?La amnist¨ªa como soluci¨®n?
Los lectores escriben sobre la petici¨®n de los independentistas catalanes para apoyar la investidura de S¨¢nchez, el alzh¨¦imer, la conducci¨®n de los noveles y el estado de la docencia
El independentismo catal¨¢n sigue enrocado en su idea de buenos y malos. De maltratados y maltratadores. De verdades y mentiras. Ante un problema tan complejo, no se puede acudir a una negociaci¨®n con una ¨²nica soluci¨®n. En ella la pausa, la escasez de l¨ªneas rojas, el no imponer solo una parte las condiciones, las concesiones mutuas, son imprescindibles para un resultado justo y duradero. Pretender una ley de amnist¨ªa por la v¨ªa r¨¢pida a cambio de unos votos para la reelecci¨®n de S¨¢nchez no es ...
El independentismo catal¨¢n sigue enrocado en su idea de buenos y malos. De maltratados y maltratadores. De verdades y mentiras. Ante un problema tan complejo, no se puede acudir a una negociaci¨®n con una ¨²nica soluci¨®n. En ella la pausa, la escasez de l¨ªneas rojas, el no imponer solo una parte las condiciones, las concesiones mutuas, son imprescindibles para un resultado justo y duradero. Pretender una ley de amnist¨ªa por la v¨ªa r¨¢pida a cambio de unos votos para la reelecci¨®n de S¨¢nchez no es la soluci¨®n del conflicto. Es adormecerlo, enmascararlo. No es solo un problema pol¨ªtico. Tambi¨¦n lo es legal. Sin respeto a las leyes y a las decisiones de los jueces, no hay democracia sino tiran¨ªa. En aspectos tan trascendentales para el funcionamiento del pa¨ªs y el bienestar de todos los ciudadanos hay que medir mucho, por ambas partes, todos los pasos a dar; todas las concesiones. Seguir insistiendo en que lograr¨¢n sus objetivos por las buenas o por las malas, no ayuda a resolver el problema.
Manolo Romasanta Touza. Sig¨¹eiro (A Coru?a)
Alzh¨¦imer
A¨²n recuerdo cuando con apenas 10 a?os, el Alzh¨¦imer me abofete¨® el d¨ªa que fui a ver a mi abuelo Rafael y no me reconoci¨®. Tambi¨¦n recuerdo el llanto desconsolado de mi padre, cuando semanas m¨¢s tarde, no pod¨ªa creerse que mi abuelo no se acordase de su hijo. Una enfermedad que acaba con la memoria, pero deja unos recuerdos que duelen. El Alzh¨¦imer, la enfermedad que padece el paciente y sufren los familiares. Quien lo ha sufrido de cerca, lo sabe.
Juan Antonio Pav¨®n Carre?o. Dos Hermanas (Sevilla)
Respeto al conducir
Soy una conductora novel y s¨ª, a veces me cuesta entrar en las rotondas cuando hay mucho tr¨¢fico. Adem¨¢s, me gusta estar en el carril derecho antes de salir de ellas. Pero ni lo primero es justificaci¨®n para recibir reiterados pitidos de claxon, ni lo segundo lo es para que otros conductores que quieran salir, err¨®neamente, desde el carril interno se enfaden y la tomen conmigo. A los conductores noveles se nos debe comprensi¨®n. Rousseau dec¨ªa que el ser humano era bueno por naturaleza, que la empat¨ªa le era intr¨ªnseca. Pero salta a la vista que el coche y la conducci¨®n no tardan mucho en corromperlo. Una prueba m¨¢s de que del deber ser al ser hay un salto y muchos no est¨¢n dispuestos a saltarlo.
Ainara Quir¨®s Castro. Madrid
Ya est¨¢: abandono la docencia
Me han vencido. Impart¨ª ingl¨¦s durante 10 a?os con metodolog¨ªas novedosas, siempre nos divert¨ªamos. Volver¨¦ cuando la Administraci¨®n nos respete y apoye en ratios y recursos; cuando, si me apuntan con una pistola de pl¨¢stico, direcci¨®n me apoye y no diga que no es para tanto; cuando se acaben las sonrisas socarronas por parte del alumnado mientras cuestionan derechos b¨¢sicos blandiendo argumentos de youtubers reaccionarios; cuando no te digan ¡°mucho texto¡± por pedir que lean tres p¨¢rrafos; cuando vuelvan a emocionarse por algo ajeno al m¨®vil; cuando no vuelva a casa pensando ¡°?c¨®mo voy a recuperar mi autoestima despu¨¦s de este d¨ªa?¡±. En definitiva, cuando se acabe esta anomia social. Los docentes intentamos combatirla, pero solos no podemos.
Esther Villard¨®n Grande. Madrid