Un documento de la CIA relata que la dictadura brasile?a ordenaba ejecutar a disidentes
El memorando de 1974, desclasificado y descubierto hace poco, amenaza con reescribir uno de los cap¨ªtulos m¨¢s negros de la historia del pa¨ªs
Fecha: 11 de abril de 1974. Destino: del director de la CIA para el jefe de Estado de EE UU, Henry Kissinger. Asunto: ¡°Decisi¨®n del presidente brasile?o, Ernesto Geisel, de continuar con las ejecuciones sumarias de personas subversivas bajo ciertas condiciones¡±. As¨ª comienza un documento que amenaza estos d¨ªas con reescribir uno de los cap¨ªtulos m¨¢s negros de la historia brasile?a reciente. En el memorando, desclasificado hace poco por el departamento de Estado, los cargos m¨¢s altos de la inteligencia estadounidense tratan como hecho confirmado algo que Brasil nunca ha admitido p¨²blicamente: que la c¨²pula de la dictadura militar que gobern¨® el mayor pa¨ªs latinoamericano entre 1964 y 1985 ordenaba ejectuar a sus mayores disidentes.
En los 21 a?os que dur¨® aquel r¨¦gimen, 421 personas contrarias a los militares fueron asesinadas o desaparecieron. Lejos de responsabilizarse, los generales se indultaron a s¨ª mismos con una ley de amnist¨ªa aprobada en 1979 que a¨²n est¨¢ en vigor, aunque desde entonces ha habido grandes pruebas de? cu¨¢l era el verdadero de alcance de la represi¨®n militar y qui¨¦nes eran sus responsables. Pero ninguna de ellas es tan contundente ni ofrece detalles tan espec¨ªficos como este memorando.
En sus l¨ªneas, que se pueden leer en la web del Departamento de Estado, se describe una reuni¨®n del 30 de marzo de 1974 entre varios generales. Entre ellos, el entonces presidente Ernesto Geisel y el hombre que le suceder¨ªa en 1979, Jo?o Figueiredo. Quien m¨¢s habl¨® fue otro, Milton Tavares de Souza, jefe del Centro de Inteligencia del Ej¨¦rcito (CIE), el cual ¡°describi¨® el trabajo de su centro contra la subversi¨®n interna (¡), enfatiz¨® que Brasil no puede ignorar las amenazas disidente y terrorista y afirm¨® que deber¨ªan continuarse los m¨¦todos extralegales contra subversivos peligrosos. Figueiredo apoy¨® esa pol¨ªtica y defendi¨® su continuidad¡±. A?adi¨® que en el ¨²ltimo a?o, el CIE hab¨ªa ejecutado a 104 personas.
Seg¨²n el documento, el presidente Geisel se mostr¨® reticente ante sus compa?eros y pidi¨® el fin de semana para reflexionar. No le hizo falta. El 1 de abril ¡°inform¨® al general Figueiredo que la pol¨ªtica deber¨ªa continuar, pero que hab¨ªa que tomar cuidado extremo para asegurar que solo se ejecutase a subversivos peligrosos¡±. Antes de que matar a cada disidente, acordaron, ten¨ªan que conseguir la aprobaci¨®n de Figueiredo. Hubo otros 89 desaparecidos y asesinados entre que se tom¨® esa decisi¨®n y el final de la dictadura.
"El documento secreto m¨¢s perturbador que he le¨ªdo"
El memorando fue desclasificado en 2015, como mandan las pol¨ªticas de transparencia del Departamento de Estado, pero no lleg¨® a la opini¨®n p¨²blica brasile?a hasta el pasado jueves 10 de mayo. Ese d¨ªa, el historiador Matias Spektor, que lo hab¨ªa encontrado investigando otros asuntos, lo public¨® en su p¨¢gina de Facebook. "Es el documento secreto m¨¢s perturbador que he le¨ªdo", escribi¨®. M¨¢s tarde, hablando para el diario O Globo a?adir¨ªa que el relato tiene una "enorme importancia para la historiograf¨ªa brasile?a: sab¨ªamos que el r¨¦gimen militar hab¨ªa asesinado opositores pero leerlo en un documento con tanto nivel de detalle deja a cualquiera asustado".
Esos detalles ilustran la pol¨ªtica de represi¨®n que demostr¨® la Comisi¨®n de la Verdad brasile?a cuando public¨®, tras a?os de investigaci¨®n, un informe en diciembre de 2014 con todos los excesos del r¨¦gimen militar. Aquello fue un cat¨¢logo de heridas abiertas a¨²n hoy por todo el pa¨ªs, perpretradas por 377 agentes del Estado, que se libraron se la justicia por la amnist¨ªa de 1979. Sin embargo, los resultados no lograron ni cambiar esa ley ni modificar la versi¨®n oficial de la dictadura, que siempre neg¨® haber participado en la represi¨®n.
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