?Y lo estabais buscando?
Est¨¢ feo preguntar a las mujeres cu¨¢ndo piensan quedarse embarazadas. Pero no hay conciencia sobre lo improcedente de interrogar a las embarazadas sobre si deseaban estarlo o fue de penalti
Hace un par de semanas, una amiga se plant¨® en mi casa a las ocho de la noche y sin avisar, como si esto fueran los noventa. Nos pill¨® en mitad del caos, con el de un a?o restreg¨¢ndose el pur¨¦ por el pelo y el de dos pregunt¨¢ndonos que d¨®nde estaba su capa de Batman mientras daba saltitos. ...
Hace un par de semanas, una amiga se plant¨® en mi casa a las ocho de la noche y sin avisar, como si esto fueran los noventa. Nos pill¨® en mitad del caos, con el de un a?o restreg¨¢ndose el pur¨¦ por el pelo y el de dos pregunt¨¢ndonos que d¨®nde estaba su capa de Batman mientras daba saltitos. Los juguetes regados por el suelo completaban una escena bastante anticonceptiva, pero mi amiga se hab¨ªa plantado en mi casa a las ocho de la noche y sin avisar para anunciarnos que su bando no era el de los cobardes: estaba embarazada.
En esas apareci¨® mi madre, que tras las felicitaciones de rigor comenz¨® con las preguntas: que si ten¨ªa n¨¢useas, que cu¨¢ndo sal¨ªa de cuentas. Todas ellas rutinarias hasta que lleg¨® el colof¨®n: ¡°?Y lo estabais buscando?¡±, le dijo.
Mi amiga tiene 32 y lleva m¨¢s de 15 a?os junto al que desde hace dos es su marido. Pero si tuviera 10 a?os menos o no tuviera pareja, habr¨ªa sido una pregunta igual de improcedente. De un tiempo a esta parte nos han venido insistiendo en que est¨¢ feo preguntarle a las mujeres cu¨¢ndo piensan quedarse embarazadas. Sin embargo, no hay conciencia ninguna sobre lo improcedente que es interrogar a las embarazadas sobre si deseaban estarlo o fue de penalti.
Porque la pregunta ¡°?lo estabais buscando?¡± encierra en s¨ª misma una afirmaci¨®n: que habr¨ªa alguna diferencia entre los beb¨¦s buscados y los encontrados. Que ser¨ªan de alg¨²n modo distintos, lo cual implicar¨ªa asumir o bien que la conciencia que uno pone en el desparrame energ¨¦tico y glutinoso que es el coito influye en su fruto, o bien que uno amar¨¢ de manera distinta ese fruto dependiendo de si ha sido concebido con conciencia o sin ella. Lo curioso es que las personas a las que m¨¢s he visto hacer la preguntita de marras, los boomers, suelen presumir de no creer m¨¢s que en la ciencia. Y en un alt¨ªsimo porcentaje ¡°no fueron buscados¡±, por eso son la ¨²ltima generaci¨®n en la que tener dos, tres o cuatro hermanos es algo habitual.
Pero la pregunta dice m¨¢s de nuestro tiempo que de los boomers, porque lo que realmente subyace en el ¡°?y lo estabais buscando?¡± es la idea de que lo ¨²nico que merece ser valorado, que lo ¨²nico incluso que merece ser vivido es aquello que uno elige. Un pensamiento que se ramifica en otros, del mito capitalista del hombre hecho a s¨ª mismo al rechazo progresista a aquello que no se escoge, ya sea la familia, la patria, el sexo biol¨®gico o la propia vida. Para nosotros, los modernos, lo heredado es casi siempre servidumbre y rara vez regalo. Desde nuestro estrecho punto de vista, la libertad solo puede residir en rechazar aquello que nos ha sido impuesto, casi nunca en aceptarlo e incluso amarlo.
Mi amiga le respondi¨® a mi madre con total normalidad que s¨ª, que su beb¨¦ era buscado, porque igual soy yo la ¨²nica a la que esa pregunta se le hace extra?a, quiz¨¢ es que me estoy haciendo vieja o idiota. Sobre la mesa del sal¨®n, cerca del plato de pur¨¦ que mi hijo se afanaba por desparramar, hab¨ªa una felicitaci¨®n navide?a. En ella aparec¨ªa la Sagrada Familia, recuerdo eterno de lo que celebramos estos d¨ªas: el infinito amor que trajeron quienes fueron tan libres como para decir s¨ª a lo no elegido: primero al pesebre, luego a la cruz. La llegada del ni?o que alumbr¨® el mundo. Y de la madre de luz que naci¨® con ¨¦l.