Raphael Quenard: el ¨¦xito de un ¡°bicho raro¡± en el cine franc¨¦s
El actor franc¨¦s, conocido por poner rostro y voz a la clase obrera, recibi¨® muchos elogios en redes por su emotivo discurso tras recoger el premio a mejor int¨¦rprete revelaci¨®n en los C¨¦sar
Durante el rodaje de la ¨²ltima pel¨ªcula del director franc¨¦s Quentin Dupieux, Yannick ¨Dque narra c¨®mo un espectador interrumpe repentinamente una obra de teatro porque le parece mal¨ªsima, algo que todos hemos so?ado hacer en alg¨²n momento¨D, una figurante que hac¨ªa de p¨²blico le coment¨® a otra, refiri¨¦ndose al int¨¦rprete principal de la cinta, que le parec¨ªa genial que Dupieux eligiera a un actor con discapacidad para el papel. Estaba hablando de Raphael Quenard. El nombre, aunq...
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Durante el rodaje de la ¨²ltima pel¨ªcula del director franc¨¦s Quentin Dupieux, Yannick ¨Dque narra c¨®mo un espectador interrumpe repentinamente una obra de teatro porque le parece mal¨ªsima, algo que todos hemos so?ado hacer en alg¨²n momento¨D, una figurante que hac¨ªa de p¨²blico le coment¨® a otra, refiri¨¦ndose al int¨¦rprete principal de la cinta, que le parec¨ªa genial que Dupieux eligiera a un actor con discapacidad para el papel. Estaba hablando de Raphael Quenard. El nombre, aunque no les suene demasiado, de la gran estrella emergente del cine galo. Un int¨¦rprete de 32 a?os, reci¨¦n recompensado con el premio a mejor actor revelaci¨®n en los C¨¦sar, y cuya discapacidad, si es que tiene una, es la de tener un acento, una elocuci¨®n ¨²nica, que algunos atribuyen a su tierra de origen ¨Dun pueblo de la periferia de Grenoble, en el sureste de Francia¨D y otros a un constipado del que no consigue librarse. La an¨¦cdota, contada por el propio Quenard en Instagram hace unas semanas, provoc¨® la hilaridad de sus admiradores. ¡°Los subrayados sobre mi acento quiz¨¢ sean el signo de la fractura entre Par¨ªs y la provincia¡±, analiz¨® el actor.
En muy pocos a?os, y a base de pel¨ªculas en las que ha encarnado a personajes de la France d?en bas (la Francia de los de abajo, la de los explotados), como Perro Feroz, Cash o Yannick, el actor, a quien suelen comparar con Patrick Dewaere por su intensidad y a Jim Carrey por su locura, ha conseguido ganarse la simpat¨ªa del p¨²blico y de la cr¨ªtica. Le Monde lo describe en el perfil que le dedic¨® el pasado abril como a ¡°un bicho raro, un joven como rara vez se encuentra, burbujeante de energ¨ªa, sin artificios¡±, que ¡°divaga, se r¨ªe a carcajadas de sus propios chistes, utiliza palabras complejas y citas literarias que le sorprenden incluso a ¨¦l mismo¡±. Una joven promesa cuya cultura y elocuencia dejan desconcertados a sus interlocutores y que ¡°enternece en cuesti¨®n de segundos, como a veces lo hacen los ni?os descarados e inteligentes, totalmente a gusto entre adultos¡±.
Quenard tiene lo que los franceses llaman la gouaille, una especie de tierna insolencia, pero, sobre todo, una naturalidad, una sencillez, dentro y fuera de la pantalla, que escenific¨® hace unas semanas en su discurso en los C¨¦sar. Las palabras de amor dirigidas a su familia por el apoyo prestado en todos estos a?os en los que parec¨ªa que no conseguir¨ªa jam¨¢s meter un pie en el codiciado mundo del cine, en los que se pasaba el d¨ªa mandando, sin ¨¦xito, decenas de correos a los cineastas con los que quer¨ªa trabajar, en los que se colaba en los estrenos en busca de alg¨²n contacto que le permitiera realizar su sue?o, fueron muy conmovedoras. Tambi¨¦n lo fueron las palabras que pronunci¨® este nieto de campesinos en solidaridad con los agricultores y sus reivindicaciones. Ambos homenajes recibieron la ovaci¨®n de la asistencia y fueron muy comentados en las redes. ¡°Ha sido el mejor discurso de los C¨¦sar en 20 a?os¡±; ¡°?La naturalidad y autenticidad de Quenard en ese entorno pedante y narcisista hace un bien incre¨ªble!¡±; ¡°Nuestro Bourvil del siglo XXI¡±, se pod¨ªa leer, entre muchos otros comentarios, en el v¨ªdeo de una intervenci¨®n que el int¨¦rprete concluy¨® con un ¡°?Viva los C¨¦sar y mis amigos de infancia!¡± antes de salir del escenario.
Una imagen que, desde mi punto de vista, tiene un paralelismo evidente con su papel en Yannick, que citaba unas l¨ªneas m¨¢s arriba, y que el maravilloso Dupieux escribi¨® pensando en ¨¦l. En esta comedia consagrada un¨¢nimemente por la cr¨ªtica gala como una de las mejores de 2023, Quenard interpreta a un vigilante nocturno que vive en un suburbio y que decide tomarse un d¨ªa libre para ir a ver una obra de teatro al centro de Par¨ªs. Hastiado por una representaci¨®n que considera insoportable por la p¨¦sima interpretaci¨®n de los actores y la vacuidad del texto, el protagonista, que hab¨ªa venido a entretenerse, a evadirse de su vida gris de hombre dominado, se siente estafado, ¨¦l que nunca puede tomarse d¨ªas libres, y decide interrumpir la obra para compartir sus cr¨ªticas con unos actores que, para colmo, se burlan de ¨¦l y lo desprecian. Es entonces cuando se le ocurre tomarlos como rehenes y reescribir la obra. La irrupci¨®n y la ascensi¨®n fulgurante de Quenard en el encorsetado cine franc¨¦s, la de un tipo sencillo que habla raro, que se mueve raro, que dice cosas raras, puede verse tambi¨¦n como un atraco. El de los que, como suele decir Annie Ernaux, consiguen a fuerza de determinaci¨®n y arrojo ¡°vengar a su raza¡±.