Sucio espejo del periodismo

?Vaya exclusiva la de Tucker Carlson, el showman televisivo preferido de Donald Trump, estrella estrellada de Rupert Murdoch y manifestante del brazo de Santiago Abascal en la calle Ferraz contra Pedro S¨¢nchez! Dos horas y cuarto dura la grabaci¨®n de su encuentro con Vlad¨ªmir Putin, al que pudo formular sus escasas y en su mayor¨ªa incautas preguntas para obtener unas largas peroratas hist¨®ricas y retorcidas explicaciones llenas de falsedades sobre las causas m¨¢s remotas y pr¨®ximas de la guerra de Ucrania.

Es todo un poema el rostro de Carl?son, agarrotado en la profundidad de su ignorancia y en la sumisi¨®n reverencial al dictador amigo. Ni una sola pregunta molesta, nada de repreguntas, ninguna precisi¨®n o rectificaci¨®n a las inacabables mentiras hilvanadas en un torrente de condescendientes e incluso sard¨®nicas y despreciativas explicaciones. Ucrania no existe, es una construcci¨®n artificial. Fue Kiev la que empez¨® la guerra contra Rusia en 2014, despu¨¦s de un golpe de Estado en el que se instaur¨® un r¨¦gimen neonazi que atac¨® a Crimea y Donb¨¢s. Todo se debe a la promesa que Washington incumpli¨® de renunciar a la ampliaci¨®n de la OTAN una sola pulgada m¨¢s en direcci¨®n al Este. Y, por supuesto, ning¨²n reproche u objeci¨®n a las barbaridades putinistas en Ucrania, ni a sus soflamas antioccidentales, salvo la respetuosa demanda de liberaci¨®n del corresponsal de The Wall Street Journal Evan Gershkovich, a la espera de juicio, acusado de espionaje, correspondida por una oferta de canje por un agente ruso condenado en Alemania por asesinato.

Tan vergonzosa deferencia hacia Putin no se debe a la bobalicona admiraci¨®n que pueda profesarle, sino a su absoluta falta de conocimientos sobre historia y actualidad internacional para enfrentar a la elaborada tergiversaci¨®n putinista con la m¨ªnima dignidad exigible en el oficio que dice profesar. Tras su paso por el Kremlin, para Carlson, est¨¢ claro que fue Polonia y no la Uni¨®n Sovi¨¦tica la que pact¨® con el nazismo, y los sovi¨¦ticos los que fueron invadidos por los polacos en 1940, y no viceversa. Dif¨ªcil llegar tan lejos en una operaci¨®n de propaganda y de blanqueo, que solo puede convencer a los ya convencidos fuera de Rusia, aunque puertas adentro tendr¨¢ utilidad en v¨ªsperas del paseo triunfal que ser¨¢n para Putin las elecciones presidenciales. Entre los primeros estar¨¢ Elon Musk, que sigui¨® y retuite¨® la entrevista en su red social y pudo escuchar en directo los elogios que le dedic¨® Putin. Tambi¨¦n Trump y el partido republicano tomado por el trumpismo, con su boicot a la ayuda financiera a Ucrania.

El pa¨ªs que ha dado el mejor periodismo de la historia y ha servido de espejo para los periodistas de todo el mundo desciende ahora, gracias a los medios de comunicaci¨®n y las redes sociales trumpistas, hasta las simas de la tergiversaci¨®n del oficio con esta conversaci¨®n propagand¨ªstica entre un aut¨¦ntico criminal de guerra y un falso periodista.