Positivismo clim¨¢tico
Nuestro problema no es el negacionismo, sino la hipocres¨ªa. Todos los ciudadanos desean contribuir a la defensa del medio ambiente. Hasta que se tienen que rascar el bolsillo
Todos los pol¨ªticos quieren luchar contra el cambio clim¨¢tico. Hasta que ganan las elecciones. Y todos los ciudadanos desean contribuir a la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Hasta que se tienen que rascar el bolsillo.
Nuestro problema no es el negacionismo, sino la hipocres¨ªa. Somos conscientes del da?o que causamos al planeta. Seg¨²n una encuesta de YouGov en siete democracias europeas, apenas un 5% de la poblaci¨®n niega el cambio clim¨¢tico y la inmensa mayor¨ªa apoya medidas para mitigarlo, pero, sobre todo, si...
Todos los pol¨ªticos quieren luchar contra el cambio clim¨¢tico. Hasta que ganan las elecciones. Y todos los ciudadanos desean contribuir a la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Hasta que se tienen que rascar el bolsillo.
Nuestro problema no es el negacionismo, sino la hipocres¨ªa. Somos conscientes del da?o que causamos al planeta. Seg¨²n una encuesta de YouGov en siete democracias europeas, apenas un 5% de la poblaci¨®n niega el cambio clim¨¢tico y la inmensa mayor¨ªa apoya medidas para mitigarlo, pero, sobre todo, si no implican grandes sacrificios en nuestro estilo de vida. Y, seg¨²n un estudio de EsadeEcPol, la ciudadan¨ªa espa?ola es partidaria de las subvenciones a los coches el¨¦ctricos, pero hostil a prohibir los di¨¦sel o subir los impuestos. Siempre que no nos toque pagar la cuenta, el men¨² lo vemos bien.
Adem¨¢s, estas actitudes se est¨¢n polarizando. Quienes defienden pol¨ªticas m¨¢s ambiciosas son crecientemente de izquierdas. Cada vez es m¨¢s raro encontrar ecologistas vestidos con traje de chaqueta cruzada, como Carlos de Inglaterra.
La geopol¨ªtica global tambi¨¦n est¨¢ virando hacia un rumbo m¨¢s esc¨¦ptico. Los pa¨ªses n¨®rdicos, pioneros en responder a la emergencia clim¨¢tica, ya no lideran, como atestigua la intrascendente Presidencia sueca de la UE en el primer semestre. Y es que sus gobiernos, que se sol¨ªan apoyar en formaciones conservacionistas, ya fueran verdes o partidos agrarios con vocaci¨®n de proteger el medioambiente, ahora recurren a la extrema derecha negacionista.
Con un clima pol¨ªtico deteriorado no podemos reparar el clima meteorol¨®gico. El compromiso de la comunidad internacional de evitar que el calentamiento del planeta superara en 1,5 grados los niveles preindustriales parece una quimera. Nos abrasamos con olas de calor interminables e incendios incontrolables.
Pero, precisamente por este fracaso colectivo, debemos evitar el pesimismo. Hoy tenemos m¨¢s margen para el acuerdo que nunca: en la izquierda, los obsesionados s¨®lo con reducir las emisiones tienen que aceptar que, adem¨¢s, hay que invertir en adaptar nuestras casas, horarios de trabajo y sistemas de salud al ascenso de las temperaturas; y, en la derecha, quienes cre¨ªan s¨®lo en las infinitas posibilidades del ser humano para hacer lo que quisi¨¦ramos con el planeta, han visto el lado oscuro del desarrollismo.
S¨®lo hace falta que se sienten a hablar. @VictorLapuente