Celebrar la muerte
La red evidencia en los comentarios sobre el terremoto de Marruecos el racismo galopante que pervive en Espa?a
Cuando ocurre una tragedia de las dimensiones del terremoto de Marruecos, no es f¨¢cil pasearse por X (Twitter para los humanos). Primero, porque cualquier tuit que se escriba mientras sigue subiendo el contador de los muertos tiene el gusto met¨¢lico de la frivolidad. Al menos durante las primeras horas, en las que las informaciones confirman que la devastaci¨®n empeora en un pa¨ªs que vemos desde nuestra costa. Y, despu¨¦s, por los riesgos del ...
Cuando ocurre una tragedia de las dimensiones del terremoto de Marruecos, no es f¨¢cil pasearse por X (Twitter para los humanos). Primero, porque cualquier tuit que se escriba mientras sigue subiendo el contador de los muertos tiene el gusto met¨¢lico de la frivolidad. Al menos durante las primeras horas, en las que las informaciones confirman que la devastaci¨®n empeora en un pa¨ªs que vemos desde nuestra costa. Y, despu¨¦s, por los riesgos del scroll que ya pueden imaginar. ¡°Pocos me parecen¡±; ¡°que la fiesta no pare¡±; ¡°empezar¨¦ una pata de jam¨®n de cerdo para celebrarlo¡±; ¡°en Espa?a hoy se brinda¡±; ¡°justicia divina¡±; ¡°se celebra¡±... Personas que se alegran con las muertes de ni?os, de ancianos, de adultos... Lo mejor es aferrarse a la idea de que son cr¨ªos, gente sola, con poca fortuna y menos amor, o el ¨²ltimo colgado de la barra del bar. Una lectura buenista ¡ªwoke, para los que prefieran el insulto¡ª que no funciona ante la actuaci¨®n estelar de S¨ªlvia Orriols, la alcaldesa de Ripoll (Girona), de la ultraderechista y xen¨®foba Alian?a Catalana. B¨²squenla ustedes mismos si tienen ganas.
La mayor¨ªa de los comentarios se arremolinan en subgrupos tem¨¢ticos, agazapados en las respuestas a los dirigentes pol¨ªticos que han lamentado la cat¨¢strofe (no cuenten entre ellos a Santiago Abascal, al menos hasta la noche de este domingo). Los hay que abrazan la m¨¢xima de la extrema derecha de primero los de aqu¨ª. ¡°Ya se est¨¢n cociendo unos milloncitos de ayudas para jovenlandia¡±; ¡°lo peor es que ayudar¨¢ m¨¢s a Marruecos. Bueno, les ayudaremos, porque es nuestro dinero¡±; ¡°?que me alegro del terremoto en Marruecos? Pues no. ?Que estoy en contra de ayudarles? Pues s¨ª¡±.
Tambi¨¦n hay quienes consideran que los marroqu¨ªes son un hatajo de delincuentes. ¡°A los que han robado, asaltado y violado, les hablas del ¡®querido pueblo marroqu¨ª¡¯ (¡) Si tanto lo quieres, vete con ellos¡±; ¡°a ver si mont¨¢is un barco, y les envi¨¢is 1.000 o 2.000 de esos ilegales que nos han entrado en el ¨²ltimo mes para que ayuden a sus compatriotas a retirar escombros, en vez de estar delinquiendo en Espa?a¡±; ¡°los que sufrimos la delincuencia diaria por culpa de vosotros que import¨¢is ilegales asalvajados, nos importa una reput¨ªsima mierda lo que les pase all¨ª donde fabrican asesinos, terroristas y violadores¡±.
Y los que lo no lo pueden evitar: ven los cascotes enterrando vivas a miles de personas y lo primero en lo que piensan es en los atentados terroristas del Estado Isl¨¢mico. ¡°Ahora tengo en la cabeza los moros que atentaron en las ramblas de Barcelona. ?Alguien tiene el v¨ªdeo del rey de Marruecos afectado y pidiendo perd¨®n?¡±; ¡°estoy tan afectada por el terremoto de Marruecos como la comunidad marroqu¨ª por el 11-M, el 17-A, el 14-N en Par¨ªs, el 14-J Nice, etc¨¦tera¡±. A ellos les siguen quienes temen que los supervivientes de la cat¨¢strofe encima tengan el descaro de migrar a Espa?a: ¡°Si hasta ahora llegaban marroqu¨ªes sin ninguna necesidad, atra¨ªdos por la ventaja de vivir sin trabajar, prepar¨¦monos por el alud de verdaderamente necesitados por el terremoto¡±.
¡°La inmens¨ªsima mayor¨ªa de los tuits que he visto sobre Marruecos han sido de todo tipo de gente (desde famosos y dirigentes hasta gente random) consternada por la cat¨¢strofe. He visto m¨¢s gente quej¨¢ndose de los desalmados que tuits de los desalmados¡±, escribe el divulgador Pedro Torrijos en la red social. ¡°Buscad en los lugares adecuados¡±, a?ade, cargado de raz¨®n y ofreciendo un poco de ox¨ªgeno a quienes leemos consternados tales comentarios. Otra usuaria le recuerda que eso tiene un nombre: la c¨¢mara de eco. Seguir a quien piensa como t¨² para reforzar las propias ideas. Vivir como si el racismo no creciese galopante a nuestro alrededor.