Europa con Mauritania
La implicaci¨®n de Von der Leyen en un pacto migratorio entre Espa?a y el pa¨ªs africano es una se?al tan necesaria como positiva
La estrategia espa?ola de suscribir acuerdos con pa¨ªses que son el origen de la inmigraci¨®n irregular ha reportado hasta ahora interesantes beneficios. De hecho, el flujo atl¨¢ntico de pateras y cayucos en el que mueren miles de personas cada a?o se redujo en los ¨²ltimos tiempos gracias, entre otras cosas, a los pactos suscritos con Senegal y Marruecos. El viaje este jueves del presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, a Mauritania responde a la necesidad de insistir en una pol¨ªtica exterior que beneficia a ambas partes. La implicaci¨®n directa de la Comisi¨®n Europea, a trav¨¦s de su presidenta Ursula von der Leyen, en esta iniciativa cobra, adem¨¢s, un valor excepcional.
El Pacto de Migraci¨®n y Asilo que suscribi¨® la Uni¨®n Europea a finales del pasado a?o no consigui¨® la entera solidaridad de todos los socios que algunos pa¨ªses de entrada, como Espa?a, pretend¨ªan, pero fue un paso adelante. Estableci¨® la unificaci¨®n de la gesti¨®n de fronteras y, al menos sobre el papel, un cierto reparto de los refugiados para aliviar la carga de los pa¨ªses de entrada. Que Ursula von der Leyen haya acompa?ado a Pedro S¨¢nchez a Nuakchot no ha sido un gesto meramente simb¨®lico.
Los flujos migratorios desde Mauritania, que suponen el 83% del total de la ruta atl¨¢ntica en este momento, han encendido todas las alarmas. Frente al descenso generalizado de pateras y cayucos en 2021 y 2022, el a?o pasado ese peligroso flujo para los migrantes empez¨® a aumentar y este mes de enero Canarias est¨¢ recibiendo m¨¢s embarcaciones que en los meses precedentes. Solo durante el pasado fin de semana Salvamento Mar¨ªtimo rescat¨® a 1.154 personas que trataban de llegar en sus precarias barcas a las costas canarias. Huyen por la ausencia de esperanza, por la pobreza, la corrupci¨®n y el terrorismo que asola una gran parte del Sahel. En tal coyuntura Mauritania es hoy, adem¨¢s de un pa¨ªs de emigraci¨®n, un pa¨ªs de refugio y de tr¨¢nsito hacia el norte de territorios pr¨®ximos, como Mal¨ª o Burkina Faso.
Tanto Espa?a como la Comisi¨®n Europea son conscientes de que la inmigraci¨®n irregular responde a problemas estructurales de los pa¨ªses de origen y que, por tanto, el mero acuerdo de control migratorio y el compromiso de aceptar los retornos de los migrantes es solo una parte y, tal vez, no necesariamente la m¨¢s importante; al menos a largo plazo. El enfoque de ambas administraciones es el acertado: construir infraestructuras, atraer inversiones, aumentar la ayuda humanitaria o cooperar con la polic¨ªa local contra las mafias. Los compromisos suman muchos millones de euros y, sobre todo, ofrecen un apoyo esencial al desarrollo de pa¨ªses como Mauritania. Von der Leyen ha comprometido para este a?o 210 millones de euros y S¨¢nchez ofreci¨® m¨¢s de 300 a trav¨¦s de proyectos, ayudas, inversi¨®n y pr¨¦stamos. Es la mejor garant¨ªa para retener el talento y evitar el drama de los que no tienen otra alternativa que marcharse por necesidad.
Mientras tanto, a escala europea, hay que seguir trabajando por la integraci¨®n de los inmigrantes, el justo reparto de las cargas y una gesti¨®n que evite los brotes de xenofobia. Tambi¨¦n es esencial que la acogida se realice bajo las m¨¢s estrictas normas internacionales. Las recientes sentencias del Tribunal Supremo sobre la irregular devoluci¨®n de menores no acompa?ados a Marruecos o el trato que reciben los peticionarios de asilo en Barajas desdice las buenas intenciones que subyacen en acuerdos como el ahora suscrito.
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