Ir¨¢n, Israel y la confusi¨®n moral
En el conflicto de Oriente Pr¨®ximo da la impresi¨®n de que las palabras se han disociado de la realidad y eso atrapa a la izquierda en categor¨ªas simplistas
La ilusi¨®n ¨®ptica del pato y el conejo (como la del rostro de una mujer joven o anciana) causa un efecto poderoso en la percepci¨®n: cuando vemos el pato (o la mujer joven), no podemos ver el conejo (o la mujer vieja). Es una cosa u otra. Las dos im¨¢genes est¨¢n insertas la una en la otra, pero es imposible verlas al mismo tiempo. Aunque las im¨¢genes ¨®pticas no son lo mismo que los conceptos y la pol¨ªtica, donde s¨ª pueden coexistir una cosa y la contraria,...
La ilusi¨®n ¨®ptica del pato y el conejo (como la del rostro de una mujer joven o anciana) causa un efecto poderoso en la percepci¨®n: cuando vemos el pato (o la mujer joven), no podemos ver el conejo (o la mujer vieja). Es una cosa u otra. Las dos im¨¢genes est¨¢n insertas la una en la otra, pero es imposible verlas al mismo tiempo. Aunque las im¨¢genes ¨®pticas no son lo mismo que los conceptos y la pol¨ªtica, donde s¨ª pueden coexistir una cosa y la contraria, da la impresi¨®n de que desde el 7 de octubre estamos todos inmersos en un juego del pato y el conejo: aquel siniestro d¨ªa, los israel¨ªes fueron v¨ªctimas de una matanza cometida con una euforia y una furia aniquiladoras nada frecuentes. Durante un breve instante, vimos a los israel¨ªes como lo que son: terriblemente vulnerables a los objetivos genocidas de Ham¨¢s, Ir¨¢n y Hezbol¨¢ (que, de hecho, son la misma cosa). Luego vino la respuesta militar, esperada y comprensible, llevada a cabo por un gobierno excepcionalmente incompetente y amoral.
La respuesta militar carec¨ªa de toda visi¨®n, de cualquier plan real. Por eso no es extra?o que, ante la enorme destrucci¨®n de hogares e infraestructuras y de la poblaci¨®n civil ¡ªincluidos ni?os y mujeres¡ª y la cat¨¢strofe humanitaria, con la consiguiente situaci¨®n de hambruna, ahora se juzgue a Israel a trav¨¦s de las inmensas confusiones sem¨¢nticas creadas por el antisionismo en las ¨²ltimas d¨¦cadas: se ha convertido en una entidad genocida. El presidente brasile?o Lula recurri¨® incluso a una analog¨ªa indecente, al afirmar que esta desproporcionada acci¨®n militar era una nueva Shoah, como si un pa¨ªs cuyo territorio sufre un ataque tan brutal no tuviera derecho a reaccionar contra sus atacantes. Una respuesta militar desproporcionada es una cosa muy distinta de un genocidio. Y entonces, durante la noche del 13 al 14 de abril, Ir¨¢n atac¨® a Israel por primera vez en su historia. Por supuesto que lleva d¨¦cadas agrediendo de forma implacable a Israel, pero siempre ha sido a trav¨¦s de sus intermediarios: Hezbol¨¢ en L¨ªbano, los hut¨ªes en Yemen y Ham¨¢s en Gaza. Lo nuevo es que el s¨¢bado por la noche dispar¨® desde su propio territorio cientos de misiles muy variados, cada uno de ellos a distinta velocidad para que fuera m¨¢s dif¨ªcil controlarlos. Hezbol¨¢ y los hut¨ªes tambi¨¦n participaron en el ataque y as¨ª demostraron la excepcional vulnerabilidad de Israel, que hoy est¨¢ amenazado en seis frentes (L¨ªbano, Siria, Ir¨¢n, Gaza, Yemen y Cisjordania). Claro que, por otra parte, el domingo por la ma?ana nos informaron de que la alianza de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y, sobre todo, Jordania y Arabia Saud¨ª hab¨ªa destruido el 99 % de los misiles, en un despliegue de superioridad tecnol¨®gica y militar. Volvi¨® a aparecer la imagen del Israel invencible y nos olvidamos de que unas horas antes hab¨ªamos estado esperando, angustiados, la devastaci¨®n y el caos.
Esta fluctuaci¨®n ¨®ptica ha ido acompa?ada de una tremenda confusi¨®n sem¨¢ntica, en algunos casos deliberada y en otros provocada por la confusi¨®n moral que parece caracterizar nuestra ¨¦poca, sobre todo en numerosos sectores de mi ¨¢mbito pol¨ªtico, la izquierda. Los ejemplos de esta confusi¨®n sem¨¢ntica son abundantes: hay cr¨ªmenes contra la humanidad que se denominan ¡°resistencia anticolonial¡±; a un grupo fundamentalista que pretende establecer la ley de la sharia en una Palestina vaciada de todos los jud¨ªos lo consideran un nuevo Che Guevera antiimperialista; una respuesta militar leg¨ªtima, aunque mal dirigida y desproporcionada, se tacha de genocidio; a las personas que viven en un pa¨ªs reconocido por la ONU en 1947 se los llama colonos. El hogar nacional de los jud¨ªos ¡ªque han sufrido persecuciones, matanzas y expulsiones en todas partes, en Europa y en los pa¨ªses musulmanes¡ª hoy se considera un proyecto colonial ileg¨ªtimo. La seguridad que reivindican los israel¨ªes se ha convertido en una exigencia intolerable para la izquierda porque no es capaz de separar la ocupaci¨®n, que es un desastre pol¨ªtico, de la propia existencia de Israel.
Da la impresi¨®n de que las palabras se han dislocado de la realidad; y esa dislocaci¨®n crea una confusi¨®n inmensa y nos pone muy dif¨ªcil criticar como es debido al gobierno israel¨ª, cuando la cr¨ªtica est¨¢ enturbiada por tantas tergiversaciones y tantos malentendidos intencionados. Y existe un peligro todav¨ªa mayor: que la izquierda, atrapada en sus categor¨ªas simplistas de colonizador-colonizado y opresor-oprimido, no comprenda que el ataque a Israel esconde una nueva y amenazante realidad: la alianza entre Ir¨¢n, Rusia, China y Corea del Norte, cuyo prop¨®sito es socavar el poder y los valores de Occidente. La miop¨ªa y la confusi¨®n de la izquierda benefician directamente a esas potencias imperialistas y antidemocr¨¢ticas.
En definitiva, no estoy sugiriendo dar un cheque en blanco a Israel. Todo lo contrario. Me alegro de que Biden y el mundo en general, con sus presiones, hayan conseguido mitigar la cat¨¢strofe humanitaria de Gaza. La comunidad internacional debe seguir exigiendo en todo momento responsabilidades a los israel¨ªes por la forma de dirigir la guerra. Deber¨ªamos insistir, mucho m¨¢s de lo que lo hemos hecho, en que Israel ofrezca una soluci¨®n diplom¨¢tica y pol¨ªtica al hecho de que los palestinos carezcan de Estado. Pero tambi¨¦n sugiero que, a diferencia de lo que pasa con la ilusi¨®n ¨®ptica del pato y el conejo, hay m¨²ltiples realidades que coexisten: el gobierno mesi¨¢nico de Netanyahu quiere seguir una pol¨ªtica anexionista y colonial y no desea ning¨²n acuerdo pol¨ªtico.
Pero Ham¨¢s e Ir¨¢n son los equivalentes m¨¢s cercanos que tenemos hoy a Hitler por su decidido empe?o de erradicar a los jud¨ªos. Occidente coloniz¨® grandes partes del mundo, incluido Oriente Pr¨®ximo, pero eso no significa que otras potencias imperiales no sean mucho peores y mucho m¨¢s amenazadoras para los avances morales que hemos hecho. Israel puede ser fuerte desde el punto de vista militar, pero al mismo tiempo es extraordinariamente vulnerable, con una capacidad disminuida, y un ataque sofisticado a gran escala de varios pa¨ªses podr¨ªa destruirlo y repetir la situaci¨®n de genocidio que ya conocemos.
Cuando se discute a Israel el derecho a la autodefensa, cuando se mezcla la ocupaci¨®n de 1967 con la creaci¨®n de Israel en 1948 y cuando se celebra el antisemitismo aniquilador de Ham¨¢s, estamos reproduciendo el problema jud¨ªo, negando a los jud¨ªos el derecho a existir en paz y seguridad. Necesitamos, m¨¢s que nunca, una inteligencia libre de categor¨ªas simplistas y una moral positiva para ayudar a resolver este conflicto que comenz¨® hace un siglo.