El Obispo ?lvarez y el pueblo de Nicaragua merecen ser libres
Las instituciones democr¨¢ticas florecen en sociedades pluralistas, diversas, tolerantes con un respeto fundamental por los derechos humanos
Para el Obispo Rolando ?lvarez de Matagalpa, Nicaragua, el a?o nuevo marca 500 d¨ªas de su detenci¨®n y encarcelamiento por parte del presidente Daniel Ortega y su esposa, y vicepresidenta, Rosario Murillo. Durante 500 d¨ªas, el obispo ha permanecido aislado del mundo, privado de contacto regular con su familia y alejado de los cat¨®licos de Matagalpa que lo ven como su l¨ªder espiritual.
El obispo ?lvarez fue encarcelado por ser un l¨ªder cristiano que promueve los derechos humanos y la democracia, ideales enraizados en sus valores cristianos. ?lvarez es quiz¨¢s la v¨ªctima m¨¢s prominente de los ataques sistem¨¢ticos, flagrantes y continuos de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la libertad religiosa de los nicarag¨¹enses. A pesar de que ?lvarez permanece aislado, no es el ¨²nico que sufre la opresi¨®n de Ortega y Murillo. Aproximadamente uno de cada 10 sacerdotes cat¨®licos nicarag¨¹enses viven hoy en el exilio. Y el mes pasado, el Gobierno injustamente detuvo al Obispo Isidoro Mora de la di¨®cesis de Siuna y emprendi¨® una serie de detenciones y acosos contra sacerdotes.
Con Ortega y Murillo, el pueblo de Nicaragua est¨¢ sometido a restricciones tan extremas en la pr¨¢ctica de sus creencias religiosas que el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, se?al¨® a Nicaragua como pa¨ªs de especial preocupaci¨®n, una categor¨ªa reservada para quienes cometen violaciones particularmente graves contra la libertad religiosa. La mano dura del Estado se extiende m¨¢s all¨¢ de la Iglesia Cat¨®lica.
Las vibrantes comunidades evang¨¦licas de Nicaragua han enfrentado la ira de manera similar. Las leyes profundamente restrictivas de Ortega, junto con el uso generalizado de la supervisi¨®n regulatoria como arma, han llevado a la expropiaci¨®n y cierre de universidades y escuelas, organizaciones de caridad y otras instituciones. Muchas organizaciones e iglesias ¨Dcat¨®licas y evang¨¦licas¨D han sucumbido silenciosamente a lo inevitable, aceptando una forzada disoluci¨®n ¡°voluntaria¡± frente al constante acoso gubernamental.
Los Estados Unidos se comprometen a hacer todo lo posible por apoyar a los nicarag¨¹enses en su intento por recuperar la protecci¨®n de, y respeto por, sus derechos humanos y libertades fundamentales, y reafirmar su democracia. Nicaragua contin¨²a siendo una sociedad de comunidades de fe activas y comprometidas. Los nicarag¨¹enses merecen el pleno restablecimiento de sus libertades y el obispo ?lvarez merece la oportunidad de regresar a su ministerio.
La relaci¨®n entre libertad religiosa y democracia va en ambas direcciones. Las instituciones democr¨¢ticas florecen en sociedades pluralistas, diversas, tolerantes con un respeto fundamental por los derechos humanos. Sabemos que la democracia crea las condiciones pol¨ªticas y sociales para que la gente de diversas religiones y creencias puedan convivir en paz.
Como paso para lograr sus obligaciones con los derechos humanos, las autoridades nicarag¨¹enses deber¨ªan permitir que un individuo o una organizaci¨®n con credibilidad e independencia visite al obispo ?lvarez, sin la presencia de sus carceleros, para hacer una valoraci¨®n de su salud f¨ªsica y estado mental. Las autoridades nicarag¨¹enses deber¨ªan posteriormente planear su pronta liberaci¨®n de la c¨¢rcel La Modelo de Managua, sin condiciones.
Empezamos el nuevo a?o con la esperanza de que pronto traer¨¢ un nuevo d¨ªa de libertad al obispo ?lvarez, a otros presos pol¨ªticos y al pueblo nicarag¨¹ense. Y no dejaremos de trabajar con todos aquellos que apoyan la libertad religiosa hasta hacer realidad el futuro que merecen.
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