalias no en su enemigo directo, sino en el sector de la poblaci¨®n mundial m¨¢s vulnerable para inyectar presi¨®n sobre la comunidad occidental.
La guerra contra Ucrania ya ha tenido graves consecuencias en todo el planeta. La crisis energ¨¦tica y las dificultades econ¨®micas derivadas de esta han supuesto un gran perjuicio no solo para la macroeconom¨ªa, sino para los bolsillos de las personas. Esta medida inhumana no va a repercutir en las sociedades occidentales sino en la suerte de millones de africanos que dependen para vivir del grano exportado desde Ucrania. Es una muestra m¨¢s de la ausencia de l¨ªmites en el uso de cualquier arma de guerra por parte de Putin en su particular cruzada expansionista.