Catalu?a para los catalanes
Mientras el Gobierno se autoerige como l¨ªder del bloque de contenci¨®n de la ultraderecha en Europa, uno de sus principales apoyos parlamentarios le cuela un gol poniendo el acento en el eje identitario
Un partido con una inquietante deriva hacia la extrema derecha (Junts, para m¨¢s se?as) ha pedido al presidente la cesi¨®n de competencias sobre inmigraci¨®n a Catalu?a para no bloquear la aprobaci¨®n de los nuevos decretos del Gobierno. Como otros partidos ultra europeos, Junts coloca as¨ª en el centro del debate la inmigraci¨®n, en perfecta sinton¨ªa con el enfoque del resto del nacionalpopulismo conti...
Un partido con una inquietante deriva hacia la extrema derecha (Junts, para m¨¢s se?as) ha pedido al presidente la cesi¨®n de competencias sobre inmigraci¨®n a Catalu?a para no bloquear la aprobaci¨®n de los nuevos decretos del Gobierno. Como otros partidos ultra europeos, Junts coloca as¨ª en el centro del debate la inmigraci¨®n, en perfecta sinton¨ªa con el enfoque del resto del nacionalpopulismo continental. Forma parte de una estrategia deliberada. Puede que la inmigraci¨®n sea una preocupaci¨®n importante para su electorado, pero la polarizaci¨®n sobre este tema es inducida y se hace de arriba a abajo, algo en lo que Junts tiene sobrada experiencia, como vivimos en el proc¨¦s. Y aqu¨ª es donde aparece la paradoja: mientras el Gobierno de S¨¢nchez habla de potenciar la agenda socioecon¨®mica como justificaci¨®n de la amnist¨ªa, autoerigi¨¦ndose como l¨ªder del bloque de contenci¨®n de la ultraderecha en Europa, uno de sus principales apoyos parlamentarios le cuela un gol poniendo el acento en el eje identitario, siguiendo el encuadre ultra que pretende marcar las pr¨®ximas elecciones europeas.
Es curioso que casi nadie se pregunte realmente qu¨¦ significa esta cesi¨®n (?expulsar¨¢ la Generalitat a los migrantes hacia Francia, a Valencia, a Arag¨®n?), pero hay una lectura muy preocupante, tambi¨¦n en clave europea. Cada vez es m¨¢s n¨ªtida la l¨ªnea divisoria que marcar¨¢ las pr¨®ximas elecciones: la Europa de las naciones o Europa como casa com¨²n. Y el se?uelo envenenado de este debate es la inmigraci¨®n. Desde Alemania nos llega la noticia de la reuni¨®n secreta entre miembros de la AfD con activistas de extrema derecha para discutir un plan de expulsi¨®n forzosa de millones de personas de origen migrante, aunque sean ciudadanos alemanes de pleno derecho. Es un d¨¦j¨¤ vu aterrador que Alemania plantee expulsar gente por su origen ¨¦tnico. Para que se hagan una idea, en la regi¨®n de Sajonia, con elecciones en septiembre, las encuestas dan un apoyo del 37% a la AfD, seguida de la conservadora CDU con un 33% y con la socialdemocracia en un p¨ªrrico 3%. Mientras, en Francia, Macron ha decidido volver a los a?os duros del sarkozysmo y al ¨¦nfasis en la seguridad, nombrando un nuevo Gobierno encabezado por un t¨ªtere con sonrisa de ni?o prodigio mientras su reciente y dura ley de inmigraci¨®n recibe el aplauso entusiasta de Le Pen. El debate se mueve definitivamente hacia la derecha, con la inmigraci¨®n convertida en una cuesti¨®n de identidad nacional.
As¨ª, de momento, la ultraderecha se lleva el gato al agua desplazando la conversaci¨®n sobre los flujos migratorios hacia una cuesti¨®n existencial, convirti¨¦ndola as¨ª en un eje transversal: la inmigraci¨®n como ¡°cuesti¨®n total¡± que atraviesa el resto de pol¨ªticas p¨²blicas ¡ªla educaci¨®n, la sanidad o la seguridad¡ª con una r¨¢faga de miedo, esa br¨²jula que nunca les falla a los ultras. Y lo ofrece al electorado como mejor sabe hacerlo, desde el registro de la moralizaci¨®n populista: el bien contra el mal. Los migrantes como virus maligno que acecha nuestra civilizaci¨®n, nuestra forma de vida, nuestra identidad esencializada. Europa para los europeos. Catalu?a para los catalanes.