Lo progresista es dar dos pasos atr¨¢s
Muchos nos preguntamos por qu¨¦ el pediatra nos recomienda que no expongamos a nuestros hijos a pantallas, mientras que en el colegio nos venden como la panacea tener a los ni?os seis horas con la ¡®tablet¡¯
En el aula del colegio en el que estudi¨® mi madre en los 70 hab¨ªa un crucifijo sobre la pizarra. En la del m¨ªo, en los 90, un retrato de Juan Carlos y Sof¨ªa. Si llevara a mis hijos al ¨²nico concertado laico de mi localidad, en los pasillos habr¨ªa logos de Apple. Resulta que es un Apple Distinguished School, un centro que ¡°refleja la visi¨®n de Apple en cuanto al papel de la tecnolog¨ªa en la educaci¨®n¡±. Que supongo que es, ni m¨¢s ni menos, la de colocar sus cachivaches hasta en clase de gimnasia.
Recuerdo la impresi¨®n que me dio ver propaganda de una multinacional en un colegio mientras leo el informe PISA, que nos muestra que la educaci¨®n en Espa?a es hoy peor que hace 20 a?os. Un dato que seguramente sorprender¨¢ a muchos padres, que se estar¨¢n preguntando c¨®mo es eso posible, si sus cr¨ªos van a un centro biling¨¹e, usan tabletas y hacen los deberes por el aula virtual. Adem¨¢s, el director les cont¨® que estaban probando un programa pedag¨®gico innovador, en el que la memorizaci¨®n quedaba en un segundo plano para potenciar el aprendizaje por competencias basado en la gamificaci¨®n y el trabajo por proyectos. La explicaci¨®n que algunos expertos dan a este fracaso educativo sorprender¨¢ a algunos a¨²n m¨¢s que los terribles resultados del informe PISA: la educaci¨®n en Espa?a es hoy peor que hace 20 a?os precisamente por todo eso.
A los que llevan tiempo advirti¨¦ndonos de ello se les ha llamado rancios y antiguos. En Espa?a, Catherine L¡¯Ecuyer, Gregorio Luri o Pascual Gil llevan a?os dici¨¦ndonos que ¡°la escuela no es un parque de atracciones¡±, se?alando lo an¨®malo de un modelo educativo que ense?a qui¨¦nes eran los Reyes Cat¨®licos en ingl¨¦s, explic¨¢ndonos que algunos de los modernos paradigmas pedag¨®gicos generan que nuestros hijos sepan cada vez menos y refuerzan la brecha de clase entre alumnos. L¡¯Ecuyer incide en el uso de dispositivos electr¨®nicos; se pregunta, como nos preguntamos muchos, por qu¨¦ el pediatra nos recomienda que no expongamos a nuestros hijos a pantallas, pues generan problemas ¨Dde atenci¨®n, de conducta, de sue?o¨D, mientras que en el colegio nos venden como la panacea tener a los ni?os seis horas con la tablet.
Enfrente tienen a los que conciben el cambio como un fin en s¨ª mismo, a los que piensan que el dos es mejor que el uno solo por el hecho de venir despu¨¦s, a los que no saben explicarnos qu¨¦ clase de magia opera para que los dispositivos electr¨®nicos dejen de generar perjuicios si se usan con fines educativos. ?Qu¨¦ cara creen que me pondr¨ªa el pediatra si, cuando me pregunta que si mis cr¨ªos ven demasiada tele, le respondo que s¨ª, que ocho horas diarias, pero que como es Barrio S¨¦samo no pasa ni media?
Escrib¨ªa C. S. Lewis que cuando uno est¨¢ al borde de un acantilado, lo m¨¢s progresista es dar dos pasos para atr¨¢s. Los poderosos lo saben, por eso los CEO de Silicon Valley llevan a sus ni?os a colegios sin pantallas ni dispositivos, siguiendo esa m¨¢xima de los traficantes por la cual uno no consume la mierda que pasa, y haci¨¦ndola extensiva a su prole. Ahora solo falta que tomemos conciencia el resto. Que nos demos cuenta de lo grave que es que nuestros hijos est¨¦n form¨¢ndose peor que nosotros. Y de lo rid¨ªculo que resulta que nos quieran seguir vendiendo las causas de ese fracaso como signos de progreso.
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