V¨ªctor Jara, pasado y futuro
La sentencia definitiva contra los responsables del homicidio ha alimentado la conversaci¨®n sobre el cierre del caso, el dolor del recuerdo y las consecuencias de la condena
Las torturas duraron por lo menos tres d¨ªas. Golpes en el rostro, en las manos, patadas e impactos de culata. El cuerpo de ...
Las torturas duraron por lo menos tres d¨ªas. Golpes en el rostro, en las manos, patadas e impactos de culata. El cuerpo de V¨ªctor Jara, arrojado a un descampado cerca del Cementerio Metropolitano de Santiago de Chile, recibi¨® 44 disparos y ten¨ªa 56 fracturas. El asesinato hace 50 a?os del cantautor y militante comunista es una de las heridas abiertas del golpe de Estado de Augusto Pinochet. Con ¨¦l, la barbarie ha viajado a trav¨¦s del tiempo, pero su alcance simb¨®lico es incluso m¨¢s amplio. Perpetrado por j¨®venes militares, el crimen es una muestra del horror de la naciente dictadura y medio siglo despu¨¦s del 11 de septiembre de 1973 sigue hablando de justicia, memoria y tambi¨¦n de la necesidad de consenso.
La sentencia definitiva contra los responsables del homicidio ha alimentado la conversaci¨®n sobre el cierre del caso, el dolor del recuerdo y las consecuencias de la condena. Demasiado tarde. O no, nunca es demasiado tarde para un reconocimiento de la verdad hist¨®rica, aunque llegue con enorme retraso para quienes m¨¢s sufrieron. La esposa del m¨²sico, Joan, cumpli¨® en julio 96 a?os. No hay sentencia que repare el tiempo perdido. A la vez, muchos pusieron de una forma o de otra el acento en el futuro y en las nuevas generaciones.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, public¨® una versi¨®n de Vientos del pueblo manifestando el deseo de que ¡°las juventudes recojan esta voz y melod¨ªas para traducirla a los ritmos de hoy y del futuro¡±. Y el propio Gobierno de Gabriel Boric ha hecho del porvenir el leitmotiv de uno de los v¨ªdeos difundidos para conmemorar el golpe contra Salvador Allende. ¡°Que la diversidad, la memoria, la justicia, la esperanza y el futuro se asomen por los balcones de Chile. Acu¨¦rdate del futuro¡±, exhorta la narradora. La elecci¨®n de esas palabras, que remiten al campo sem¨¢ntico de la convivencia, no es casual. El asalto de Pinochet al orden democr¨¢tico en Chile es a¨²n hoy motivo de confrontaci¨®n pol¨ªtica y social. Se vio, una vez m¨¢s, la semana pasada despu¨¦s de la condena.
Uno de los asesinos de V¨ªctor Jara, el brigadier retirado Hern¨¢n Chac¨®n Soto, se suicid¨® cuando la polic¨ªa llam¨® a su puerta para detenerlo. Ten¨ªa 86 a?os. Ese mismo d¨ªa falleci¨® el veterano l¨ªder del Partido Comunista Guillermo Teillier. Boric, que hab¨ªa acudido al velatorio, hizo una breve referencia a lo sucedido y abri¨® la caja de Pandora. ¡°Muri¨® como un hombre digno¡±, dijo en alusi¨®n a Teillier frente a ¡°otros que mueren de manera cobarde para no enfrentar a la justicia¡±. El ultraderechista Jos¨¦ Antonio Kast, dirigente del Partido Republicano, lanz¨® un tuit (o un equis) con la misma acusaci¨®n, dirigida, sin mencionarlo, a su rival pol¨ªtico: ¡°Cobarde¡±. El s¨¢bado insisti¨®: ¡°Ning¨²n llamado a la unidad sirve si el presidente Boric no se arrepiente p¨²blicamente primero de sus ofensivos dichos esta semana¡±.
La portavoz del Gobierno, Camila Vallejo, intent¨® aclarar las palabras de Boric invitando a entender el fondo de su mensaje. ¡°Cuando el presidente habla de un acto de cobard¨ªa se refiere a esa incapacidad de enfrentarse, de hacerse responsable, frente a los hechos brutales que se cometieron durante la dictadura c¨ªvico-militar y la incapacidad de asumir la responsabilidad ante la justicia¡±, escribi¨®. Y continu¨® su reflexi¨®n sobre la reparaci¨®n mencionando a los familiares de las v¨ªctimas y desaparecidos que no tuvieron respaldo del Estado y siguen sin respuestas.
La relaci¨®n entre pasado y futuro es a menudo un asunto de complejo encaje. Ocurre en Chile, que a¨²n no ha logrado sustituir una Constituci¨®n que echa sus ra¨ªces en la dictadura, y en todas las sociedades que hayan afrontado un proceso de memoria colectiva que suponga el reconocimiento de atrocidades. El escritor colombiano H¨¦ctor Abad Faciolince sostuvo que el exceso de memoria puede ser t¨®xico. Pero la memoria no deja de ser necesaria, crucial. Para el futuro. Para vivir.