Michelle Bolsonaro, la cara amable del presidente ultraderechista de Brasil

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La investidura de Bolsonaro como presidente de Brasil, en im¨¢genes

La primera dama brasile?a, Michelle Bolsonaro, de 38 a?os, ha demostrado que no le tiene miedo a los focos. En un gesto sin precedentes en la historia de las investiduras presidenciales recientes de Brasil, la esposa de Jair Bolsonaro pronunci¨® un discurso antes que su marido durante la ceremonia de toma de posesi¨®n presidencial, en la que se manifest¨® en libras (lengua de signos de Brasil), en homenaje al p¨²blico para el que realiza trabajos voluntarios, y agradeci¨® a todos los que le brindaron su apoyo cuando su marido estuvo ingresado tras el atentado que sufri¨® el a?o pasado, en el que fue apu?alado. Este episodio de la primera dama, fuera del guion, fue tal vez la ¨²nica sorpresa de la ceremonia que proclamaba al primer presidente ultraderechista de la democracia brasile?a.

"Brasil por encima de todo, Dios por encima de todos", dijo citando el eslogan de campa?a, una versi¨®n brasile?a del America First o del Make America Great Again, de Donald Trump, a quien Bolsonaro imita deliberadamente.

Antes de terminar su discurso, interpretado en voz alta por una asesora, la primera dama agradeci¨® a su "querido esposo" y lo bes¨®, incentivada por el p¨²blico. Arranc¨® aplausos fervorosos. "Estamos todos en el mismo lado. Juntos alcanzaremos un Brasil con educaci¨®n y libertad para todos", concluy¨® Michelle Bolsonaro.

Toda la escena mostr¨® a una Michelle bastante diferente a la, hasta entonces, discreta mujer del candidato. El discurso de la primera dama no solo comparti¨® titulares con los ya esperados sobre su vestuario ¡ªluc¨ªa un vestido midi de escote Bardot, ce?ido y en un tono rosa claro, de la estilista Marie Lafayette¡ª: su actuaci¨®n se transform¨® en una especie de baza narrativa para Bolsonaro, c¨¦lebre por sus frases mis¨®ginas, militante contra la "ideolog¨ªa de g¨¦nero" (y, en este paquete, contra medidas que luchan contra los clich¨¦s de g¨¦nero) y que lleg¨® a decir que no le pagar¨ªa el mismo sueldo a un hombre que a una mujer por lo que cuesta la baja por maternidad. Apenas hab¨ªa terminado la presentaci¨®n de la primera dama ¡ªsin haber siquiera tocado asunto alguno sobre la igualdad de g¨¦nero¡ª y algunos de sus seguidores ya afirmaban que su participaci¨®n era una "prueba" de que Bolsonaro no es machista.

Con su marido reci¨¦n nombrado presidente de la rep¨²blica, Michelle seguir¨¢ la tradici¨®n de las primeras damas brasile?as de ocupar un cargo vinculado al ¨¢rea social, aunque todav¨ªa no haya detallado c¨®mo ser¨¢ tal actuaci¨®n.

Michelle, que es evang¨¦lica, realiza trabajos voluntarios en la iglesia, principalmente educativos para la comunidad sorda. Adem¨¢s, es con ese p¨²blico con quien suele tener m¨¢s proximidad en los cultos de domingo en la Iglesia Bautista Actitud ¡ªubicada en la zona oeste de R¨ªo Janeiro¡ª donde acude, siempre escoltada, dos veces por semana.

La mujer del capit¨¢n de la reserva, que act¨²a como int¨¦rprete, aprendi¨® el alfabeto de se?as con un t¨ªo suyo, sordo, y luego sigui¨® estudiando por su cuenta en Internet. Esta lengua, que se ha vuelto indispensable en los principales discursos de Bolsonaro en su campa?a e incluso en los directos de Facebook, ha entrado en la historia de las tomas de posesi¨®n brasile?as.

Si esa influencia ya era evidente, otra potencialmente m¨¢s importante ha sido el hecho de ser evang¨¦lica. La primera dama ha desempe?ado un papel fundamental en el acercamiento de su marido ¡ªBolsonaro es cat¨®lico¡ª a su religi¨®n. Empez¨® a llevarlo como acompa?ante a algunos cultos. All¨ª, Bolsonaro encontr¨® una oportunidad para ampliar la agenda conservadora que defiende, como su postura contra el aborto y el matrimonio homosexual, y para construir puentes con aliados pol¨ªticos clave.

Michelle, tercera esposa del presidente, conoci¨® a su marido en 2007 en los pasillos de la C¨¢mara Federal, donde trabajaba como secretaria parlamentaria. Bolsonaro la invit¨® a trabajar en su gabinete al cabo de pocos meses. Al a?o y dos meses de que empezara a trabajar, el sueldo de Michelle se triplic¨®, pero en 2008 fue apartada de su cargo cuando la Justicia pas¨® a prohibir el nepotismo en la administraci¨®n p¨²blica brasile?a.

De origen humilde, Michelle naci¨® en Ceil?ndia, una ciudad en las afueras de Brasilia. Tiene fama de r¨ªgida en la educaci¨®n de su primog¨¦nita, Let¨ªcia, de 16 a?os, fruto de una relaci¨®n anterior, y de Laura, de ocho a?os, hija del presidente investido, el cual tiene otros cuatro hijos de matrimonios anteriores. Bolsonaro, orgulloso de su prole masculina, lleg¨® a decir que su peque?a fue fruto de un ¡°descuido¡± suyo.

Solo ha sido noticia cuando apareci¨® como receptora de cheques de 6.000 euros depositados por el exasesor de Bolsonaro investigado por transacciones financieras sospechosas. Mientras se define el lugar de Michelle en el Gobierno, la prensa intenta descifrar c¨®mo manejar¨¢ la primera dama las redes sociales, el sitio preferido de su marido y familia para comunicarse con sus votantes. Actualmente, Michelle tiene un perfil privado de Instagram y decenas de perfiles falsos en otras plataformas digitales.