El lunes no termina todo, empieza
Cualquier salida, irse o permanecer, de S¨¢nchez solo recorre el camino entre la rendici¨®n total y la debilidad acrecentada
He aqu¨ª una novedad: est¨¢bamos acostumbrados a hablar sobre ¡°salidas dignas¡±, pero el movimiento del presidente ha abierto un nuevo debate y es si hay una forma digna de quedarse.
Porque, desenga?¨¦monos: el lunes no se resuelve la inc¨®gnita, sino que solo empieza. Esta no es una pel¨ªcula de intriga en la que al salir del cine habremos resuelto el enigma, sino el comienzo de una nueva temporada. Y, como en las mejores series, cada una estrena tambi¨¦n director.
Pedro S¨¢nchez ya es historia y la movilizaci¨®n que hoy se vivir¨¢ en Ferraz no marcar¨¢ (presumiblemente) tanto su decisi¨®n como el estado de ¨¢nimo de una militancia sacudida por el acoso de la derecha, por la amenaza hiriente de la ultraderecha, por su propia debilidad, y a la que adem¨¢s se va a pedir otro esfuerzo m¨¢s. Esa militancia hizo todo lo que pudo en las municipales y auton¨®micas de mayo; mantuvo el pabell¨®n en las generales de julio; luego volvi¨® a pinchar en Galicia, se creci¨® dignamente en el Pa¨ªs Vasco y a¨²n le espera el reto en Catalu?a y las europeas. M¨¢s lo que venga. Demasiado agotador. En lo que respecta a los partidos que le apoyan, una eventual moci¨®n de confianza solo generar¨¢ otro podio para la deslealtad de Junts. No hay cierre de filas sin precio.
En realidad, la perplejidad en la que nos ha sumido S¨¢nchez no deber¨ªa ser tal, porque el presidente solo est¨¢ siendo fiel a s¨ª mismo. Su movimiento es coherente con su salida en 2016, cuando acu?¨® el no es no y se larg¨® del Congreso por no votar la investidura de Rajoy. Este S¨¢nchez es aquel S¨¢nchez y quien crea que lo hace para aferrarse al poder ¡ªuno de los marcos mentales que han logrado imponer los que le odian¡ª corre el riesgo de equivocarse. No se aferr¨® en aquel momento y es dudoso que este movimiento tenga ese objetivo, puesto que cualquier soluci¨®n (irse o quedarse) solo recorre el camino entre la rendici¨®n total y la debilidad acrecentada. No hay buena salida a esta crisis. Tampoco recorrer Espa?a en coche en busca de apoyos, como en 2016.
El posible hundimiento de su presidencia no salva tampoco a la derecha de su propio fango. Al igual que ocurri¨® con el adelanto electoral del 29 de mayo, que dej¨® a Feij¨®o perplejo aunque ¨¦l mismo lo hab¨ªa pedido, su eventual salida tambi¨¦n puede pillarle inerme. ?O alguien recuerda alguna idea de Feij¨®o que no sea la obsesi¨®n con S¨¢nchez? ?Contra qui¨¦n gobernar¨¢ Ayuso? Una salida de S¨¢nchez tambi¨¦n puede vaciar de contenido al PP, incapaz de formular propuestas de gobernabilidad en una Espa?a plural donde las pulsiones nacionalistas son capaces de hacer temblar el pa¨ªs.
Ninguna salida es buena, por tanto. La ¨²nica certeza es que las inc¨®gnitas no se resuelven. Solo han empezado. Y que la serie que nos tiene pegados a la pantalla tiene un peligro a¨²n mayor: perder audiencia. La desafecci¨®n sigue adelante.
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