Los militares de Brasil tienen la ¨²ltima palabra frente a Bolsonaro
El Ej¨¦rcito, al colaborar hoy con el Ejecutivo en la investigaci¨®n sobre el presunto golpe, revelar¨ªa que, en efecto, no colabor¨® como instituci¨®n en la sombr¨ªa intentona de ruptura democr¨¢tica del ultraderechista
Puede parecer curioso, pero cuando se van a cumplir los 60 a?os de la dictadura militar brasile?a, el Ej¨¦rcito vuelve al escenario nacional ante las revelaciones en curso de que el expresidente de extrema derecha, Jair Bolsonaro, junto con varios generales de reserva de su Gobierno, preparaban un nuevo golpe de Estado. Ellos estaban convencidos de que ...
Puede parecer curioso, pero cuando se van a cumplir los 60 a?os de la dictadura militar brasile?a, el Ej¨¦rcito vuelve al escenario nacional ante las revelaciones en curso de que el expresidente de extrema derecha, Jair Bolsonaro, junto con varios generales de reserva de su Gobierno, preparaban un nuevo golpe de Estado. Ellos estaban convencidos de que el Ej¨¦rcito como tal le seguir¨ªa para evitar la vuelta al poder a Lula da Silva, a quien llaman ¡°el comunista ladr¨®n¡±.
La investigaci¨®n policial que ha involucrado a militares del exgobierno golpista, que est¨¢ siendo llevada a cabo por la Administraci¨®n de Lula con pinzas, tiene un lado positivo para la instituci¨®n militar. La hora de la verdad ser¨¢ cuando la justicia militar se revele a la luz del sol juzgando o defendiendo abierta o veladamente a los presuntos golpistas. Es un tema grave, delicado y, sea el Gobierno de Lula o la jerarqu¨ªa militar, necesitar¨¢n conducirse con pies de plomo.
Para la instituci¨®n militar a los 60 a?os del ¨²ltimo golpe militar, este ser¨ªa el momento de oro para que quede claro que no sigui¨® en sus planes de vuelta a la dictadura proyectada por Bolsonaro, justamente un excapit¨¢n del Ej¨¦rcito que ya muy joven fue expulsado por planear actos terroristas.
El Ej¨¦rcito, al colaborar hoy con el Ejecutivo en la investigaci¨®n sobre el presunto golpe, revelar¨ªa ante la opini¨®n p¨²blica de forma inequ¨ªvoca que, en efecto, no colabor¨® como instituci¨®n en la sombr¨ªa intentona de ruptura democr¨¢tica. Y la mejor forma de demostrarlo ser¨ªa colocar en ella misma su justicia militar a disposici¨®n para que sean juzgados y castigados quienes participaron en el fallido golpe.
Es, en efecto, la hora de la verdad. Lo es para el nuevo Gobierno democr¨¢tico que gan¨® la batalla electoral al golpista y que deber¨¢ demostrar que actuar¨¢ en la investigaci¨®n sin ribetes de venganza, en estricto cumplimiento de las leyes. Y lo es para las fuerzas del Ej¨¦rcito que podr¨¢n disipar definitivamente ante la sociedad que la intentona del golpe no fue obra del Ej¨¦rcito, sino solo de un pu?ado de militares interesados en las prebendas que estaban recibiendo en el gobierno del excapit¨¢n que siempre defendi¨® la dictadura y la tortura.
Hasta ahora, Lula, que ya en sus dos gobiernos anteriores supo mantener relaciones pac¨ªficas con los militares, en el primer a?o de su nuevo Gobierno tambi¨¦n ha demostrado ser prudente y hasta magn¨¢nimo en sus relaciones con el Ej¨¦rcito, lo que, sin duda, le va a facilitar conducir con prudencia y tacto los procesos judiciales a los militares, entre ellos tres generales retirados.
Y, sin duda, lo mejor, por paradojal que parezca, sea para el nuevo gobierno que consigui¨® salir ileso de la intentona golpista, que para Ej¨¦rcito que siempre ha negado secundar oficialmente la ruptura constitucional, es que las nuevas investigaciones en curso sean llevadas a la luz del sol y puedan ser seguidas democr¨¢ticamente por la sociedad civil.
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