El presidente y los c¨ªclidos

Los c¨ªclidos, queridos amigos de C¨®digo abierto, son unos peces desconcertantes por su talento evolutivo. Muchos de los peces de colores que se compran para los acuarios pertenecen a esta familia de agua dulce, pese a que no parecen parientes en absoluto. Raro es el a?o en que no se describe alguna especie nueva en alg¨²n lugar, y no resulta tan f¨¢cil deducir que pertenece a esa familia extraordinariamente prol¨ªfica. Los hay tan humildes como el c¨ªclido ermita?o, que tiene el tama?o de un paracetamol y vive de okupa dentro de las conchas de las caracolas muertas, y los hay de la envergad...

Los c¨ªclidos, queridos amigos de C¨®digo abierto, son unos peces desconcertantes por su talento evolutivo. Muchos de los peces de colores que se compran para los acuarios pertenecen a esta familia de agua dulce, pese a que no parecen parientes en absoluto. Raro es el a?o en que no se describe alguna especie nueva en alg¨²n lugar, y no resulta tan f¨¢cil deducir que pertenece a esa familia extraordinariamente prol¨ªfica. Los hay tan humildes como el c¨ªclido ermita?o, que tiene el tama?o de un paracetamol y vive de okupa dentro de las conchas de las caracolas muertas, y los hay de la envergadura de una merluza, como el c¨ªclido emperador. Su diversidad de formas y coloraciones geom¨¦tricas es sencillamente asombrosa. Y lo m¨¢s importante es la velocidad a la que han generado toda esa biodiversidad.

Antes de seguir, necesitamos un reloj interno que nos permita interiorizar los tiempos evolutivos. Un truco t¨ªpico es igualar los 4.500 millones de a?os que tiene la Tierra a un solo a?o de nuestra vida: el 1 de enero se form¨® el planeta y el 31 de diciembre es hoy. En esta escala, las primeras bacterias surgieron a principios de marzo, las primeras c¨¦lulas modernas (eucariotas) a mediados de mayo, y los primeros animales en una triste ma?ana de octubre. Pese a nuestro espectacular efecto en el entorno y nuestro candoroso chauvinismo de especie, los humanos solo llevamos aqu¨ª 10 minutos. Hay que irse preparando para las uvas, muchachos.

No es que los c¨ªclidos sean precisamente nuevos. Aparecen en el registro f¨®sil hacia el 25 de diciembre, y la gen¨¦tica les ofrece hasta algo m¨¢s atr¨¢s, quiz¨¢ por el sorteo del gordo. Pero no mucho m¨¢s. En ese exiguo periodo geol¨®gico, la madre de todos los c¨ªclidos ha generado 1.700 especies que conozcamos hasta ahora, lo que los convierte en la familia m¨¢s diversa de vertebrados que existe en el planeta. En tres grandes lagos africanos ¡ªMalawi, Victoria y Tanganika¡ªno solo se han separado entre diferentes especies en un lago u otro, sino tambi¨¦n entre una parte y otra del mismo lago. Solo en el lago Tanganika han evolucionado 240 especies de incre¨ªble variedad morfol¨®gica. Ese lago es relativamente joven, de modo que todo ese espect¨¢culo evolutivo no ha podido basarse en una eternidad geol¨®gica. Muchas especies de los lagos africanos han aparecido probablemente en los ¨²ltimos 10.000 a?os, unos segundos en nuestro reloj.

Hay algo que hace muy especiales a los c¨ªclidos, y los cient¨ªficos acaban de descubrir qu¨¦ es. La madre de todos los c¨ªclidos, la especie ancestral que dio lugar a toda esta variedad prodigiosa, sufri¨® una mutaci¨®n que la hizo propensa a la exploraci¨®n de nuevos entornos. El lago Tanganika se form¨® ayer, 30 de diciembre, en una inundaci¨®n bastante r¨¢pida que rellen¨® una fractura enorme (30.000 kil¨®metros cuadrados) en el valle del Rift. Con el agua vinieron unos cuantos c¨ªclidos de alg¨²n r¨ªo cercano y, dignos herederos de su gen¨¦tica exploradora, metieron el hocico por todas partes hasta ocupar los fondos rocosos y las orillas arenosas del nuevo lago, despu¨¦s sus zonas con unas plantas u otras, distintos alimentos y presas, unas condiciones u otras. La variedad de h¨¢bitats del lago se conchab¨® con la naturaleza exploradora de los c¨ªclidos para generar unas arquitecturas biol¨®gicas deslumbrantes y nunca vistas antes.

Yo creo que Pedro S¨¢nchez va a dimitir el lunes. El Partido Popular est¨¢ haciendo el rid¨ªculo con su teor¨ªa de que la carta del presidente es un farol o una t¨¢ctica electoral. Salvo para un observador muy torpe o muy cegado por el fanatismo, es evidente que el se?or S¨¢nchez sufre una depresi¨®n aguda, y eso no se supera en cinco d¨ªas. Pero ¨¦l ha sido el explorador, y tras ¨¦l vendr¨¢n los c¨ªclidos en su infinita variedad. Algo habr¨¢ cambiado para siempre.