Espejos en los que mirarse
Los lectores escriben sobre el auge del f¨²tbol femenino, el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso, la agricultura sostenible y sobre la necesidad de recuperar el cancionero popular espa?ol

Cuando era peque?a jugaba al f¨²tbol en campos de tierra, me apuntaba a torneos con los chicos de mi clase y era la ¨²nica chica que eleg¨ªa jugar con mis compa?eros al f¨²tbol en el tiempo libre de las actividades extraescolares. Iba a todos los sitios con mis botas de tacos, por si me cruzaba con un bal¨®n por el camino y pod¨ªa pasarme horas d¨¢ndole pases a una pared. Imagino que muchas chicas se sentir¨¢n identificadas. Sin embargo, sin referentes, ni amigas con las que compartir el f¨²tbol, ni equipos femeninos de mi edad en el pueblo, guard¨¦ las botas y balones en una caja y con ellos el placer que me aportaba practicar ese deporte. Si en esa ¨¦poca esa ni?a hubiese tenido en la pantalla de su televisi¨®n una final de un mundial femenino como la de hoy, ni se le habr¨ªa pasado por la cabeza buscar espacio en casa para esa caja. Por eso hace tiempo que soy consciente del cambio, al que creo pertenezco, y s¨¦ que las ni?as, por fin, tienen muchos espejos en los que mirarse.
Mar¨ªa Abad Algarra. Aspe (Alicante)
Puente de culturas
En el panorama pol¨ªtico espa?ol, muchos se est¨¢n rasgando las vestiduras por la decisi¨®n de la nueva presidenta del Congreso, Francina Armengol, de poder debatir en la C¨¢mara baja, aparte de en la lengua oficial, en las lenguas cooficiales como el catal¨¢n, el gallego o el euskera. Eso deber¨ªa congratularnos, pues Espa?a ¡ªcu¨¢ndo lo entender¨¢n algunos de una vez¡ª es un pa¨ªs plurinacional en el que conviven sus diversos pueblos con un acervo cultural que nos enriquece, y esto, en lugar de distanciarnos ha de acercarnos, pues las lenguas deber¨ªan ser siempre puentes de uni¨®n y entendimiento, y no de discordia..
Francisco Jos¨¦ Eguibar Padr¨®n. Madrid
Asfalto en el campo
Suelo pasear por caminos rurales. Me gusta andar por el campo en medio de la naturaleza. Pero en los ¨²ltimos seis meses han asfaltado varios de estos caminos que est¨¢n perdidos entre olivos. Con horror compruebo que la provincia de Ja¨¦n es cada vez m¨¢s un desierto con olivos. Si me paro a pensar, el tan aclamado AOVE ni siquiera es un producto de primera necesidad, y con la espectacular subida de precios se ha convertido en un producto de lujo. Me gustar¨ªa una agricultura sostenible y que aberraciones como asfaltar los caminos rurales dejaran de suceder.
Rosal¨ªa Martino Alises. ?beda
Cancionero popular
Es domingo por la tarde, en casa de mis abuelos. Est¨¢ la grabadora del m¨®vil funcionando. ¡°Mi abuela tiene un peral que cr¨ªa peras muy finas y en la ramita m¨¢s alta se cr¨ªa una golondrina¡±, canta mi abuela. Y as¨ª, domingo tras domingo, el m¨®vil se llena de notas de voz llenas del cancionero popular que mi abuela todav¨ªa recuerda. Ese cancionero, al igual que los pueblos, no debe ser olvidado porque mientras alguien las cante, las canciones siguen vivas. Mientras alguien los nombre, los pueblos m¨¢s rec¨®nditos siguen vivos, porque eso significa que no han sido olvidados. Pero hace tiempo que se olvidaron de ellos. El Gobierno tiene bol¨ªgrafo, los medios de comunicaci¨®n tienen papel y la ciudadan¨ªa todav¨ªa recuerda las canciones. Estamos a tiempo de recopilar el cancionero popular para que nunca sea olvidado.
Carla P¨¦rez Soria. Caparroso (Navarra)
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