La m¨¢quina contra el organoide
La guerra entre los cerebros de carne y los de silicio lleva abierta desde tiempos de Kasp¨¢rov y ¡®Deep Blue¡¯ y no ha hecho m¨¢s que intensificarse en los ¨²ltimos a?os
Gari Kasp¨¢rov ten¨ªa 33 a?os cuando se enfrent¨® a Deep Blue, el supercomputador ajedrecista de IBM. Willis Gibson tiene 13 a?os y se acaba de medir contra el Tetris. La diferencia es que Kasp¨¢rov perdi¨® y Gibson ha ganado, pero dejando aparte esos peque?os detalles, pregunt¨¦monos qu¨¦ nos est¨¢ diciendo esto. ?Que el Tetris es m¨¢s f¨¢cil que e...
Gari Kasp¨¢rov ten¨ªa 33 a?os cuando se enfrent¨® a Deep Blue, el supercomputador ajedrecista de IBM. Willis Gibson tiene 13 a?os y se acaba de medir contra el Tetris. La diferencia es que Kasp¨¢rov perdi¨® y Gibson ha ganado, pero dejando aparte esos peque?os detalles, pregunt¨¦monos qu¨¦ nos est¨¢ diciendo esto. ?Que el Tetris es m¨¢s f¨¢cil que el ajedrez? ?Que la especie humana est¨¢ evolucionando m¨¢s deprisa que las m¨¢quinas? ?Que los juegos est¨¢n desviando nuestra atenci¨®n de las verdaderas cuestiones que constituyen la inteligencia? Vaya preguntas.
Para empezar, el Tetris no es m¨¢s f¨¢cil que el ajedrez, sino todo lo contrario. El ajedrez es un juego cerrado, donde el caballo se mueve en L, el alfil en diagonal y el enroque de torre se hace de esta forma y no de otra. A cada movimiento tuyo, el oponente solo puede responder de un n¨²mero limitado de maneras. Es un juego cerrado y relativamente f¨¢cil de computar. El Tetris, sin embargo, es un horror matem¨¢tico. Pertenece a un grupo de problemas especialmente correosos (problemas NP en la jerga), donde cada respuesta tentativa es f¨¢cil de confirmar o descartar, pero no hay una forma sistem¨¢tica de resolverlo en un tiempo razonable. Una buena met¨¢fora es un puzle, que lleva un mont¨®n de tiempo resolver, pero solo un segundo confirmar.
En nuestros d¨ªas resulta de buen tono decir que la inteligencia artificial no est¨¢ aqu¨ª para sustituirnos, sino para ayudarnos, pero lo cierto es que la guerra entre los cerebros de carne y los de silicio lleva abierta desde tiempos de Kasp¨¢rov y Deep Blue y no ha hecho m¨¢s que intensificarse en los ¨²ltimos a?os. Los cient¨ªficos de Deep Mind, una firma londinense adquirida por Google hace a?os, han creado sistemas que vencen a los humanos al ajedrez, al juego chino del Go y, m¨¢s dif¨ªcil a¨²n, al p¨®ker, donde las cartas que tengas en la mano cuentan menos que las que el contrario crea que llevas. La inteligencia artificial ha creado por el camino unas estrategias de alto nivel que ni se les hab¨ªan ocurrido a los grandes maestros durante siglos. ChatGPT solo es el m¨¢s famoso de una generaci¨®n entera de sistemas que est¨¢n poniendo el conocimiento patas abajo.
Hay otra forma en que las m¨¢quinas y los humanos estamos echando carreras, y esta viene de la neurociencia: los organoides, cuerpos similares a ¨®rganos humanos obtenidos a partir de c¨¦lulas madre o precursoras. El ¨²ltimo es un cerebroide, o minicerebroide (mide lo que un grano de arroz) creado a partir de c¨¦lulas fetales. Son lo bastante complejos y parecidos al cerebro como para estudiar en ellos las enfermedades neurol¨®gicas. Pero sabemos que las neuronas humanas se conectan espont¨¢neamente para formar circuitos, y los circuitos pueden hacer computaciones. Hay investigaciones interesantes sobre h¨ªbridos de tejido neuronal y circuitos digitales que pueden hacer algunos c¨¢lculos. Los autores de ciencia ficci¨®n se van a poner las botas.
Tampoco es cierto que los humanos estemos evolucionando m¨¢s deprisa que las m¨¢quinas. El chaval Gibson es el primer humano que gana al Tetris, pero los sistemas de IA ya se le hab¨ªan adelantado. Como no va a haber moratoria en la IA, quiz¨¢ haya que acelerar la neurolog¨ªa.