Gasoductos que justifican un nuevo genocidio armenio

Frente a su demanda insaciable de energ¨ªa, Europa se encuentra hoy en un dilema ¨¦tico y pol¨ªtico a la hora de asegurar el suministro de gas. ?Se puede permitir aceptar el gas que ofrece un r¨¦gimen dictatorial acusado de violaciones de derechos humanos y cr¨ªmenes de lesa humanidad? ?Y los beneficios econ¨®micos de semejante acuerdo justifican que el mundo occidental sea part¨ªcipe, aun indirectamente, en una limpieza ¨¦tnica?

Mientras la pura ¨¦tica y los valores de la UE exigen un ¡°no¡±, los l¨ªderes europeos han optado por un rotundo ¡°s¨ª¡±.

Tras la guerra que se produjo entre Azerbaiy¨¢n, la autoproclamada Rep¨²blica de Nagorno-Karabaj (Artsaj) y Armenia en el a?o 2020, la invasi¨®n por parte del primero de m¨¢s del 70% de la regi¨®n, las masacres y la deportaci¨®n forzosa de la poblaci¨®n armenia aut¨®ctona de Artsaj, la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, se reuni¨® con el dictador de Azerbaiy¨¢n, Ilham Aliyev, el 18 de julio de 2022 con el fin de formalizar un acuerdo alternativo al gas ruso. Y ello, sin mencionar que el gigante ruso Gazprom y la empresa azer¨ª SOCAR, precisamente en noviembre de 2022, concretaron un acuerdo para importar gas ruso a Azerbaiy¨¢n para ¡°uso dom¨¦stico¡±. Ir¨®nico: Azerbaiy¨¢n ostenta una puntuaci¨®n de apenas 9 puntos (de un m¨¢ximo de 100) en el ¨ªndice de democracias de Freedom House, que considera especialmente el respeto por las libertades individuales, mientras que Rusia obtuvo 16 puntos.

Asimismo, los ingresos generados por la exportaci¨®n de gas han permitido al clan Aliyev mantener su control f¨¦rreo sobre la poblaci¨®n de Azerbaiy¨¢n, financiar una maquinaria represiva y lanzar nuevos ataques contra la poblaci¨®n civil de la regi¨®n de Artsaj.

Despu¨¦s de m¨¢s de nueve meses de bloqueo del corredor de Lach¨ªn, la ¨²nica conexi¨®n de Artsaj con el mundo, y a pesar de la orden de la Corte Penal Internacional de abrir las v¨ªas de comunicaci¨®n con car¨¢cter inmediato, Azerbaiy¨¢n, con el apoyo de Turqu¨ªa, lanz¨® un nuevo ataque el 19 de septiembre de 2023 contra los 120.000 armenios de la regi¨®n, 30.000 de ellos ni?os, bombardeando las ¨¢reas residenciales, hospitales y escuelas. Al igual que en la guerra de 2020, nuevamente han desaparecido miles de personas, se han registrado casos de mutilaciones, torturas y asesinatos de civiles, as¨ª como robos a los muertos y profanaci¨®n de cad¨¢veres por parte de las fuerzas azerbaiyanas. La barbarie fue tal que las autoridades de Artsaj capitularon en 24 horas, rindieron sus armas y programaron la disoluci¨®n la Rep¨²blica de Nagorno-Karabaj y de todas sus instituciones democr¨¢ticas.

D¨ªas despu¨¦s, Azerbaiy¨¢n, de manera calculada, levant¨® el bloqueo, pero solo en la direcci¨®n de salida hacia Armenia. Sin ninguna presencia internacional en el terreno que garantice la protecci¨®n de los derechos y libertades de los ciudadanos de Artsaj ante la armenofobia fomentada por el r¨¦gimen de Aliyev, estos se han visto obligados a decidir entre la muerte o el ¨¦xodo. Mientras que m¨¢s de 100.000 armenios dejaban su tierra ancestral para huir a Armenia, las fuerzas azerbaiyanas implementaron detenciones arbitrarias contra su ¨¦lite.

Asimismo, Europa ha sido testigo de la desaparici¨®n de un Estado democr¨¢tico, conquistado por la fuerza por un Estado dictatorial que ha llevado a cabo una limpieza ¨¦tnica y desencadenado una terrible crisis humanitaria en la regi¨®n.

Se podr¨ªa haber evitado. A pesar de los numerosos llamamientos de organizaciones internacionales como Genocide Watch y Lemkin Institute for Genocide Prevention, y personalidades como el Sr. Luis Moreno Ocampo, el primer fiscal jefe de la Corte Penal Internacional, alertando sobre el genocidio Armenio debido a la hambruna provocada por el bloqueo del corredor de Lach¨ªn, la respuesta de la comunidad internacional ha sido insuficiente. Las declaraciones por parte de los gobiernos de pa¨ªses como EE UU o los miembros de la UE han sido vac¨ªas de contenido, sin valorar siquiera la ineficacia de una delegaci¨®n enviada por las Naciones Unidas a Nagorno-Karabaj tras la limpieza ¨¦tnica ya acometida por parte de Azerbaiy¨¢n.

?Por qu¨¦ solo meras declaraciones, cuando se ha abandonado a la poblaci¨®n armenia de Nagorno-Karabaj a su suerte? ?Por qu¨¦ no sancionar a Azerbaiy¨¢n y proteger a la poblaci¨®n aut¨®ctona de la regi¨®n, tal como se hizo contra el Gobierno de Rusia en el caso de Ucrania? ?Por qu¨¦ no enviar tropas de interposici¨®n u observadores internacionales para garantizar que los refugiados puedan regresar a sus hogares?

Estas preguntas, cuyas respuestas se pierden en los gasoductos, ofrecen a Azerbaiy¨¢n una carta blanca para seguir exterminando a la poblaci¨®n armenia de la regi¨®n. Poco importa ya que ese gas se haya pagado con la sangre inocente de los armenios. Mientras, el apetito del r¨¦gimen de Aliyev crece y ya ha amenazado con una intervenci¨®n militar en el sur de la Rep¨²blica de Armenia, en la regi¨®n de Syunik.