Por Palestina y por Israel
Ham¨¢s terminar¨¢ derrotado militarmente, pero no su idea autoritaria y reaccionaria de un Estado regido por la ley isl¨¢mica
Contra el antisemitismo y la islamofobia. Frente al supremacismo judeocristiano y al islamismo fundamentalista y yihadista. Contra Donald Trump y Ali Jamenei. A favor de los derechos de los palestinos y de los derechos de los jud¨ªos. Con la kip¨¢ y la kufiya, la estrella de David de la bandera blanquiazul israel¨ª y los colores verde, blanco, negro y rojo de la ense?a palestina. ?O hay que soportar acaso la tr¨¢gica incompatibilidad dictada por los extremismos excluyentes y las prohibiciones que e...
Contra el antisemitismo y la islamofobia. Frente al supremacismo judeocristiano y al islamismo fundamentalista y yihadista. Contra Donald Trump y Ali Jamenei. A favor de los derechos de los palestinos y de los derechos de los jud¨ªos. Con la kip¨¢ y la kufiya, la estrella de David de la bandera blanquiazul israel¨ª y los colores verde, blanco, negro y rojo de la ense?a palestina. ?O hay que soportar acaso la tr¨¢gica incompatibilidad dictada por los extremismos excluyentes y las prohibiciones que entienden como un insulto o un delito contra la integridad de unos lo que es el s¨ªmbolo de la identidad de otros?
Para evitar que la cat¨¢strofe siga extendi¨¦ndose hace falta la tregua. Que callen las armas. Que los rehenes sean liberados. Que agua, electricidad y alimentos lleguen a los gazat¨ªes. Que heridos, enfermos y reci¨¦n nacidos sean cuidados en hospitales a salvo de bombardeos. Que cese la triste procesi¨®n de refugiados obligados a abandonar sus hogares. Que sean rescatados los cad¨¢veres de las ruinas y enterrados decentemente.
No bastan las pausas de cuatro horas, que sirven m¨¢s para las transferencias forzadas de poblaci¨®n que para recuperar la normalidad civil. Hace falta una tregua aut¨¦ntica, al menos de tres d¨ªas. O m¨¢s larga todav¨ªa, como ha pedido Joe Biden. De donde nazca una suspensi¨®n permanente de las hostilidades y luego la agenda para la paz. El Gabinete de Netanyahu la rechaza, porque la identifica con su renuncia a la victoria, es decir, a la desaparici¨®n de Ham¨¢s, ¨²nico desenlace que admite para esta guerra. Comete un error que quiz¨¢s le dar¨¢ una moment¨¢nea satisfacci¨®n, pero a la larga conducir¨¢ a Israel a una fat¨ªdica derrota.
En solo un mes de guerra, el precio en vidas y en destrucci¨®n excede cualquier rendimiento razonable para Israel. Es enorme el da?o sufrido en la imagen del Estado sionista y en sus simpat¨ªas internacionales. Ah¨ª est¨¢ su soledad en la votaci¨®n de la Asamblea General de Naciones Unidas, solo compensada por el incondicional apoyo de Estados Unidos y Alemania. La siembra de desesperaci¨®n de hoy es la cosecha segura de un ma?ana amenazante, sin paz ni convivencia con los palestinos, sin fronteras reconocidas y necesitado por tanto de una permanente militarizaci¨®n de su sociedad.
Probablemente la rama armada de Ham¨¢s ser¨¢ exterminada, pero ser¨¢ dif¨ªcil que desaparezca su rama pol¨ªtica, y menos todav¨ªa la idea terror¨ªfica de un Estado como el Ir¨¢n de los ayatol¨¢s entre el Jord¨¢n y el Mediterr¨¢neo, regido por la shar¨ªa y solo para musulmanes. Aunque sea derrotado en el campo de batalla, Ham¨¢s ha obtenido ya una siniestra victoria en el combate de las ideas y en el liderazgo de la causa palestina, que concierne e inquieta a todos cuantos aman a la vez a Israel y a Palestina y lloran por igual a todas las v¨ªctimas.