El demonio en el Congreso

Esta tarde en la tribuna de invitados del Congreso se sentar¨¢ una figura espectral, cubierta con una capa negra que solo deja ver dos refulgentes ojos rojos. Es el demonio de Laplace, un ser con la capacidad de conocer instant¨¢neamente las opiniones de todas sus se?or¨ªas sobre cualquier asunto y redactar una proposici¨®n de ley con el m¨¢ximo n¨²mero de apoyos.

En muchas pol¨ªticas, del aborto al apoyo a Israel, el demonio es in¨²til. Porque son temas donde solo se puede estar a favor o en contra y no hay un consenso subyacente que el engendro omnisciente pueda sacar a la luz.

Por eso...

Esta tarde en la tribuna de invitados del Congreso se sentar¨¢ una figura espectral, cubierta con una capa negra que solo deja ver dos refulgentes ojos rojos. Es el demonio de Laplace, un ser con la capacidad de conocer instant¨¢neamente las opiniones de todas sus se?or¨ªas sobre cualquier asunto y redactar una proposici¨®n de ley con el m¨¢ximo n¨²mero de apoyos.

En muchas pol¨ªticas, del aborto al apoyo a Israel, el demonio es in¨²til. Porque son temas donde solo se puede estar a favor o en contra y no hay un consenso subyacente que el engendro omnisciente pueda sacar a la luz.

Por eso, muchos diputados se sorprenden al ver al demonio hoy. ?C¨®mo nos vamos a poner de acuerdo en el asunto pol¨ªtico m¨¢s divisivo en d¨¦cadas, la amnist¨ªa y el trato jur¨ªdico a los independentistas? Pero el demonio sonr¨ªe: si un extremo de sus se?or¨ªas desea una democracia muy militante ¨Ddonde se pueda ilegalizar a los partidos con ideas contrarias a la Constituci¨®n¨D y el otro extremo una democracia muy tolerante ¨Den la que quienes vulneran el orden constitucional son absueltos ipso facto con amnist¨ªas a medida¨D hay mucho espacio para el acuerdo.

Una v¨ªa ser¨ªa aplicar la m¨¢xima de que el orden legal debe amparar las ideas inconstitucionales, pero no las pr¨¢cticas inconstitucionales. Frente al modelo de Alemania, que proh¨ªbe los partidos con objetivos opuestos a su Ley Fundamental, los espa?oles aceptamos las formaciones que defienden metas inconstitucionales, como la ruptura de la unidad territorial del pa¨ªs. Pero, a la vez, hemos de reaccionar contra quienes ponen en marcha procedimientos inconstitucionales, como sucedi¨® en Catalu?a en 2017.

Entre el viejo delito de sedici¨®n ¨Dimpreciso y devastador, como una bomba defectuosa¨D y la nada actual, hay una gradaci¨®n de tipos delictivos que podr¨ªan proteger con garant¨ªas la integridad constitucional. Cualquier propuesta dentro de ese abanico ser¨ªa preferible, para la mayor¨ªa de los diputados, a la oferta del Gobierno (eliminaci¨®n de la sedici¨®n e impunidad de la amnist¨ªa) y a la de la oposici¨®n (vuelta de tuerca al pasado).

Esto es imposible en un Parlamento secuestrado por la din¨¢mica de bloques. Pero debe constar que es la l¨®gica partidista y no la sustancia de fondo lo que impide el pacto. Enmendar la amnist¨ªa es f¨¢cil. Recomponer la pol¨ªtica, una quimera, incluso para el todopoderoso demonio. @VictorLapuente