El nuevo grito de la extrema derecha bolsonarista a las mujeres: ¡°?Sean femeninas, no feministas!¡±
El exmandatario brasile?o est¨¢ usando a su esposa Michelle Bolsonaro, conocida por su ultraconservadurismo religioso, en la conquista del voto femenino
Si no fuera irreverente dir¨ªa que la extrema derecha del expresidente Jair Bolsonaro ha abierto la caza en busca del voto de las mujeres evang¨¦licas, sobre todo tras los sondeos que revelan que hoy, al rev¨¦s del pasado, las mujeres, especialmente las m¨¢s j¨®venes, votan m¨¢s a la extrema derecha bolsonarista que al ...
Si no fuera irreverente dir¨ªa que la extrema derecha del expresidente Jair Bolsonaro ha abierto la caza en busca del voto de las mujeres evang¨¦licas, sobre todo tras los sondeos que revelan que hoy, al rev¨¦s del pasado, las mujeres, especialmente las m¨¢s j¨®venes, votan m¨¢s a la extrema derecha bolsonarista que al progresista Lula da Silva.
Mientras hoy el catolicismo pierde uno de cada cinco de sus fieles en detrimento del aumento de los evang¨¦licos y es fundamentalmente masculino, en el evangelismo predomina la presencia femenina y negra. Y lo que es curioso es que, justamente, el ultrancista y machista Bolsonaro y sus huestes se han distinguido siempre por un cierto desprecio por la mujer y por su idiosincrasia de violencia y amor por las armas, adem¨¢s del cultivo del machismo.
Es conocida la frase del expresidente brasile?o cuando naci¨® su cuarta hija, Laura, del actual tercer matrimonio con Michelle Bolsonaro, de 42 a?os, y tras haber tenido tres hijos varones. En aquel momento, al nacer su hija confes¨® que hubiese preferido otro var¨®n y que fue culpa suya de que naciera mujer porque ¡°tuvo una distracci¨®n¡±. Hoy, la jovencita es una sombra. No aparece nunca en p¨²blico ni en los medios, ni se sabe nada de ella.
A pesar del evidente rechazo de Bolsonaro por las mujeres, que qued¨® de manifiesto en sus encuentros como mandatario en los contactos con las periodistas a las que lleg¨® a ofender con bromas de mal gusto relacionadas al sexo, el ultraderechista est¨¢ usando a su esposa conocida por su ultra conservadurismo religioso en la conquista del voto femenino.
Ha sido as¨ª que su partido, el Partido Liberal (PL), la ha colocado como presidenta femenina para recorrer el pa¨ªs en clara campa?a electoral en vistas a las elecciones municipales del pr¨®ximo octubre, que son consideradas como un nuevo duelo entre Lula y Bolsonaro que, a pesar de estar inhabilitado por ocho a?os para disputar elecciones, sigue siendo la figura clave de la extrema derecha como lo han demostrado los dos m¨ªtines pasados en S?o Paulo y en R¨ªo de Janeiro, donde ¨¦l ha sido el l¨ªder indiscutible de la extrema derecha.
Pero quiz¨¢ la mayor novedad sea el protagonismo que su esposa est¨¢ tomando en el bolsonarismo. No acaso en los dos ¨²ltimos m¨ªtines junto con Bolsonaro, el verdadero protagonismo lo revelaron los discursos enfervorizados de Michelle, buena oradora, con fama de evang¨¦lica, con dones al parecer espirituales y especiales, como el de don de hablar lenguas extra?as en ¨¦xtasis religiosos.
En el mitin del pasado domingo en R¨ªo de Janeiro, en la playa de Copacabana, el momento m¨¢s simb¨®lico fue el nuevo lema lanzado a las mujeres evang¨¦licas, la mayor¨ªa negras, en un porcentaje del 58% de todos los fieles. Les dijo con un grito que son¨® al nuevo lema del bolsonarismo: ¡°Sean femeninas, no feministas¡±. Y explic¨® a las mujeres que hoy son el 58% de los evang¨¦licos, que su verdadera misi¨®n, incluso religiosa, es la de ¡°ayudar a nuestros esposos a la construcci¨®n de un mundo mejor¡±.
Dej¨®, sin embargo, muy claro, que esa ayuda de las mujeres a los maridos para la construcci¨®n de un mundo mejor solo ser¨¢ posible si aceptan ser simplemente mujeres. Lo m¨¢s femeninas posibles, nunca feministas. Y ante los miles de seguidores en R¨ªo, acabado su discurso antifeminista, Michelle le dio en el palco, bien visible, un beso acalorado a su marido.
Toda esa liturgia evang¨¦lica femenina, cada vez m¨¢s fuerte y que ha encontrado a su nuevo l¨ªder femenino en la joven Michelle es en la que Lula est¨¢ encontrando una fuerte resistencia a pesar de los esfuerzos que est¨¢ haciendo para robustecer la fuerza de la mujer en el trabajo, con una ley que obliga un mismo salario a las mujeres que a los varones, en igualdad de funciones y que justamente est¨¢ encontrando resistencia en un Congreso dominado a¨²n por el bolsonarismo.
Quiz¨¢ no sea ajeno el aterrizaje de Michelle Bolsonaro en el mundo de la pol¨ªtica con aspiraciones no disimuladas a disputar un d¨ªa, incluso la presidencia. El protagonismo que, al mismo tiempo est¨¢ dando Lula a su nueva esposa Janja, declaradamente feminista, a las ant¨ªpodas de Michelle, y que ya ha dejado claro en discursos y en la pr¨¢ctica que ella no ser¨¢ la cl¨¢sica ¡°primera dama¡± del presidente sino una figura pol¨ªtica, sin cargo oficial en el Gobierno, pero con evidente poder personal de persuasi¨®n ante Lula como bien sabe ya el Gobierno.
Curiosamente, el futuro pol¨ªtico de Brasil est¨¦ entrelazado con la llegada de estas dos mujeres, la femenina y la feminista, diametralmente opuestas pol¨ªticamente, y llamadas a condicionar el futuro pol¨ªtico de este pa¨ªs.
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