La tragedia no puede ser costumbre
La muerte de cuatro personas en un cayuco que navegaba hacia El Hierro muestra de nuevo el urgente desaf¨ªo humanitario que supone la inmigraci¨®n irregular
Al menos cuatro personas murieron en un cayuco rescatado en la noche del martes a unos 15 kil¨®metros de El Hierro. En la embarcaci¨®n viajaban 68 personas, entre ellas, nueve menores. Se trata de una tragedia m¨¢s en una ruta del Atl¨¢ntico que se cobr¨® en 2023 casi mil vidas y ya suma este a?o 191 muertos o desaparecidos.
La isla canaria menos poblada (11.000 habitantes) despu¨¦s de La Graciosa se ha convertido en el principal destino...
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Al menos cuatro personas murieron en un cayuco rescatado en la noche del martes a unos 15 kil¨®metros de El Hierro. En la embarcaci¨®n viajaban 68 personas, entre ellas, nueve menores. Se trata de una tragedia m¨¢s en una ruta del Atl¨¢ntico que se cobr¨® en 2023 casi mil vidas y ya suma este a?o 191 muertos o desaparecidos.
La isla canaria menos poblada (11.000 habitantes) despu¨¦s de La Graciosa se ha convertido en el principal destino de la UE para las embarcaciones con inmigrantes y refugiados. Hasta finales de febrero ha recibido a m¨¢s de 6.500 personas. Aunque la situaci¨®n en la isla ha mejorado tras el r¨¦cord de 2023 y ya existe una m¨ªnima infraestructura para gestionar los desembarcos ¡ªsumada al enorme esfuerzo voluntario de sus residentes¡ª, tales cifras son un reto a la hora de tratar dignamente a los rescatados. Son necesarios m¨¢s recursos del Estado y una presencia constante, tanto para atender a los reci¨¦n llegados como para evitar que la poblaci¨®n local se sienta superada.
El archipi¨¦lago registr¨® el a?o pasado la llegada de casi 40.000 migrantes. De mantenerse las cifras de estos dos primeros meses, 2024 puede superarlo con creces. Con raz¨®n, su presidente, Fernando Clavijo, inst¨® ayer al Gobierno a convocar una Conferencia de Presidentes que aborde la situaci¨®n migratoria y active la solidaridad entre autonom¨ªas, sobre todo en lo que se refiere a los menores inmigrantes, 5.500 de los cuales est¨¢n bajo tutela canaria.
El cayuco de esta ¨²ltima tragedia hab¨ªa partido varios d¨ªas atr¨¢s de Mauritania, de donde zarpa la mayor¨ªa de las barcas que est¨¢n llegando a las islas. Este pa¨ªs, origen del 83% de los flujos migratorios de la ruta atl¨¢ntica, se ha convertido en un socio habitual de Espa?a y del conjunto de la Uni¨®n a medida que la pobreza, el terrorismo y las crisis se han ido adue?ando de gran parte del Sahel. El ministro espa?ol Fernando Grande-Marlaska y la comisaria de Interior, Ylva Johansson, viajan hoy a Nuakchot para abordar el acuerdo de cooperaci¨®n que la UE negocia con el Gobierno del general Mohamed Ould Ghazouani, al que los Veintisiete prometieron en febrero apoyar con m¨¢s de 500 millones de euros. Cerrar acuerdos con los pa¨ªses de los que parte la inmigraci¨®n irregular ¡ªuna v¨ªa muchas veces pol¨¦mica por la falta de garant¨ªas sobre el destino final de los fondos y, fundamentalmente, por el trato que reciben los inmigrantes¡ª no debe en ning¨²n caso sustituir la b¨²squeda de v¨ªas alternativas al mero control represivo.
La inmigraci¨®n ser¨¢ una de las grandes cuestiones en las citas electorales de este a?o, especialmente de las europeas de junio. De su gesti¨®n cabal depende no solo la salud democr¨¢tica de los pa¨ªses de acogida y la pervivencia de los valores de la UE, sino tambi¨¦n, y sobre todo, la vida de miles de personas que intentan, dram¨¢ticamente muchas veces, ejercer el derecho a tener una vida mejor. O, sencillamente, una vida.